La cocina peruana de Raúl Zorrilla, ahora en el Microcentro
Kamay se hizo Lounge
Martes, 22 de febrero de 2022
Kamay significa "crear" en la lengua quechua huanca. Es el nombre elegido por el chef peruano Raúl Zorrilla Porta para su emprendimiento, quien inició en plena pandemia un delivery de platos peruanos exuberantes, ricos y baratos. Luego se mudó a una terraza en el Abasto y, ahora, Kamay se hizo "Lounge" ("salón" en la literal traducción del inglés). Dejó de ser "a puertas cerradas" y se expone a la vista en un local del Microcentro, que pronto tendrá un subsuelo adyacente, donde se podrá acceder a una coctelería de autor y los platos del Kamay original.
Kamay Lounge - Marcelo T. de Alvear 975 Buenos Aires. Teléfono: 15 6805 9039. Abierto de lunes a sábados de 12 a 24. Medios de pago: efectivo, transferencia y Mercado Pago.
Tipo de Cocina: Peruana
Barrio: Microcentro
Precio: $$$
La evolución de Kamay es muy particular; de hecho, va por la misma senda que su creador, Raúl Zorrilla Porta. Pasó de ser un delivery en los peores momentos de la cuarentena de 2020, a transformarse en una terraza "a puertas cerradas" en el Abasto, hasta recalar ahora en el Microcentro, donde se convirtió en "Lounge", es decir "salón", en la más literal traducción de la palabra del inglés.
Pero éste no es un "lounge" sofisticado ni tampoco se escucha música de jazz, sino peruana. Es un local más simpático que elegante, que ni falta hace, porque en Kamay existen otros valores: la cocina, la coctelería, la exuberancia de los platos, los precios razonables.
A Raúl lo conocimos en Olaya, una de las creaciones de José Castro Mendivil, el peruano pionero de la culinaria nikkei en nuestro país. Nos contaba precisamente José que, cuando estaban en obra en el restaurante palermitano, que ya cerró sus puertas, uno de los operarios que estaba colocando azulejos, le pidió trabajo como cocinero.
Era Raúl, le tomó una prueba y quedó. El novel cocinero había llegado a la Argentina siguiendo a una hermana que vivía entre nosotros.
No es que Zorrilla fuera un improvisado, sino que hasta ese momento no había tenido una oportunidad para desarrollarse en su verdadera profesión.
Junto a su mentor, estuvo trabajando últimamente en La Catedral del Pisco, pero finalmente decidió abocarse ciento por ciento a su nuevo emprendimiento, ubicado en Marcelo T. de Alvear entre Carlos Pellegrini y Suipacha.
Nos cuenta Raúl que ya está en proceso de remodelación de un subsuelo ubicado justo al lado de Kamay Lounge.
Allí, nos dice, ofrecerán coctelería de autor (con mucho pisco por supuesto), más los mismos platos del restaurante en un ambiente de bar, que seguramente convocará otro tipo de público.
En Kamay no hay carta ni la habrá, asegura Zorrilla. Es un menú "cantado" o "recitado". Su cocina se basa en clásicos que nunca faltan: cebiche, lomo saltado, arroz chaufa; o la selección de rolls calientes con un toque ahumado que sorprenderán por su presentación.
Para esta primera visita nos agasajaron con un cebiche clásico de picor intenso, un arroz chaufa vegetariano con palta, huevo y brotes de soja; más los infaltables rolls calientes ya comentados.
Todo acompañado por cócteles de autor, que tampoco tienen carta, por lo que resulta conveniente asesorarse con las camareras y aprovechar la inspiración del día del bartender.
Cuentan con un salón pequeño en el interior del local, precedido por mesas ubicadas en la vereda y en un sector abierto a la calle, pero techado.
Si lo que se busca es sencillez, comida rica y abundante (para compartir), materia prima de calidad y precios accesibles, pues entonces Kamay es una fija. Ahora en su Lounge, mejor aún.
"Capricho, deseo vehemente, ilusión". Así define la Real Academia Española a la palabra "berretín". Y esas tres cosas son las que llevaron a un holandés a abrir un restaurante a su propio gusto y piacere. Para ello se afincó hace un tiempo entre nosotros porque, como nos dijo, "Buenos Aires es como estar en Europa, pero lejos de todo". Se llama Nicolás Houweling y, junto a su hermana Bente (que estará a cargo del café de la planta baja de próxima apertura), abrió "Presencia", un restaurante en el que quiere también omitir todo lo que le parece inapropiado cuando uno sale a comer afuera. Para ello, convocó al chef Rodrigo Da Costa, de último paso por "Le Réve". Nuestra visita coincidió con el fin de la marcha blanca y comienzo del servicio al público. Impecable todo.
La chef ejecutiva de Casa Cavia, Julieta Caruso, renovó el menú de mediodía con una propuesta que permite pedir a la carta o bien elegir entre menús de pasos. A ello, se suma la coctelería creativa de la bartender Flavia Arroyo y una selección notable de vinos a cargo de Delvis Huck. La dirección general es de Guadalupe García Mosqueda.
Un bistró que le hace honor a la cocina más refinada del planeta. Le Rêve ("el sueño", en francés), nos transporta a la magia parisina en una esquina de Buenos Aires. La propuesta del joven chef Ramiro Hernández exhibe un técnica perfecta, elegancia y personalidad. La coctelería del "Tiger" es otro fuerte del lugar. Y su ambiente, nos agasaja con música sin estridencias, como debe ser en un restaurante, a lo que se suma un servicio impecable comandado por Darío Núñez. Lujos que nos podemos dar en una ciudad que, en materia de gastronomía, lo tiene todo.