El concepto de fly bar se está extendiendo en la ciudad. Y hace tres meses, se agregó Bestial, estratégicamente ubicado en Palermo con una vista imponente hacia el Regimiento de Patricios, el Campo Argentino de Polo y el río de la Plata. En esta terraza, a 40 metros de altura, cuentan con una muy buena coctelería y platos sencillos de estilo finger food.
Bestial Fly Bar - Dirección: Humboldt 2495 Palermo - Teléfono: 11 3126 3490. Abierto martes y miércoles de 19.00 a 1 AM; jueves, viernes y sábados de 19.00 a 2.30 AM. Sin reservas. Precio: $$$. Estacionamiento en el subsuelo con valet parking. Instagram: @bestial.flybar
Desde hace algunos pocos años, el concepto de fly bar, es decir lugares ubicados en los pisos superiores de edificios en torre, se va imponiendo en las preferencias del público.
Va de suyo que todo depende del clima, puesto que más allá de que tienen calefacción a veces el viento a esta altura hace de las suyas e impide disfrutar a pleno de la velada.
Algunos, como es el caso de Trade, tienen también espacios cerrados. El Crystal Bar, del Icon Hotel, cuenta con un salón vidriado y en el piso inferior el Restaurante Kayla. Los más nuevos son Olympo, en la Avenida Corrientes y Bestial Fly Bar, que visitamos recientemente, situado en el piso 11 de un edificio estratégicamente ubicado en la calle Humboldt casi Avenida Santa Fe.
Lo novedoso, algo poco habitual de encontrar en una ciudad como Buenos Aires, es que desde las mesas que dan a Santa Fe, precisamente, no hay edificios circundantes que impidan una visión panorámica.
Es así que, en dirección al no tan lejano río de la Plata como punto más lejano del horizonte, se pueden observar el Regimiento de Patricios, el Centro Islámico, el Campo Argentino de Polo y otros lugares fácilmente identificables.
Es por esto que le damos protagonismo al ambiente antes que la comida y el servicio, las tres patas de la gastronomía.
En el 95% de los restaurantes, bares y hoteles que visitamos, no hay vistas tan espectaculares que nos lleven en nuestras críticas a invertir el orden de esos tres elementos fundamentales para que funcione adecuadamente el negocio gastronómico.
Recordamos precisamente la Guía de Restaurantes de Vidal Buzzi, en la que supimos colaborar allá lejos y hace tiempo, donde el recordado colega le otorgaba 70 puntos a la cocina, 20 al servicio y 10 al ambiente. Y coincidimos con esa apreciación, solo que siempre hay excepciones que confirman la regla.
Y Bestial es una de ellas. Porque es imposible sustraerse a esa incomparable vista nocturna de la ciudad, aunque como estamos en verano y el bar abre a las 19.00, podemos aprovechar el atardecer y seguir cuando la luz se va apagando. Es lo que recomendamos, precisamente.
El público predominante es el que busca beber un buen cóctel (de hecho, la barra es el epicentro del bar), escuchar música (muy sonora como es habitual en este tipo de lugares) y acompañar con una propuesta de tapas, finger foods y platos sencillos, basados en la calidad de la materia prima.
No obstante, nos han dicho que en las próximas semanas extenderán las opciones a otro tipo de comidas. No olvidar que Bestial tiene tres meses de vida, con lo cual todavía está en etapa de experimentación y desarrollo.
En esta oportunidad probamos los langostinos "Bestiales", apanados en panko con dips de guacamole; la burratina sobre colchón de rúcula, tomates secos, olivas marinadas y pesto de albahaca; y la provoleta mediterránea, con tomates secos, roseta de jamón ibérico y rúcula.
Y también una selección de charcuterie con crema de berenjenas y pan de masa madre; más otra de quesos de cabra con olivas. Ambas para compartir (cada una de ellas para dos personas).
Hay además ceviche de setas; chistorra sobre tostón con salsa de chili de morrones; dúo de pantumaca o de bruschettas de salmón ahumado.
La parte dulce está integrada por tres postres: snickaron, caipaleta y alfajorico.
Al comienzo probamos uno de los tantos cócteles elaborados con gin, que parece ser el destilado más pedido por estos días en Buenos Aires. Se trata del Eucalyptonic, de gin Amazonian, bitter de menta, hojas de eucalipto y tónica. Para el final de la cena, un clásico como el Old Fashioned que es el mejor bajativo.
Dado el amplio horario en que funciona, sobre todo los jueves, viernes y sábados, hay un público que va rotando según sea la edad y el concepto que se busca (cócteles y bebidas sin comida, o bien todo esto más cena).
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Con motivo de la celebración de sus 20 años en la Argentina, Osaka continúa consolidando su papel como referente de la cocina nikkei en la región con una serie de encuentros junto a reconocidos chefs. El primero de los invitados será Martín Rebaudino, propietario de Roux, quien ofrecerá un menú por única vez junto a su colega Cindy Higa.
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