Puertas "cerradas" y puertas "abiertas". Santiago Mymicopulo extendió su Casa Coupage a un restaurante tradicional, pero ahí nomás. En el nuevo local palermitano, ambos se complementan y potencian.
La Bumón- Francisco Acuña de Figueroa 1800- Teléfono 4861-3644. Abierto de martes a sábados de 12.30 al cierre, domingos de 12.30 a 16. Principales tarjetas.
Tipo de Cocina: De Autor
Barrio: Palermo
Precios: $$$
En La Bumón todo vale doble. En el mismo local conviven (y se complementan) dos restaurantes, uno tradicional y otro de "puertas cerradas" (Casa Coupage). Hay dos chefs que también se complementan, Eduardo Garzón y Facundo Maroñas de Bardeci (uno al mediodía el otro a la noche). Y el espíritu de ambos también es dual: restaurantes de sommeliers donde el vino es tan protagonista como la comida.
La Bumón es el chiche nuevo. Se ingresa por la esquina de Acuña de Figueroa y Aráoz, sin necesidad de tocar el "timbre" o reservar previamente como en Casa Coupage. Y se puede pedir a la carta en lugar de pedir el menú degustación.
El dueño de casa sabe manejar como nadie el servicio de vinos, a partir de una carta muy pensada, sin que prevalezca la conveniencia del negocio. Por lo contrario, hay etiquetas poco conocidas y a veces, Santiago juega a ofrecerte alguna copa a ciegas poniéndote a prueba. Esto depara varias sorpresas, como es de suponer.
LA BUMÓN ES EL RESTAURANTE QUE COMPARTE LOCAL CON CASA COUPAGE. UNA COCINA DE ALTO NIVEL, CON LA ONDA MEDITERRÁNEA Y LOS TOQUES PERSONALES DE AMBOS CHEFS.
La Bumón abre para almuerzos con la carta "normal" y algunos platos del días más sencillos. A la tardecita ofrecen un picoteo de tapas. Y los domingos hay brunch. Las cenas deparan la mejor opción: una comida pausada y de puro disfrute.
Pero la verdad de la milanesa pasa por la calidad del producto utilizado. Las carnes son de ganado criado a pastura. Los pollos son pastoriles. Y gran parte de los vegetales que componen los platos, son de producción orgánica. Esto es que en La Bumón no se escatiman recursos para que el resultado final sea el esperado.
Cada preparación muestra algún detalle particular. Por ejemplo, la burrata sale con vegetales de estación con pesto, migas de pan y olivas griegas. Otras entradas son los langostinos envueltos en fideos de arroz, caldo de cordero, berro, pickles de jengibre y garrapiñada de maní; tataki de trucha con choclo, jengibre, y salsa holandesa; sopa del día; o huevo poché de campo.
Los principales siguen el estilo mediterráneo pero sin perder ese toque de distinción, que ambos chefs conllevan de sus experiencias anteriores (Garzón en Oporto, y de Bardaci en la cocina de Darío Gualtieri.
Hay risotto con sofrito de zanahoria, semillas y hierbas frescas; pesca blanca con ajo, kale, garbanzos fritos y papa asada; bife de chorizo con ajíes amarillos, mandioca frita, risotto de cebada perlada y chauchas; papardelle con manteca de salvia y grelos; gigot de cordero braseado con crema de papa, hongos y baharat (mezcla de especias de origen árabe); pollo pastoril estofado con polenta crocante y verduras de estación.
Y para el final, mousse de lemoncello con crocante de nuez con espuma de cilantro, créme brûlée de queso crema y uvas frescas, o texturas de chocolate.
En materia de vinos, hay que dejarse llevar por las recomendaciones de Santiago. Ofrecen una degustación de tres etiquetas a buen precio.
La Bumón se autodefine como "cocina en transición"; para nosotros está más que definida y eso que abrió hace pocos meses.
El Alvear Grill nació el 16 de julio de 2018 para reemplazar nada menos que a La Bourgogne, que apagó sus fuegos tras la cena de la Revolución Francesa, dos días antes y luego de una larga trayectoria en ese lugar. Es uno de los espacios históricos y más elegantes de la gastronomía porteña, ubicado dentro del Alvear Palace Hotel. Hoy el restaurante aparece renovado, a través de la incorporación del chef Leandro Di Mare y de la gerente de AA&BB, Gabriela Troncoso. Su propuesta conlleva una dualidad positiva: las carnes argentinas y una cocina de elaboración puntillosa y creativa.
Pocos días después de su apertura, Kuro Kuma ("Oso Negro" en japonés) aparece poblado de comensales en una fría noche de miércoles. Se trata de uno de los espacios más llamativos de VíaViva, el pasaje debajo del viaducto del tren a Tigre, que nace en la calle Juramento, en la entrada al Barrio Chino. La propuesta es de cocina asiática, garantizada por la sapiencia de Oscar Lin, propietario y chef de Síntesis Tapas Asiáticas, en Palermo. Para quienes prefieren la comodidad de un salón cómodo y climatizado, antes que la comida callejera al paso, sin dudas éste es el lugar a elegir.
En los confines de Villa Urquiza, Bonario es un nuevo pequeño restaurante ubicado en una estratégica esquina del barrio, sobre la Avenida Congreso. Su propuesta -creada por el chef Sebastián Iraola-, se basa primordialmente en la cocina mediterránea, con platos simples, ricos y abundantes. Está abierto todo el día y funciona además como cafetería.