Parrilla de productoresViernes, 5 de abril de 2019Hace dos años Cabaña Villegas cambió de nombre (hoy es solo Villegas) y además de la propuesta de parrilla clásica, pasó a incursionar en la cocina porteña ampliando su oferta gastronómica. El otro factor diferencial son sus precios, muy accesibles. Producto de muy buena calidad y nada de lujos, un combo que redunda en la "democratización" de Puerto Madero.
Villegas- Dirección: Alicia M. de Justo 1050. Teléfono: 4343-0108/ 4331-0642. Abierto desde las 11 hasta la 1 AM. Principales tarjetas.
Tipo de Cocina: Parrilla y Cocina Porteña
Barrio: Puerto Madero
Precios: $$$
Decíamos hace dos años, cuando Villegas dejó de ser Cabaña y viró hacia una propuesta de parrilla y cocina, que le venía muy bien al barrio de los precios abrumadores, contar con opciones abiertas para un público cuyos bolsillos no son tan holgados.
Al momento de su apertura, Cabaña Villegas (la denominación anterior) rompió los moldes entre las parrillas del barrio en ese sentido. Porque es muy oportuno que Puerto Madero se abra para todo tipo de público. Más ahora que culmina la obra faraónica que tuvo a mal traer a los restaurantes de la zona.
Los propietarios de Villegas están vinculados al negocio matarife así como a la producción ganadera, por lo que corren con la ventaja de asegurarse la calidad de la materia prima a precio lógico, al igual que lo hacen otros restaurantes de carnes de la zona que cuentan con animales propios. En efecto, en este caso son propietarios de establecimientos ganaderos en Verónica (Buenos Aires), Villaguay (Entre Ríos) y Río Cuarto (Córdoba).
Villegas posee un amplio salón y otros más pequeños y privados, con una capacidad total para unos 200 comensales. Va de suyo que las carnes son el leit motiv de la casa, como quedó dicho, pero ahora el menú ofrece otras opciones, desde pastas hasta milanesas, pescados al grill y más. No es una simple parrilla sino un lugar donde además de la carne, uno puede probar platos de cocina bien porteños.
Empezamos por las empanadas de carne, cortada a cuchillo, fritas, jugosísimas, para comer con las "patas abiertas como se dice en el campo". También se ofrece la alternativa de pedir las menos tradicionales de bondiola de cerdo desmenuzada con salsa barbacoa "bulls eyes", y la de morcilla, cebolla caramelizada y parmesano.
Hay tres provoletas que van de lo clásico a la "completa", hasta la que lleva el nombre de la casa, más contundente en cuanto a sabor. Lleva rúcula, tomates secos y olivas negras.
Para el público local afecto a las achuras, hay una tabla que incluye molleja, riñones y chinchulines, más chorizo y morcilla.Una entrada contundente.
Ya de lleno en el rubro cárnico, si la mesa es numerosa bien puede pedirse la tabla de carnes para cuatro personas (y aún algunos más). La de 2 personas da para 3 tranquilamente. Y se puede acompañar con la tabla de vegetales grillados.
De los cuartos traseros, se destaca el ojo de bife de 400 gramos, o bien el que sale con hueso (900 gramos), para compartir obviamente. Hay además T-Bone de 700 gramos, y dos cortes de Wagyu (bife chorizo y asado de tira.
Más clásicos son el vacío, y el asado tipo banderita o el "especial", que equivale a un kilo de carne.También hay entraña a la manteca de hierbas, matambrito de cerdo y bondiola.
Entre los "especiales de la cocina", hay diversas opciones de pastas. La que más tienta son los raviolones rellenos de vacío desmenuzado. Asimismo, milanesa Gran Villegas y hamburguesa de la casa, quizá para los comensales más jóvenes.
Los postres son bien porteños: flan, panqueque de dulce de leche y volcán de chocolate con helado de americana y naranjas en almíbar.
Hay menú ejecutivo al mediodía, de lunes a viernes de 12 a 16. Uno incluye plato principal + postre + bebida + café a $ 440, y otro al que se agrega una entrada y cuesta $ 490 final.
La carta de vinos está bien nutrida y con precios muy razonables. Y algo más jugada es -para una parrilla- la oferta de cerveza tirada y otras importadas. En cuestión de maridaje nunca está todo dicho.
Lo mejor de Villegas es sin dudas su relación costo beneficio. Y eso en un barrio como Puerto Madero, tratándose de un restaurante de carnes, es muy bueno.
