¿Una parrilla más? Solo en parte. Revire Brasas Bravas, en su privilegiado local de la Avenida Corrientes casi Cerrito, donde funcionara muchos años "Arturito", es una mezcla entre lo clásico y lo osado. Siempre es bueno diferenciarse porque ahí está la razón del éxito.
Revire Brasas Bravas - Avenida Corrientes 1124, Buenos Aires. Teléfono: 4381-4519. Abierto de domingo a miércoles de 12 a 1 AM, y de jueves a sábados de 12 a 2 AM. Principales y tarjetas.
¿Se acuerdan de Arturito? ¿Ese bodegón que ofrecía ranas en la Avenida Corrientes casi Cerrito? Pues bien, el local que permaneció cerrado un tiempo alberga hoy a Revire Brasas Bravas, donde se ofrece carne de cría y faena propias.
Esto, como es lógico, les permite evitar intermediarios y controlar la calidad de la materia prima en cada paso de la cadena productiva. Una sana modalidad que por fortuna ya está tomando impulso en varias parrillas de la ciudad.
Fabián Salas al frente del servicio, al igual que los mozos, están bien informados y asesoran adecuadamente para que la comanda resulte satisfactoria.
Al salón principal, lo antecede una barra enfrentada con asientos altos de madera, donde pedir un cóctel o una cerveza, y picar algo.
Ya adelantamos que Revire es una mezcla entre parrilla clásica y platos de cocina más jugados. Un ejemplo de esto último son las mollejas crocantes, rebozadas en avena y copos de maíz, con alioli de frutillas. Quien prefiera lo tradicional, puede pedir las mollejas a las brasas sin aditamentos.
Un buen comienzo resultaron las empanadas soufflé, en dos versiones: porteña (carne vacuna cortada a cuchillo) y patagónica (ídem de cordero). Ambas muy sabrosas, jugosas, más intensa la segunda.
Mollejas crocantes.
Otras opciones son el chorizo Revire, de puro cerdo; la provoleta con pesto de tomates secos y albahaca, la sartén de portobellos y también los langostinos apanados.
De las "brasas bravas", hay que probar los diversos cortes que propone la carta, como el ojo de bife con hueso (600 gramos); entraña; bife de lomo: bife de chorizo; asado de tira; matambrito de cerdo y hasta salmón a la parrilla. Para compartir ofrecen la parrillada para dos personas, o bien la "Nueva Corrientes" para 4 comensales.
En este caso probamos algo diferente: el asado especial Revire, una costilla de novillo braseada durante cuatro horas. Bien acompañado con las papas con romero y ajo.
En la cocina se salen del molde. Si bien puede pedirse la milanesa (solo o a la Napolitana), hay cosas más originales: pastel de cordero al coriandro; wok de langostinos;; risotto de tomate y langostinos, así como variedad de pastas: lasaña, sorrentinos de lomo, raviolones de cordero; pappardelle Revirado, entre otros.
Costilla de novillo braseada 4 horas.
El final llega, quizá con poco entusiasmo ante la contundencia de lo que ofrece la parte salada. Pero los profiteroles con semifrío de yerba mate y "Tentación", son precisamente tentadores. O sino los amantes del chocolate, pueden rumbear por el lado de la marquise y su confitura de naranjas.
La carta de vinos está muy bien nutrida, pero si se busca algo distinto y de muy buena relación precio calidad, recomendamos una cepa poco frecuente: Raboso. La etiqueta: Primer Siglo Bélico. Asimismo, hay un blend de esta misma cepa con Malbec, Cabernet y Petit Verdot. Raboso es una cepa originaria del Véneto, sobre la margen del río Piave. Una perlita de la carta de Revire.
Bienvenida sea la vigencia de este lugar tradicional de Buenos Aires, que afortunadamente fue recuperado para el acervo gastronómico porteño. Además, la relación precio calidad bien lo vale.
El Alvear Grill nació el 16 de julio de 2018 para reemplazar nada menos que a La Bourgogne, que apagó sus fuegos tras la cena de la Revolución Francesa, dos días antes y luego de una larga trayectoria en ese lugar. Es uno de los espacios históricos y más elegantes de la gastronomía porteña, ubicado dentro del Alvear Palace Hotel. Hoy el restaurante aparece renovado, a través de la incorporación del chef Leandro Di Mare y de la gerente de AA&BB, Gabriela Troncoso. Su propuesta conlleva una dualidad positiva: las carnes argentinas y una cocina de elaboración puntillosa y creativa.
Pocos días después de su apertura, Kuro Kuma ("Oso Negro" en japonés) aparece poblado de comensales en una fría noche de miércoles. Se trata de uno de los espacios más llamativos de VíaViva, el pasaje debajo del viaducto del tren a Tigre, que nace en la calle Juramento, en la entrada al Barrio Chino. La propuesta es de cocina asiática, garantizada por la sapiencia de Oscar Lin, propietario y chef de Síntesis Tapas Asiáticas, en Palermo. Para quienes prefieren la comodidad de un salón cómodo y climatizado, antes que la comida callejera al paso, sin dudas éste es el lugar a elegir.
En los confines de Villa Urquiza, Bonario es un nuevo pequeño restaurante ubicado en una estratégica esquina del barrio, sobre la Avenida Congreso. Su propuesta -creada por el chef Sebastián Iraola-, se basa primordialmente en la cocina mediterránea, con platos simples, ricos y abundantes. Está abierto todo el día y funciona además como cafetería.