Señor FujiJueves, 7 de marzo de 2019Fujisan es el primer restaurante creado por Ricardo Takayama, quien tuvo la osadía de incorporar la culinaria japonesa a un barrio identificado con los chinos. Un clásico que ofrece mucho más que sushi.
Fujisan - Mendoza 1650 - Teléfono: 4784-1313. Abierto de martes a domingos mediodía y noche. Principales tarjetas.
Tipo de Cocina: Japonesa
Barrio: Belgrano (Chino)
Precio: $$$$
"San" en lengua japonesa es un título honorífico que podría traducirse como "Señor". Claro está que Fuji es la montaña más famosa del país asiático. Y Fujisan fue el nombre elegido por Ricardo Takayama, exempresario de la pesca, cuando decidió abrir su restaurante en el Barrio Chino.
En algún momento, el primer piso del local supo ofrecer Cocina Coreana, pero luego Fujisan volvió a ser ciento por ciento japonés. Javier, hijo de Ricardo, maneja esta casa que tiene como vecinos a Nippori y Nobiru Izakaya, y también son los gestores de Miyako en el barrio de Flores.
Fujisan es a nuestro juicio el más japonés entre japoneses. Una cocina clásica que tiene como chef a Juan Matsuoka y la asistencia de David Tomisaki.
Como primer consejo, para quien no es frecuente comensal de la casa, una buena decisión sería optar por las degustaciones (japonesa o de salmón). Juan decidió agasajarnos con las clásicas gyozas, rellenas de cerdo, akusay y nira; así como los ebi furai (langostinos patagónicos apanados en panko con salsa tártara), en generosa porción compartida ocasionalmente con Sergio Miyagi, a esta altura ya una especie de asesor gastronómico japonés para Fondo de Olla © y el colega Julián de Dios.
Pese a la noche veraniega, probamos y con gran aceptación, la parihuela de mariscos, una de las licencias de la casa hacia la Cocina Peruana y Nikkei, que sale levemente picante. También en esta parte del menú hay tres opciones de ceviche y el tiradito Fujisan Harame.
Un tempura mixto de pescado, langostinos y vegetales fue el suave y etéreo paso siguiente. Una especialidad nipona que dicen fue importada de Portugal.
Como es de suponer, el capítulo del sushi es vasto y obliga a repetir las visitas. Hay variedad de uramaki, uramaki especial, makimono, sashimi, nigiri y temaki. Y los combinados, que se ofrecen en diferentes surtidos y cantidad de piezas.
También hay tres clásicos al wok y las especialidades Fujisan, entre las que no faltan las tonkatsu (cerdo empanado con salsa de cítricos, croquetas de camarones y papa, más timbal de arroz), y el salmón no miso.
Tienen asimismo una propuesta de combinaciones tradicionales (teishoku), con sushi, sashimi, tempura, tonkatsu y otras variedades de platos japoneses.
Los postres están algo occidentalizados, ya que sabemos que lo dulce no es el fuerte de la culinaria japonesa. No obstante se utilizan algunos ingredientes típicos, como son los casos del Matcha Mousse (minitorta de té verde sobre bizcochuelo de vainilla, y la torta de naranja y jengibre.
Hay una carta de vinos bastante bien armada, pero aquí se puede optar por la cerveza, que incluye también las japonesas Asahi, Sapporo y Kirin. Y seis etiquetas de sake, que pueden pedirse en medidas de 125 cc, o en botellas de un litro y medio, o de 1,8 litros.
Hay que prestar atención a los menús de mediodía, en los cuales los precios bajan sensiblemente sin resignar un ápice la calidad de la comida.
Lo mejor que puede decirse de Fujisan es que su relación costo beneficio resulta óptima. La excelencia de la materia prima y la mano del sushiman y de los cocineros que elaboran los platos calientes, exhibe una calidad que no resulta frecuente en este tipo de restaurantes.
Este Señor Fuji vale la pena. Está bien entrar con los ojos cerrados.
