Hay muchas opciones de sushi y cebiche en la ciudad, pero Kanu se destaca por su muy buena relación precio calidad. Y eso no es precisamente algo que abunde en el mercado gastronómico local.
Lo descubrimos hace poco pero ya tiene varios años de vida. Kanu es el nombre elegido por los hermanos Hendler para su local de cocina peruana, japonesa y chaufa, ubicado a pocas cuadras de la plaza Serrano.
Desconocemos el motivo por el que sus propietarios optaron por esta denominación, que en lengua alemana significa “canoa”. Los futboleros recordarán también a Nwankwo Kanu, centrodelantero nigeriano que jugó en Europa y vio truncada su carrera por un problema de salud.
Pero si uno googlea encontrará antes que nada la referencia a este restaurante que, como tantos otros, aúna las cocinas peruana, japonesa y chaufa. Y lo hace con una característica poco común: su muy buena relación precio calidad.
El restaurante es pequeño y suele estar siempre lleno, lo que obliga a reservar previamente. Por el sistema de delivery, se puede pedir a domicilio gran parte de la extensa carta.
Para empezar, los cebiches y tiraditos son número puesto.En el primer caso, hay varias opciones tradicionales (de salmón; pesca blanca del día; mariscos; pulpo). Hay también algunos cebiches “especiales” (amarillo y nikkei). Los tiraditos también son variados: de ají amarillo; pasión; pulpo; kanu.
Luego hay gyozas; harumaki de carne y cebolla; salmón furai y varias entradas sugeridas, como el tapeo mixto; 10 piezas de sushi tempura; también una tabla en la que el sushiman decide en el momento qué mandarnos.Temakis, geishas, niguiris, rolls especiales y cooked mix, son opciones que nos hacen dudas a la hora de decidir nuestro pedido. Si los comensales son muchos, se puede optar por combinados de 35, 40, 60 y 90 piezas.
Los platos calientes muestran la otra cara de Kanu, es decir las opciones criollas y chaufas. Por ejemplo, salmón grillado con salsa teriyaki, con verduras al wok y timbal de arroz; lomo saltado; pollo thai al curry, entre otros.
Es difícil llegar a los postres, pero quienes no pueden omitirlos, tienen varios tipos de cheesecake (maracuyá, frutilla, mousse de chocolate y dulce de leche. Y la copa Oreo para los más golosos.
La comida de Kanu va muy bien con cerveza y vino blanco (preferentemente Sauvignon Blanc y Torrontés. La atención es muy cordial. Como todo se prepara en el momento, conviene dejar la ansiedad en tu caso. Así es mucho mejor.
El Alvear Grill nació el 16 de julio de 2018 para reemplazar nada menos que a La Bourgogne, que apagó sus fuegos tras la cena de la Revolución Francesa, dos días antes y luego de una larga trayectoria en ese lugar. Es uno de los espacios históricos y más elegantes de la gastronomía porteña, ubicado dentro del Alvear Palace Hotel. Hoy el restaurante aparece renovado, a través de la incorporación del chef Leandro Di Mare y de la gerente de AA&BB, Gabriela Troncoso. Su propuesta conlleva una dualidad positiva: las carnes argentinas y una cocina de elaboración puntillosa y creativa.
Pocos días después de su apertura, Kuro Kuma ("Oso Negro" en japonés) aparece poblado de comensales en una fría noche de miércoles. Se trata de uno de los espacios más llamativos de VíaViva, el pasaje debajo del viaducto del tren a Tigre, que nace en la calle Juramento, en la entrada al Barrio Chino. La propuesta es de cocina asiática, garantizada por la sapiencia de Oscar Lin, propietario y chef de Síntesis Tapas Asiáticas, en Palermo. Para quienes prefieren la comodidad de un salón cómodo y climatizado, antes que la comida callejera al paso, sin dudas éste es el lugar a elegir.
En los confines de Villa Urquiza, Bonario es un nuevo pequeño restaurante ubicado en una estratégica esquina del barrio, sobre la Avenida Congreso. Su propuesta -creada por el chef Sebastián Iraola-, se basa primordialmente en la cocina mediterránea, con platos simples, ricos y abundantes. Está abierto todo el día y funciona además como cafetería.