50 Best Restaurants 2016, nuevo capítulo de la desvergüenzaJueves, 9 de junio de 2016Salieron los restaurantes que figuran en la Guía S. Pellegrino, como se conoce a The World’s Best Restaurants, del puesto 51 al 100. Tegui subió del 83º al 68º puesto y es el único argentino. Aparece Bras, pero como furgón de cola. Vergüenza.
Más pasto para mi caballo. The World’s 50 Best Restaurants, guía amparada por el grupo Nestlé, que tiene entre sus productos al agua S. Pellegrino, suele darnos letra cada tanto. Demasiadas veces.
Ahora, acaba de salir la lista de restaurantes votados entre los puestos 51 a 100. El lunes 13, en Nueva York (aunque la revista Restaurant, que organiza este engendro, tiene su sede en Londres), se conocerá el “plato de fondo”, del 1 al 49, donde seguramente no habrá ningún argentino y sí varios peruanos. Central, Astrid y Gastón, y Maido siempre son una fija, aunque nunca se sabe. Lo mismo que D.O.M., del sobrevalorado Alex Atala, de San Pablo.
Y quizá también nos sorprendamos con la presencia de un encumbrado Boragó, el restaurante de Santiago de Chile que visitamos recientemente y nos dejó un sabor agridulce en la boca, que nada tiene que ver con los 120 dólares que costó el menú con el descorche de vinos incluido. Se verá y escribiremos sobre este lugar próximamente.
Cuesta creer que haya imparcialidad y criterio al momento de elegir, cuando los que votan son los propios chefs, dueños de restaurantes y periodistas que transan con el establishment, ya que comen gratis y luego aplauden cual claques dispuestos a tirar su honra a los perros con tal de viajar y morfar de garrón.
TEGUI ES EL ÚNICO ARGENTINO EN LA LISTA DE LOS 50 BEST RESTAURANTS (AUNQUE EN REALIDAD SON 100). SUBIÓ DEL 83º AL 68º LUGAR. CRÍATE FAMA Y ÉCHATE A DORMIR.
Para dejar contento a nuestro amigo Dante Liporace, víctima el año pasado con Tarquino de una situación patética (solo por ser políticamente incorrecto), recordamos al colega Philippe Regol, quien tituló que los 50 Best son “Un ritual circense y fatuo que nadie se quiere perder”.
No vamos a insistir en hechos muy conocidos de los que ya hemos escrito en forma contundente en varias notas precedentes. No queremos ni nos gusta refritar, para que no se enoje otro amigo y colaborador de Fondo de Olla.
Hace rato que dejamos de ser ingenuos. Por más que muchos consideran que no hay “trampa”, que solo se trata de un sistema erróneo de elección, no nos chupamos el dedo. Hay contubernio, quién puede dudarlo. Y más aquí, donde el circo del que habla Regol se hace manifiesto con la presencia de jurados que no tienen empacho de seguir a las ovejas del rebaño con tal de figurar.
Si sorprende que Tegui (que Fondo de Olla ni siquiera considera que está entre los 10 primeros restaurantes del país) haya pasado del 83º al 68º puesto, más aún es que aparezca arriba de Diverxo (al pobre David Muñoz lo bajaron 20 lugares de un plumazo hasta el 79º puesto), y menos aún que pueda considerarse superior a Bras, que arañó el 94º lugar, cuando el año pasado ni figuraba. Ridículo, inadmisible.
En la lista solo hay dos sudamericanos más: Maní en 51º (San Pablo) y Lasai en el 64º (Río de Janeiro).
A esta altura nos seguimos preguntando: ¿por qué gastar pólvora en chimangos? ¿Es necesario continuar opinando sobre algo que no es serio ni tiene sustento alguno?
Tal como concluimos una nota anterior con palabras de Regol, lo hacemos de nuevo: “hasta hace un rato no pensaba escribir nada sobre este tema de los 50 Best, pero al final he cumplido con la tradición (pensar un poco, un poco solo, en voz alta”). Porque en definitiva, la peor opinión es el silencio, y el silencio es cómplice de la corrupción.