Fujisan es el primer restaurante creado por Ricardo Takayama, quien tuvo la osadía de incorporar la culinaria japonesa a un barrio identificado con los chinos. Un clásico que ofrece mucho más que sushi.
Fujisan - Mendoza 1650 - Teléfono: 4784-1313. Abierto de martes a domingos mediodía y noche. Principales tarjetas.
Tipo de Cocina: Japonesa
Barrio: Belgrano (Chino)
Precio: $$$$
"San" en lengua japonesa es un título honorífico que podría traducirse como "Señor". Claro está que Fuji es la montaña más famosa del país asiático. Y Fujisan fue el nombre elegido por Ricardo Takayama, exempresario de la pesca, cuando decidió abrir su restaurante en el Barrio Chino.
En algún momento, el primer piso del local supo ofrecer Cocina Coreana, pero luego Fujisan volvió a ser ciento por ciento japonés. Javier, hijo de Ricardo, maneja esta casa que tiene como vecinos a Nippori y Nobiru Izakaya, y también son los gestores de Miyako en el barrio de Flores.
Fujisan es a nuestro juicio el más japonés entre japoneses. Una cocina clásica que tiene como chef a Juan Matsuoka y la asistencia de David Tomisaki.
Como primer consejo, para quien no es frecuente comensal de la casa, una buena decisión sería optar por las degustaciones (japonesa o de salmón). Juan decidió agasajarnos con las clásicas gyozas, rellenas de cerdo, akusay y nira; así como los ebi furai (langostinos patagónicos apanados en panko con salsa tártara), en generosa porción compartida ocasionalmente con Sergio Miyagi, a esta altura ya una especie de asesor gastronómico japonés para Fondo de Olla © y el colega Julián de Dios.
Pese a la noche veraniega, probamos y con gran aceptación, la parihuela de mariscos, una de las licencias de la casa hacia la Cocina Peruana y Nikkei, que sale levemente picante. También en esta parte del menú hay tres opciones de ceviche y el tiradito Fujisan Harame.
Un tempura mixto de pescado, langostinos y vegetales fue el suave y etéreo paso siguiente. Una especialidad nipona que dicen fue importada de Portugal.
Como es de suponer, el capítulo del sushi es vasto y obliga a repetir las visitas. Hay variedad de uramaki, uramaki especial, makimono, sashimi, nigiri y temaki. Y los combinados, que se ofrecen en diferentes surtidos y cantidad de piezas.
También hay tres clásicos al wok y las especialidades Fujisan, entre las que no faltan las tonkatsu (cerdo empanado con salsa de cítricos, croquetas de camarones y papa, más timbal de arroz), y el salmón no miso.
Tienen asimismo una propuesta de combinaciones tradicionales (teishoku), con sushi, sashimi, tempura, tonkatsu y otras variedades de platos japoneses.
Los postres están algo occidentalizados, ya que sabemos que lo dulce no es el fuerte de la culinaria japonesa. No obstante se utilizan algunos ingredientes típicos, como son los casos del Matcha Mousse (minitorta de té verde sobre bizcochuelo de vainilla, y la torta de naranja y jengibre.
Hay una carta de vinos bastante bien armada, pero aquí se puede optar por la cerveza, que incluye también las japonesas Asahi, Sapporo y Kirin. Y seis etiquetas de sake, que pueden pedirse en medidas de 125 cc, o en botellas de un litro y medio, o de 1,8 litros.
Hay que prestar atención a los menús de mediodía, en los cuales los precios bajan sensiblemente sin resignar un ápice la calidad de la comida.
Lo mejor que puede decirse de Fujisan es que su relación costo beneficio resulta óptima. La excelencia de la materia prima y la mano del sushiman y de los cocineros que elaboran los platos calientes, exhibe una calidad que no resulta frecuente en este tipo de restaurantes.
Este Señor Fuji vale la pena. Está bien entrar con los ojos cerrados.