Hermano y vecino de Alicia, frente a la plaza de Devoto, Casa Lucca ofrece una cocina "bajada de los barcos" y con la impronta porteña. Platos ricos y porciones generosas que atraen al público del barrio.
Casa Lucca - Asunción 4167 - Teléfono: 4501-5029. Abierto todos los días mediodía y noche. Principales tarjetas.
Tipo de Cocina: Porteña
Barrio: Villa Devoto
Precio: $$$
Casa Lucca pertenece al mismo grupo que Alicia, restaurante del centro de Villa Devoto que visitamos hace algunas semanas. Y muy pronto se viene el tercero, que se llamará Mecha, siempre en las inmediaciones de la plaza principal del barrio (Arenales) y de la estación ferroviaria.
Abdala Ghisays, colombiano, es también aquí el chef responsable como en Alicia. A diferencia de este lugar, que tiene una impronta mediterránea, Casa Lucca es sinónimo de cocina porteña, es decir una adaptación libre de los platos traídos por los inmigrantes, mayormente italianos y españoles (más lo primero que lo segundo), y la infaltable parrilla argentina.
La carta es bastante larga, dividida en entradas y pequeños platitos; pastas; principales; carnes, y postres. Simpleza en la preparación y abundancia en los platos, una fórmula que rinde, a poco que uno advierta que el lugar está siempre repleto de vecinos del barrio y muchos clientes fieles.
Para comenzar, recomendamos las empanadas de carne, fritas y jugosas, como deben ser. En caso de que la mesa sea numerosa, vale la pena pedir variedad de platitos. Ejemplo: boquerones, arancini (croquetas de arroz), aceitunas rellenas (olive all'ascolana), chipirones fritos, peperonata.
Para los más clásicos, también sirven pequeñas porciones de jamón crudo y quesos. También vitél toné y tortilla de papas.
Las opciones de pastas son otro punto fuerte de la casa. Hay pappardelle al huevo, tallarines, penne rigate, raviolones verdes de parmesano y espinaca, ravioles de cordero, lasaña, gnocchi de papa y canelones de espinaca (ricos y súper abundantes). Y unos extraños spaghetti de zucchini (para los crudívoros).
Entre los principales, figuran dos opciones que bien podrían pedirse como entradas: zapallitos rellenos de verdura y Revuelto Gramajo. También carrillera braseada con polenta blanca cremosa; albóndigas con puré de papas; pastel de ossobuco y batatas; risotto azafranado y ossobuco; milanesa de ternera a la Napolitana o de cerdo con batatas a la miel; matambre a la pizza con papas fritas.
Y de la parrilla, ojo de bife; lomo; bife de chorizo; vacío; asado de tira; entraña y parrillada para compartir, con chinchulines, mollejas, riñones, morcilla y chorizo. También pollo y cerdo (bondiola y matambre). Y para acompañar, provoleta Lucca con tomates secos, jamón crudo y rúcula. Otra opción es el salmón rosado grillado.
Para el final, batatitas en almíbar con queso fresco; tiramisú; mousse de chocolate; crostata de limón; flan casero con crema y dulce de leche, y helados artesanales.
Casa Lucca apuesta a lo que comen los porteños, ni más ni menos que el legado de la inmigración. Los beneficios de la relación costo-beneficio están a la vista, de ahí el éxito de público que no da respiro.
El Alvear Grill nació el 16 de julio de 2018 para reemplazar nada menos que a La Bourgogne, que apagó sus fuegos tras la cena de la Revolución Francesa, dos días antes y luego de una larga trayectoria en ese lugar. Es uno de los espacios históricos y más elegantes de la gastronomía porteña, ubicado dentro del Alvear Palace Hotel. Hoy el restaurante aparece renovado, a través de la incorporación del chef Leandro Di Mare y de la gerente de AA&BB, Gabriela Troncoso. Su propuesta conlleva una dualidad positiva: las carnes argentinas y una cocina de elaboración puntillosa y creativa.
Pocos días después de su apertura, Kuro Kuma ("Oso Negro" en japonés) aparece poblado de comensales en una fría noche de miércoles. Se trata de uno de los espacios más llamativos de VíaViva, el pasaje debajo del viaducto del tren a Tigre, que nace en la calle Juramento, en la entrada al Barrio Chino. La propuesta es de cocina asiática, garantizada por la sapiencia de Oscar Lin, propietario y chef de Síntesis Tapas Asiáticas, en Palermo. Para quienes prefieren la comodidad de un salón cómodo y climatizado, antes que la comida callejera al paso, sin dudas éste es el lugar a elegir.
En los confines de Villa Urquiza, Bonario es un nuevo pequeño restaurante ubicado en una estratégica esquina del barrio, sobre la Avenida Congreso. Su propuesta -creada por el chef Sebastián Iraola-, se basa primordialmente en la cocina mediterránea, con platos simples, ricos y abundantes. Está abierto todo el día y funciona además como cafetería.