Las últimas aperturas en el complejo La Palmera, no opacan a este restaurante japonés que abrió sus puertas en 2008 y que registra llenos día a día. Asato, configura la habilidad, el arte y la experiencia de su chef, Roy Domínguez Asato, que le da a sus platos una impronta definida y llena de sabor.
Hace ya tres años, que de casualidad caminando por la calle Corrientes, en Olivos, descubrimos Asato, un japonés más pero no cualquier japonés. Ubicado en la esquina donde empieza la estación del ramal Tigre del Ferrocarril Mitre(si uno viene desde Retiro), el lugar tiene con qué satisfacer hasta al más exigente de los comensales.
Cuando uno llega, nos topamos con la barra que ofrece muy buenas variantes de tragos de autor, que van renovando día a día, además de los clásicos de siempre.
Para comenzar, hay diversas opciones que van desde las gyozas de cerdo con salsa ponzu y harumakis (arrolladitos primavera crocantes con salsa agridulce casera), a las "estrellas" de la casa: ebi furai (langostinos rebozados con salsa tonkatsu y crema de sriracha) y hot ceviche elaborado con pesca del día, langostinos con salsa acevichada caliente.
Aunque la "vedette" de la carta, es sin dudas la oferta de sushi, de todas maneras, existen diferentes variables para contentar a quien prefiera otro tipo de comida: yakimeshi (arroz al wok salteado); yasaiitame (verduras al wok con salsa de soja y aceite de sésamo); Asian Pork elaborado con cerdo macerado en especias con salsa barbacoa casera, ensalada de hakusai y papines andinos; gyuniku (carne de res en salmuera, braseada con ajíes ahumados, arroz cítrico y papines; yakisana (pesca del día con aliño de limas y hierbas frescas); mix de verdes y arroz gohan, entre otras opciones.
La gran oferta de sushi que elabora el chef Domínguez Asato, tiene ingredientes frescos, innovación y ese toque nikkei que tanto atrapa al público local.
La carta comienza con diferentes geishas, tiraditos, rolls clásicos y hot rolls. Luego, siguen las especialidades de Asato: Tako roll (salmón ahumado, palta, philadelphia, cubierto con láminas de pulpo gratinadas en parmesano, crema de olivas y teriyaki); Masago roll (salmón fresco, langostinos, palta, kiury, Philadelphia, cubierto en caviar y salsa teriyaki); Katsuo roll (langostinos del sur rebozados, Philadelphia, negi cubierto en echalottes crocantes, barbacoa japonesa y katsuo bush).
También vale la pena probar los excelentes rolls Painapuru (salmón crocante y tallos de verdeos salteados, palta, kiury, maíz crocante y reducción de ananás con peperina, batatas glaseadas en naranja y fritas); Honey Chipotle (phila recubierto con salmón gratinado en manteca de miel y chipotle ahumado, Mexican Roll (salmón especiado en hierbas, rebozado en echalotes, phila con top de guacamole).
Completan la carta otras opciones como vegetarian, caprese, avocado, gratin, natur roll, acevichado, caterpillar, maracuyá y ebi roll.
Roy Domínguez Asato tiene más de 15 años de experiencia en el rubro. Comenzó su carrera en El Molino de Acassuso como ayudante de cocina y luego sumó experiencia en Miyako en Flores, donde terminó como subjefe de cocina.
También pasó por Nikkai (en la Asociación Japonesa, uno de los lugares más tradicionales de Buenos Aires en materia de gastronomía y cultura japonesa), y fue sushiman jefe en sucursales de Sensei Sushi hasta que finalmente, en 2006, se lanzó por su cuenta con Samurai Sushi en Olivos. Fue el paso previo a este restaurante que lleva su nombre y que va por el camino del éxito.
Por otro lado, realiza eventos privados, servicio de catering en fiestas y por estos días estará como invitado en el Restaurante Kabuki Wellington (1 Estrella Michelin), en Madrid. También da cursos privados y entrenamientos de sushi.
Toda esta experiencia, sumada a ideas innovadoras, materia prima de calidad y una carta que conjuga todo lo mencionado previamente, da como resultado un lugar que supera las expectativas de los más exigentes y al que da ganas de volver cada vez que sea posible. Parada obligatoria en la Estación Olivos.
Anasagasti acaba de presentar su nueva propuesta de Omakase, que funciona en el segundo piso de la elegante casona de estilo Tudor, ubicada a metros del Shopping Alto Palermo. La degustación consta de ocho pasos muy bien nutridos, a un valor de $ 50.000, más bebidas.
No siempre los restaurantes gozan de nuestra preferencia de manera total y absoluta. Puede ser por la relación precio calidad, porque nos atienden muy bien, porque los productos que utilizan son de la más alta calidad, por su estilo de cocina, por la ambientación. Pero son pocos, para nuestro gusto personal, los que reúnen todas esas condiciones. La Pescadorita es uno de ellos.
Leandro Leyell es una especialista en cocina de mar. Como si estuviéramos a orillas del Cantábrico o de la ría de Bilbao, el chef reproduce con su impronta platos típicos españoles. Y, donde también el vermú -de elaboración propia- con soda de sifón, nos invita a desandar el camino de estos sabores tan afines a los argentinos.