Lo que faltaba: comida "gourmet" para mascotas

Raro lo que está pasando con el periodismo en estos días en el que un Presidente de la Nación tilda de ignorante a una periodista mujer, sin que ningún pañuelo verde (quizá sea porque la mayoría adhiere a este gobierno de científicos) saliera a defender a Luciana Geuna.

En una pantalla boba en la que soportamos la dictadura de los infectólogos, a los que estamos en la prensa gastronómica, un rubro menos, pareciera que se nos han acabado las ideas.

Y para colmo en diarios como Clarín, hace ya tiempo que las notas salen sin firma, con lo cual escudados en el anonimato hay colegas que exhiben un absoluto desprecio por la racionalidad y el sentido del oportunismo.

En todo caso es preferible dejar una página en blanco que escribir una sandez tan grotesca, como la nota titulada "Ahora a las mascotas también les gusta comer rico y elaborado". Peor aún, darle difusión a vendehúmos como los "influencers foodies de perros y gatos" resulta absolutamente ridículo y patético.

Sin embargo, peor aún resulta la carencia de sentido común atribuible a quien redactó y pensó la nota, así como el editor que la avaló y autorizó su publicación. No son momentos de volcar nuestra frivolidad en tiempos en que se calcula que por causa del coronavirus más del 80% de la población de nuestro país ha perdido ingresos significativos y los índices de pobreza se incrementan de manera alarmante.

En nuestra larga trayectoria en el periodismo agropecuario, hemos charlado largamente con veterinarios y expertos en nutrición animal. Un perro que consume alimento balanceado de calidad, tiene aseguradas todas las necesidades nutritivas del animal.

Eso no quiere decir que no les demos de comer de vez en cuando algo que sabemos que a ellos les gusta más que el balanceado: un trozo de carne, algunas verduras y frutas (hay que saber cuáles), nunca cosas dulces, helados, etcétera).

A fin de echar un poco de luz en el asunto, recurrimos a un sitio argentino llamado "DogRun", donde afirman que "los son animales que comen de todo, en su camino evolutivo eran cazadores en grupo, y de acuerdo a estas técnicas de caza ingerían grandes volúmenes de alimento en un espacio corto de tiempo. Consumían tanto la masa muscular como las vísceras de los animales capturados, también frutas y estiércol de herbívoros".

Y agregan que "si tenemos en cuenta estas costumbres, podemos deducir claramente que el ‘cocinarles' a nuestros perros puede producirles un desbalance de nutrientes, por ser difícil balancear en forma perfecta lo que los animales obtendrían naturalmente al cazar sus presas".

Concluyen señalando que "cocinar para un perro no es tan sencillo como muchos piensan; muchos propietarios ponen su mejor voluntad creyendo que los perros deben alimentarse como los seres humanos con dietas bajas en grasas y libres de colesterol. Es aquí donde se produce el primer error. Las necesidades de un perro adulto no son las mismas que las de un humano adulto, justamente porque son dos especies diferentes".

"Por esta razón es que considero que es más fácil no equivocarse si les damos a nuestros perros un buen alimento balanceado, que implica una alimentación correcta y equilibrada", dice Dolores Madero, CEO y fundadora de ese sitio.

Por tanto, hablar de comida gourmet para mascotas no solo es una estupidez sino también una manera de incentivar que nuestros perros y gatos sufran problemas por culpa de una alimentación inadecuada para esas especies.

¿Una influencer de comida gourmet para mascotas que además se recibió de veterinaria? Yo no lo confiaría la salud de mi perro a alguien tan frívola e insensata. Y en este caso al menos, habrá que darles la razón a los que dicen que "Clarín miente".

Y si les parece que Fondo de Olla © es un sitio inadecuado para publicar temas de alimentación animal, tienen razón. Pero la culpa no es de nosotros, sino de los que usan el periodismo gastronómico para recomendar la "comida gourmet" para nuestras mascotas.