Estamos en verano y en medio de una pandemia que no quiere darnos tregua. Qué mejor que comer al aire libre, pero no solamente en la vereda, una terraza o en la calle. Con vistas espectaculares, ya sea de día y también de noche. Esta vez elegimos 3 lugares con instalaciones que nos permiten que disfrutar de la gastronomía en pleno contacto con la naturaleza.
En 2008 se abrió el complejo La Reserva Cardales, que cuenta con una oferta gastronómica que incluye el Sofitel y sus restaurantes La Butaca y Le Lac (este último momentáneamente cerrado por la pandemia); así como la primera y única sucursal de Italpast.
En los tiempos en que se estaba construyendo La Reserva, Pedro Picciau recibió una oferta para instalarse en el Club House del Golf. Y entonces consideró que era una gran oportunidad para expandirse en otro ámbito, para lo cual y, como empresa familiar que es, puso al mando del restaurante a Luciano, el hijo mayor de Pedro y Mona.
Luciano volvía de capacitarse en Europa, en especial con el chef Lello Sorrentino, un amigo que supo tener su restaurante en Buenos Aires.
De la comida de Italpast hemos hablado muchas veces, una cocina italiana sobresaliente, con materia prima de óptima calidad y la sencillez de las recetas originales. Por supuesto, que también con algunas especialidades sardas que son propia del origen de la familia.
Su salón está totalmente vidriado y exhibe una vista imponente del lago y parte de las casas que se construyeron en La Reserva. Pero, si el día lo permite, nada mejor que ubicarse en deck que potencia aún más la espectacularidad de la vista.
Cuentan en ese sector con sombrillas para protegerse del sol y, por la noche, ofrece la brisa del campo y una sensación visual distinta pero no menos atrayente.
Para llegar a Italpast La Reserva hay que transitar por la Panamericana Ramal Campana, hasta el Km 61,500. Se toma la salida a Cardales, se pasa por debajo del puente y, a la derecha, hay una calle paralela a la autopista que nos deja en la puerta del complejo. Se accede con reserva previa, para que los visitantes estén autorizados con anticipación en el sector de vigilancia.
MARÍA LUJÁN
Seguimos por la Zona Norte, aunque esta vez más cerca (30 kilómetros desde la Capital Federal). Tomamos la Panamericana Ramal a Tigre y nos desviamos por la salida al centro de Tigre, luego se cruza el puente frente a la estación de tren y, enseguida, se gira a la derecha por la costa.
Transitamos por el Paseo Victorica y, al llegar al N° 511, casi frente al Museo Naval, nos encontraremos con la vieja casona de 1890 que posee un salón todo vidriado y la terraza al aire libre, a la vera del río Luján, que se puede reservar solamente si uno llega a las 12.
Es el restaurante del sector continental de Tigre que está ubicado más cerca del río (además, el único que cuenta con instalaciones a la vera del Luján). En verano, sobre todo, ofrece un ambiente único para disfrutar de la comida junto a la naturaleza.
La propuesta es de cocina mediterránea, pero además ofrecen pescados de río y algunos platos porteños (empanadas, carnes, etcétera).
RESTAURANTE DEL JARDÍN JAPONÉS
Por el momento está cerrado por reformas, pero el Restaurante del Jardín Japonés es, sin dudas, uno de los mejores lugares para comer acompañados de una vista maravillosa.
En principio, la reapertura está programada para la segunda quincena de febrero, nos cuenta Sergio Miyagi, jefe de prensa del Jardín Japonés. Un dato importante es que uno puede reservar solo para almorzar, sin abonar la entrada al parque (hay que aclarar que uno ingresa solamente a comer). Para la cena no hay problema porque el Jardín está cerrado, no así el restaurante.
Habrá que esperar unos días para comprobar cómo queda la nueva fisonomía del restaurante, aunque algo es seguro: la vista será como siempre espectacular.
Va de suyo que el estilo de cocina es de inspiración japonesa. No solo sushi, sino también otras preparaciones muy conocidas de esta culinaria tan rica y ancestral, que dan forma a un menú que está al mismo nivel que su ambientación.
Queda en Avenida Casares N° 3450, en el Parque Tres de Febrero. Vale la pena, si vamos a almorzar, hacer la digestión caminando por las instalaciones, que nos transportan al milenario Japón.
Por esta vez fuimos escuetos en la descripción de los tres restaurantes, porque las imágenes hablan por sí solas. Solo queda por decir que, por ningún motivo, pueden perdérselos.
Esta casa restaurante se convierte en el espacio único donde el agua, la tierra y el fuego se entrelazan para ofrecer una experiencia sensorial diferente. Agustín Brañas es el chef de este lugar que cuenta con tres espacios y propuestas distintas.
El sábado 10 de mayo, desde las 12:00, en el local de Palermo, la boulangerie francesa ofrecerá cuatro sándwiches fuera de carta y cócteles a cargo de la marca de aguas Perrier.
Sobre la cortada homónima, camuflado en una señorial casona de estilo Tudor, se esconde un bar con todas las características e influencias de los clubes privados londinenses. Y en la planta alta funciona un restaurante, además de un omakase de próxima apertura.