En Extrawurst -Bratwurst Argentina-, dos alemanes aporteñados transformaron su nostalgia en un rincón que nos transporta a la auténtica cocina centroeuropea en cada bocado.
Extrawurst- Solís 1699- Teléfono: 15 6755 6575. Abierto martes y miércoles de 12 a 20, y de jueves a sábado hasta las 12. Pago en efectivo.
Tipo de Cocina: Alemana
Barrio: Constitución
Precio: $$
Michael Schnirch y André Kai Kalisch emigraron desde Alemania hacia la Argentina hace una década. Ambos estaban contentos con los sabores porteños, pero había una cosa que extrañaban muchísimo: la bratwurst (salchicha parrillera alemana), producto que resultaba cada vez más complicado de pasar por la Aduana.
Por eso, se asociaron para comenzar a producirla ellos mismos, con carnes argentinas y condimentos traídos de su país natal. Así nació Bratwurst: desde su página web (www.bratwurst-argentina.com) comenzaron a vender salchichas caseras envasadas al vacío y tuvieron un éxito inmediato.
Son numerosas las cervecerías y los restaurantes que ofrecen algunas de sus especialidades: Blue Dog, Pulpería Quilapán, Full City Coffee House, El Auténtico Club de la Salchicha Alemana, Avant Garten, Casa Cavia, Krämer Bierhaus, BrukBar, Breoghan Brew Bar y Doble Seis en Capital Federal; Cervecería Laurus en La Plata; El Granero de Finn en Ituzaingó; Taberna Quilmes en Quilmes y Club Austria en San Isidro.
Para estar más cómodos y aumentar la producción, a fines del año pasado compraron un lugar más amplio y un amigo les dio la idea de abrir un pequeño restaurant en la parte delantera.
Así, para nuestra satisfacción, nació Extrawurst. Emplazado en una esquina de Constitución, la decoración es sencilla y amena, de motivos alemanes. Se respira familiaridad: los mismos Michael y André atienden con la mejor onda y ganas de que la pases bien y comas rico. La estrella de la carta son sus salchichas, por supuesto, cada una con un toque distinto, cocinadas a la parrilla.
Y las cervezas alemanas, en botellas o tirada, son la segunda estrella. Un detalle es que hay siempre una botella de agua libre sobre la mesa, bien a la europea, para no terminar con resaca.
Las semanas tienen sus días distintivos: los jueves hay after office desde las 18; los viernes picadas alemanas que incluyen salchichas variadas, ensalada de papa, chucrut, ensalada de pasta, pan y cerveza o vino, a precios más que convenientes (la picada para cinco personas, $ 595); los sábados son el día de la Cocina Alemana, con un menú que varía (goulash,bondiola de Bavaria, vino caliente especiado).
Además, en ocasiones especiales -como cuando juega un equipo alemán o por el Día del Amigo-, abren aunque no sea su día laboral y ofrecen promociones especiales. Para enterarse, conviene checkear en su Facebook (www.facebook.com/BratwurstArgentina).
Es una esquina escondida en el sur de la ciudad que invita a viajar a otro continente, a recordar sabores a quienes hayan estado en Alemania, a compartir entre amigos y a derrumbar prejuicios contra las salchichas, sobre todo a aquellos que sólo han probado la parrillera o las industriales, que no merecen llevar ese nombre.
En este caso, se trata de un producto de calidad elaborado de manera artesanal por dos alemanes que convirtieron la nostalgia en un emprendimiento que vale la pena conocer.
Anasagasti acaba de presentar su nueva propuesta de Omakase, que funciona en el segundo piso de la elegante casona de estilo Tudor, ubicada a metros del Shopping Alto Palermo. La degustación consta de ocho pasos muy bien nutridos, a un valor de $ 50.000, más bebidas.
No siempre los restaurantes gozan de nuestra preferencia de manera total y absoluta. Puede ser por la relación precio calidad, porque nos atienden muy bien, porque los productos que utilizan son de la más alta calidad, por su estilo de cocina, por la ambientación. Pero son pocos, para nuestro gusto personal, los que reúnen todas esas condiciones. La Pescadorita es uno de ellos.
Leandro Leyell es una especialista en cocina de mar. Como si estuviéramos a orillas del Cantábrico o de la ría de Bilbao, el chef reproduce con su impronta platos típicos españoles. Y, donde también el vermú -de elaboración propia- con soda de sifón, nos invita a desandar el camino de estos sabores tan afines a los argentinos.