Nos escribe Fernanda Gori, socia de un restaurante de San Martín de los Andes desde hace nueve años. Y nos cuenta que a pedido de la AHGSMA, los hoteles y restaurantes taparon sus carteles para crear conciencia sobre la crisis que están pasando.
Nadie está exento del Coronavirus, pero dos sectores gravemente afectados son el turismo y la gastronomía. Y si se trata de una localidad que en un 70% vive de los turistas, la situación se exacerba aún más.
Como es costumbre, algunos lectores afines al gobierno actual nos atacan cada vez que publicamos algo que les molesta. O que suponen que es una crítica, solo por pedir que se ayude a los que necesitan trabajar.
Y no nos referimos únicamente a los dueños, sino también y de manera muy enfática a los miles y miles de empleados que viven de estas actividades. Pero ya no nos importa, estamos para dar difusión a lo que les pasa a los empresarios y empleados gastronómicos y hoteleros.
San Martín de los Andes, localidad neuquina que tiene perdida su temporada de esquí, vive un drama particular, al igual que Bariloche, Lago Puelo, Villa Pehuenia entre otras localidades de la Patagonia que están padeciendo un calvario.
Nos cuenta desde SMA la empresaria Fernanda Gori, socia del Restaurante Corazón Contento que, a pedido de la Asociación de Hotelera Gastronómica de San Martín de los Andes, todos los establecimientos realizaron una protesta para pedir que se declare la
"emergencia económica para el sector hotelero y gastronómico en zona turística".
Se solicitó a los hoteles y restaurantes a colocar manteles o sábanas tapando los carteles de los establecimientos. Como las hinchadas del fútbol argentino cuando el equipo no juega bien y pierde seguido, las banderas están dadas vueltas, en este caso no se ven los nombres de los restaurantes y hoteles, anticipando lo que puede pasar si no se toma una medida acorde a las necesidades urgentes que tienen hoy estas empresas. Entre los restaurantes se encuentra Torino, uno de cuyos socio es nuestro amigo Pablo Buzzo.
Como puede verse en las fotos, el pedido se cumplió a rajatabla. Hoy esperan soluciones que tardan en llegar. Y ya no hay tiempo para salvar el trabajo de miles de trabajadores en esta localidad.
Ubicado en la esquina de Guatemala y Gurruchaga, en pleno corazón de Palermo, ORNO relanzó su propuesta que remite al ritual de compartir la mesa. Con platitos para picar, pastas artesanales, pizzas y algunos sabores porteños, se convierte en una cantina sui generis.
El otoño y el invierno son las estaciones ideales para disfrutar de un buen té. Thibon propone disfrutar de esta experiencia en un bar con historia y tradición.