Todos sabemos que Bagatelle es un restaurante - bar distinto por donde se lo mire. Su estilo puede resultar polémico (aunque no se debe entrar en exageraciones ni prejuzgamientos). Ahora, quienes deseen cenar sin música fuerte y gente bailando entre las mesas, pueden optar por las noches de miércoles para disfrutar de manera relajada de la cocina del chef Julián del Pino.
En Bagatelle todo es sui generis. La palabra francesa que identifica al lugar, equivale al concepto de "nimiedad" o "cosa de poco valor", lo que para nosotros sería bagatela o bicoca. Para quienes no lo conocen o apenas han escuchado hablar de él, se trata de un restaurante y bar con onda bolichera, algo diferente a todo lo conocido por estos lares.
Abrió sus puertas en 2019 con todo el impulso, pero la cuarentena puso paños fríos a la onda verde que caracterizaba al restaurante y el "show" que comienza a partir de las 22.30.
Es una manera de entender la restauración basada en una cocina de estilo francés, música que se va tornando estruendosa al promediar la noche, luces que se atenúan gradualmente.
Y luego un "show" protagonizado por los camareros, que se suben unos arriba de otros, bailan arriba de los sillones y las mesas, contagiando a los clientes.
Bagatelle, que nació a nivel internacional en el año 2008, tiene sucursales en ciudades tan disímiles como Nueva York, Miami, Londres, Dubai, Yeddah, Río de Janeiro, San Pablo, Saint Tropez, Tulum, Courchavel (Alpes Franceses), Bahrein y la isla de St Barth.
Su creador se llama Remi Laba, nacido en los Estados Unidos, pero a sus dos años fue a Francia, la patria de su madre. Laba dice los restaurantes tradicionales lo aburren y que, en aquellos donde hay música, por lo general son de dudosa calidad gastronómica. Lo primero es bastante discutible, lo segundo muy cierto. Por eso, decidió crear Bagatelle.
Impulsados por la versión brasileña, que se encargó de controlar localmente el seguimiento del protocolo, la sucursal argentina funciona en instalaciones del Hipódromo de Palermo. Y, luego de capear ese temporal llamado pandemia, volvieron a funcionar con el mismo estilo tres veces por semana (jueves, viernes y sábados).
Pero fue al momento de la reapertura post Covid, que sus dueños decidieron un cambio sustancial, como lo fue contratar un chef de primer nivel: Julián del Pino.
Siguiendo los lineamientos del fundador de la cadena, la calidad gastronómica no estaba en discusión y, por tanto, la propuesta debía ser de alta calidad porque lo que ofrece Bagatelle es un todo y no se queda (ni puede quedarse) en la parte festiva.
La novedad ahora, es que los miércoles se puede vivir una experiencia más acorde a lo que es habitual en los restaurantes tradicionales. El chef Julián del Pino armó una propuesta más clásica, donde hay un acompañamiento de música menos estridente y mozos que actúan de manera más ortodoxa.
Es una prueba piloto y si los clientes reciben bien esta iniciativa, probablemente se extienda también a los días martes.
Como opción inicial, el chef propone "Les Experiences", con tres variantes: entrada, principal y postre a $ 5.900; entrada y principal a $ 4.800, y principal más postre, $ 3.800 (todos valores de agosto de 2022). El agregado de salmón exige un agregado de $ 350 y $ 1.000, según sea entrada o principal.
Tanto las entradas como principales a la carta, tienen un plato especial del chef que varía cada semana.
Algunas de las opciones de entradas, son: tartare de lomo; mollejas crocantes con ricota de cabra y espinaca; sopa de berenjenas ahumadas; salmón marinado y zucchini crocantes; langostinos salteados con tartare de kiwi y ananás, sopa de sandía y vodka; o calamares grillados, con espuma de papas y pochoclos de pimentón.
Principales: salmón grillado con hummus y ensalada griega; tagliatelle con frutos de mar; risotto de calabazas asadas; lomo a la pimienta con puré de topinambur; cordero en jugo de cocción y gnocchi con queso de búfala; guiso de lentejas con espuma de chorizo colorado y pan de pizza; y tortiglioni "caldo e freddo".
Y, para el final dulce, las opciones son soufflé au chocolat; helado de dulce de leche con espuma de banana; bizcocho húmedo de naranja con cremoso de chocolate y sopa de yogur.
Además, una creativa crème brûlée de boniato; o un más clásico membrillo en vino tinto con cremoso de queso mascarpone.
Queda por destacar la excelente barra de cócteles, así como una carta de vinos y espumosos muy variada, con la recomendación de los de Cavas Rosell Boher, a valores muy razonables.
Es decir que, a partir de ahora, quienes deseen optar por la cena más tranquila y relajada, pueden concurrir los miércoles. Para vivir la experiencia Bagatelle en todo su esplendor, están los tres días siguientes de la semana.
Por último, cabe destacar que la relación precio calidad es impecable, por lo que hay que evitar prejuzgamientos previos.
Bagatelle Buenos Aires - Avenida del Libertador 4101 (Hipódromo de Palermo)- Teléfono: 5365-7013. Abierto lo miércoles por la noche, solo como restaurante. Jueves, viernes y sábados desde las 20.30, con la metodología habitual - Principales tarjetas. Precio: $$$$
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