Salieron los restaurantes que figuran en la Guía S. Pellegrino, como se conoce a The World’s Best Restaurants, del puesto 51 al 100. Tegui subió del 83º al 68º puesto y es el único argentino. Aparece Bras, pero como furgón de cola. Vergüenza.
Más pasto para mi caballo. The World’s 50 Best Restaurants, guía amparada por el grupo Nestlé, que tiene entre sus productos al agua S. Pellegrino, suele darnos letra cada tanto. Demasiadas veces.
Ahora, acaba de salir la lista de restaurantes votados entre los puestos 51 a 100. El lunes 13, en Nueva York (aunque la revista Restaurant, que organiza este engendro, tiene su sede en Londres), se conocerá el “plato de fondo”, del 1 al 49, donde seguramente no habrá ningún argentino y sí varios peruanos. Central, Astrid y Gastón, y Maido siempre son una fija, aunque nunca se sabe. Lo mismo que D.O.M., del sobrevalorado Alex Atala, de San Pablo.
Y quizá también nos sorprendamos con la presencia de un encumbrado Boragó, el restaurante de Santiago de Chile que visitamos recientemente y nos dejó un sabor agridulce en la boca, que nada tiene que ver con los 120 dólares que costó el menú con el descorche de vinos incluido. Se verá y escribiremos sobre este lugar próximamente.
Cuesta creer que haya imparcialidad y criterio al momento de elegir, cuando los que votan son los propios chefs, dueños de restaurantes y periodistas que transan con el establishment, ya que comen gratis y luego aplauden cual claques dispuestos a tirar su honra a los perros con tal de viajar y morfar de garrón.
TEGUI ES EL ÚNICO ARGENTINO EN LA LISTA DE LOS 50 BEST RESTAURANTS (AUNQUE EN REALIDAD SON 100). SUBIÓ DEL 83º AL 68º LUGAR. CRÍATE FAMA Y ÉCHATE A DORMIR.
Para dejar contento a nuestro amigo Dante Liporace, víctima el año pasado con Tarquino de una situación patética (solo por ser políticamente incorrecto), recordamos al colega Philippe Regol, quien tituló que los 50 Best son “Un ritual circense y fatuo que nadie se quiere perder”.
No vamos a insistir en hechos muy conocidos de los que ya hemos escrito en forma contundente en varias notas precedentes. No queremos ni nos gusta refritar, para que no se enoje otro amigo y colaborador de Fondo de Olla.
Hace rato que dejamos de ser ingenuos. Por más que muchos consideran que no hay “trampa”, que solo se trata de un sistema erróneo de elección, no nos chupamos el dedo. Hay contubernio, quién puede dudarlo. Y más aquí, donde el circo del que habla Regol se hace manifiesto con la presencia de jurados que no tienen empacho de seguir a las ovejas del rebaño con tal de figurar.
Si sorprende que Tegui (que Fondo de Olla ni siquiera considera que está entre los 10 primeros restaurantes del país) haya pasado del 83º al 68º puesto, más aún es que aparezca arriba de Diverxo (al pobre David Muñoz lo bajaron 20 lugares de un plumazo hasta el 79º puesto), y menos aún que pueda considerarse superior a Bras, que arañó el 94º lugar, cuando el año pasado ni figuraba. Ridículo, inadmisible.
En la lista solo hay dos sudamericanos más: Maní en 51º (San Pablo) y Lasai en el 64º (Río de Janeiro).
A esta altura nos seguimos preguntando: ¿por qué gastar pólvora en chimangos? ¿Es necesario continuar opinando sobre algo que no es serio ni tiene sustento alguno?
Tal como concluimos una nota anterior con palabras de Regol, lo hacemos de nuevo: “hasta hace un rato no pensaba escribir nada sobre este tema de los 50 Best, pero al final he cumplido con la tradición (pensar un poco, un poco solo, en voz alta”). Porque en definitiva, la peor opinión es el silencio, y el silencio es cómplice de la corrupción.