En las cercanías de Parma, alrededor de 1910, surgió un bar con pastelería que estuvo abierto por más de un siglo. Se llamaba Martinelli y fue en ese lugar, donde uno de los socios fundadores de este proyecto tuvo sus primeras experiencias en el mundo gastronómico. Años después, pensó junto a dos amigos este emprendimiento que une dos culturas tan cercanas como la italiana y la argentina.
La convergencia entre la Argentina e Italia inspiró la apertura de un espacio que ofrece nuevas experiencias a través de ingredientes frescos de primera calidad, elaborados artesanalmente y horneados en el día.
El obrador en cuestión tiene forma de taller y en él se elaboran pasteleria, bollería y otros panificados. Creado en base a concepto tradicional, se busca darle un giro hacia lo contemporaneo, y llevarlo a una propuesta mas amplia. A través de ello, ofrece opciones creadas para cada momento del día.
Desde un desayuno con medialunas de manteca acompañadas de un café espresso italiano; un tentempié a media manana; una merienda con variedad de dulces como cannoncini, sfogliatelle, medialunas saladas con aceite de oliva, cannoli y helados artesanales servidos con forma de rosas.
Hay especialidades como maritozzo (pan brioche relleno con crema); palmerita de chocolate negro y avellanas; "manolitas" de chocolate blanco y pistachos o de chocolate negro y avellanas.
También ofrecen cosas saladas: sándwiches de jamón artesanal y queso; de jamón artesanal, queso y tomates marinados; tostas de tomate y queso blanco o de palta y queso blanco; chipas y rolls de queso.
Queda en Malabia 1779, Palermo Soho. Horarios: domingo a miercoles, de 8 a 24; jueves a sabados de 8 a 1 AM. WhatsApp: 11.3310.8280 IG: @martinelliobrador https://linktr.ee/Martinelliobrador
El 17 de noviembre, en el marco del Día de la Baklava, Restaurant Armenia comparte una receta tradicional y una historia que trasciende fronteras. Crujiente, perfumada y bañada en almíbar, la baklava es mucho más que un postre: es un símbolo de hospitalidad, memoria y encuentro.
En una esquina de Palermo, una casa de barrio conserva algo más que historia: guarda el espíritu de Reliquia, el restaurante creado por el chef Branko Vaccaro y la sommelier Julia Bottaro. Desde su apertura, el proyecto se propuso algo inusual: que la cocina no grite, sino que dialogue, y que el servicio conserve la calidez de lo familiar.