Churros con chocolate espeso

La vuelta de La Giralda

Domingo, 31 de octubre de 2021

La Giralda es un "Bar Notable" porteño que forma parte del circuito cultural de lectores y amantes del teatro gracias a su privilegiada ubicación: Avenida Corrientes entre Uruguay y Paraná. Por suerte, nuevos dueños lo reabrieron y así se mantiene la tradición que tanto nos cuesta sostener a los argentinos.

Presidentes, actores, escritores, cantantes, muchos pasaron por ese local emblemático de la Avenida Corrientes. La Giralda se hizo conocida por su especialidad única en la ciudad: churros con chocolate espeso.

La historia de La Giralda se remonta a 1930 (año de crisis bursátil y dictadura militar). Un andaluz, Francisco Garrido, instaló una sencilla lechería en la planta baja del edificio Nordmann, y la llamó La Giralda.

En el año 1936 se ensanchó la Avenida Corrientes ("un juego de calles se da en diagonal como dice el tango" y del cruce de las diagonales surgió el Obelisco, "ese pedazo de tiza en el pizarrón de la noche").

Al lado de La Giralda, se instaló un restorán de lujo: La Emiliana, donde hoy está el Colegio de Abogados. Durante muchos años fue un ícono de la gastronomía porteña. 

En 1951, Antonio Nodrid compró la lechería y conservó el nombre, la marca de chocolate del andaluz y la tradición de los churros.

Entre 1960 y 1970, Corrientes amplió su oferta al público, ya era "la calle que nunca duerme", a los teatros se sumaron los cines y a los bares, las pizzerías y las parrillas.

Se convirtió en calle de bohemia y paseo obligado de familias los fines de semana. Y La Giralda fue un bar abierto las 24 horas, ya que atendía durante el día a los oficinistas y abogados de Tribunales y, por la noche, a "muchachos de pelo largo, pantalones de campanas, poleras negras o camisas búlgaras, y a muchachas con ponchos o faldas indias, camisolas estampadas o túnicas, bolsos tejidos y sandalias de cuero".

Entre las nuevas técnicas culinarias que trajeron, se incluyó la modificación de la masa de youtiao también conocido como youzhagui en el sur de China. Esta modificación tiene que ver con el diseño de la masa, ya que no se utilizó la técnica tradicional de "tirar" la masa, sino que se produjeron a través de la forma "estrella", que requiere del uso de una manga con esa forma.

Otra teoría sostiene que los churros fueron inventados por pastores españoles para sustituir el pan fresco. La masa de los churros es fácil de producir y freír en un fuego abierto en las montañas, donde los pastores vivían la mayor parte del tiempo.

La receta que usan en La Giralda mantiene su secreto desde los orígenes del bar. Dicen que nunca se revelará el secreto del chocolate "porque eso queda en los corazones de quien quiera visitarnos".

En esta nueva etapa, el bar abre de lunes a viernes de 7 de la mañana hasta las 2 AM, y las 24 horas los fines de semana.

Hoy en día, a los clásicos chocolates con churros se le sumaron almuerzos y cenas, Nicolás Marques dice que "La Giralda no debe perder el chocolate con churros, que hace a nuestra identidad, pero sumado a eso tenemos un menú en el que se podrá probar desde un lomo al malbec con papines asados, panceta, champiñones y cebolla caramelizada; una bondiola braseada con puré de batatas con tofi (caramelo y crema de leche) con barbacoa".

Para los vegetarianos hay ensaladas, como la de hojas verdes con peras asadas, garrapiñada de nueces, queso azul y una vinagreta ácida. Además de una carta de vinos y cócteles.

En cuanto a la restauración y puesta en valor del bar, los nuevos dueños buscaron preservar la historia y contrataron al Estudio Pereiro-Cerrotti & Asociados, decididos a recrear al emblemático bar como en sus orígenes y en todo su esplendor.

Reconocidos por ser quienes restauran la Confitería La Ideal y tienen en su currículum, la primera restauración de La Paz, el Club Español, el Petit Colón y el Museo del Jamón, entre otros lugares.

Al ser un local muy angosto, desarrollaron una larga barra de roble que domina todo el salón, con los clásicos barrales y apoya pies de bronce en toda su longitud. Sobre ésta colocaron luces con cristales Swarosky que le otorgan un brillo que nos remite a sus mejores épocas.

Los artefactos colgantes y apliques (con clara inspiración art decó) dominan todo el salón y compiten en presencia con las históricas mesas de mármol blanco, que a su vez hacen juego con auténticas sillas Thonett.

El reciclado de los espejos grabados al ácido (artesanía extinguida hace ya muchos años) permitió conservar gracias a que replatearon a nuevo, lo mismo que la media boiserie con sus detalles de marquetería.

La fachada de carpintería de roble fue restaurada y sus cristales embellecidos con detalles de "dorado a la hoja". 

Un separador de mesas de herrería trabajada a la antigua y detalles de bronce, completan el ordenamiento de la modulación final.


Entre los relatos que pudieron rescatar del olvido figuraba un mural sobre la pared del fondo del salón que, con un motivo de giralda (veleta de una torre) que engalanaba el antiguo bar.

Su nombre hace referencia a la célebre torre campanario de la ciudad de Sevilla. Rinde homenaje a esta historia, colocando en esa posición una gran giralda fabricada con la técnica de Tiffany que iluminada por detrás termina de enmarcar el largo salón.

La Giralda - Avenida Corrientes 1453. Teléfono: 4371-3846.

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