La temporada primavera- verano le viene de perillas a la cocina nikkei. Muchas de sus preparaciones son frescas y livianas. Te satisfacen plenamente sin agobiarte. En Fabric Nikkei & Sushi Bar, presentaron la nueva carta de temporada.
Es una "fábrica" de sushi que no para de abrir sucursales, ya sean propias o franquiciadas. Pero "fabric" en inglés tiene un significado diferente ("tela"), aunque sea menos usual que "cloth". Por ende, hay mucha tela para cortar en esta cadena que comenzó allá tiempo y a lo lejos en Palermo como un delivery de sushi, pero que con el tiempo fue ganando nuevos espacios y en algunos lugares terminó siendo un restaurante hecho y derecho.
El primero de los "Nikkei & Sushi Bar" fue el de la esquina de Arévalo y Costa Rica, donde otrora funcionara un pionero llamado Tô. Hacia allá enfilamos dispuestos a probar algunos platos de la nueva carta, así como la reedición de clásicos como los mariscos al fuego, las cucharitas nikkei y el tiradito de salmón y pulpo, o de más reciente incorporación como los buns de entraña que ya habíamos probado en el local del Barrio Chino.
La propuesta general del menú es responsabilidad de la dupla conformada por el chef peruano Miguel Ángel Torres, y Juan Espagnac, itamae ejecutivo de la casa.
Va de suyo que la coctelería y el sushi son protagonistas de la carta, pero hoy Fabric se alía con aquellos lugares que se identifican plenamente con la culinaria nikkei que tanto ha conquistado el paladar de muchos argentinos.
Para los tapeos iniciales, la cocina nos envió un mix entre clásicos y novedades. No faltaron entonces las ya mencionadas cucharitas ni los mariscos al fuego, a lo que se agregaron las conchitas "parmesana" y sobre todo un sorprendente ceviche nitrogenado shiromi con crema de ají amarillo, palta y criolla.
Muy audaz aunque no del todo nuevo en la carta, es el ceviche de mollejas a la parrilla con leche de tigre al cilantro y su criolla. Se probó asimismo un tartar "Río", que presenta salmón, palta y papitas fritas, con aceite de sésamo y ostión. El comensal tiene la opción de elegir la trilogía de ceviches a modo de degustación (3 de los 5 que figuran en el menú).
Nunca pueden omitirse por cierto el sushi y el sashimi. En el primero caso no es mala idea optar por el "Omakase" ($ 1.600) o el combinado "Nikkei" a $ 1.100, para compartir y continuar probando otras cosas. Los nigiris especiales son un punto alto.
Hay además seis opciones de tiraditos, entre los cuales se destaca el "Ají ají shiromi" que preparan con cilantro, caviar japonés y crema de ají amarillo con lluvia de oliva. En todos los casos pueden pedirse en media porción o porción entera.
Ya es hora de pasar a los principales, con los ya citados buns de entraña o la exuberante plancha de pulpo con papines a la huancaína. Una licencia hacia lo italiano son los spaghetti ("peruanizados" con el nombre Ika y que salen con mariscos). Estos platos muy contundentes y deben pedirse para compartir, una obviedad porque en este tipo de cocina todo va al centro de la mesa.
Para quienes no quieren omitir las carnes rojas, están la ternera de Kobe y el rack (costillas de cordero nikkei). Y también las distintas opciones salidas del wok.
Cuesta llegar a los postres sin dudas, salvo que uno sea demasiado goloso. Si el suspiro de limeña te resulta demasiado dulce, está la opción de la degustación de helados.
Asimismo, proponen novedades en coctelería. Por ejemplo, un refrescante Super Tonic, con el agregado de solución cítrica de lychee y lima.
Fabric Nikkei & Sushi Bar queda en Costa Rica 600 esquina Arévalo. Teléfono: 4774-0043. Consultar sucursales en www.fabricsushi.com.ar
Durante todo el mes de julio, estará vigente en Winston Club un nuevo menú de pasos creado por el chef Jonás Alba. En este caso, hay un maridaje recomendado con los vinos Barroco, de Roberto Romano.
Se trata de un menú aniversario de tres pasos, que incluye también agua y una copa de vino o bebida sin alcohol. A solo $ 33.000 por persona, y descuento del 10% por pago en efectivo.
En una casa histórica de más de 100 años, que perteneció al sobrino del expresidente Carlos Pellegrini, se instaló Muyè, el nuevo proyecto gastronómico de Marcelo Böer, junto a Fernando Bertuol. Tuvimos la oportunidad de conocer el lugar en la marcha blanca. Todavía en etapa de experimentación, de prueba y error, encontramos una propuesta en la que sincronizaban armoniosamente cocina, ambiente y servicio.