Hace dos años Cabaña Villegas cambió de nombre (hoy es solo Villegas) y además de la propuesta de parrilla clásica, pasó a incursionar en la cocina porteña ampliando su oferta gastronómica. El otro factor diferencial son sus precios, muy accesibles. Producto de muy buena calidad y nada de lujos, un combo que redunda en la "democratización" de Puerto Madero.
Villegas- Dirección: Alicia M. de Justo 1050. Teléfono: 4343-0108/ 4331-0642. Abierto desde las 11 hasta la 1 AM. Principales tarjetas.
Tipo de Cocina: Parrilla y Cocina Porteña
Barrio: Puerto Madero
Precios: $$$
Decíamos hace dos años, cuando Villegas dejó de ser Cabaña y viró hacia una propuesta de parrilla y cocina, que le venía muy bien al barrio de los precios abrumadores, contar con opciones abiertas para un público cuyos bolsillos no son tan holgados.
Al momento de su apertura, Cabaña Villegas (la denominación anterior) rompió los moldes entre las parrillas del barrio en ese sentido. Porque es muy oportuno que Puerto Madero se abra para todo tipo de público. Más ahora que culmina la obra faraónica que tuvo a mal traer a los restaurantes de la zona.
Los propietarios de Villegas están vinculados al negocio matarife así como a la producción ganadera, por lo que corren con la ventaja de asegurarse la calidad de la materia prima a precio lógico, al igual que lo hacen otros restaurantes de carnes de la zona que cuentan con animales propios. En efecto, en este caso son propietarios de establecimientos ganaderos en Verónica (Buenos Aires), Villaguay (Entre Ríos) y Río Cuarto (Córdoba).
Villegas posee un amplio salón y otros más pequeños y privados, con una capacidad total para unos 200 comensales. Va de suyo que las carnes son el leit motiv de la casa, como quedó dicho, pero ahora el menú ofrece otras opciones, desde pastas hasta milanesas, pescados al grill y más. No es una simple parrilla sino un lugar donde además de la carne, uno puede probar platos de cocina bien porteños.
Empezamos por las empanadas de carne, cortada a cuchillo, fritas, jugosísimas, para comer con las "patas abiertas como se dice en el campo". También se ofrece la alternativa de pedir las menos tradicionales de bondiola de cerdo desmenuzada con salsa barbacoa "bulls eyes", y la de morcilla, cebolla caramelizada y parmesano.
Hay tres provoletas que van de lo clásico a la "completa", hasta la que lleva el nombre de la casa, más contundente en cuanto a sabor. Lleva rúcula, tomates secos y olivas negras.
Para el público local afecto a las achuras, hay una tabla que incluye molleja, riñones y chinchulines, más chorizo y morcilla.Una entrada contundente.
Ya de lleno en el rubro cárnico, si la mesa es numerosa bien puede pedirse la tabla de carnes para cuatro personas (y aún algunos más). La de 2 personas da para 3 tranquilamente. Y se puede acompañar con la tabla de vegetales grillados.
De los cuartos traseros, se destaca el ojo de bife de 400 gramos, o bien el que sale con hueso (900 gramos), para compartir obviamente. Hay además T-Bone de 700 gramos, y dos cortes de Wagyu (bife chorizo y asado de tira.
Más clásicos son el vacío, y el asado tipo banderita o el "especial", que equivale a un kilo de carne.También hay entraña a la manteca de hierbas, matambrito de cerdo y bondiola.
Entre los "especiales de la cocina", hay diversas opciones de pastas. La que más tienta son los raviolones rellenos de vacío desmenuzado. Asimismo, milanesa Gran Villegas y hamburguesa de la casa, quizá para los comensales más jóvenes.
Los postres son bien porteños: flan, panqueque de dulce de leche y volcán de chocolate con helado de americana y naranjas en almíbar.
Hay menú ejecutivo al mediodía, de lunes a viernes de 12 a 16. Uno incluye plato principal + postre + bebida + café a $ 440, y otro al que se agrega una entrada y cuesta $ 490 final.
La carta de vinos está bien nutrida y con precios muy razonables. Y algo más jugada es -para una parrilla- la oferta de cerveza tirada y otras importadas. En cuestión de maridaje nunca está todo dicho.
Lo mejor de Villegas es sin dudas su relación costo beneficio. Y eso en un barrio como Puerto Madero, tratándose de un restaurante de carnes, es muy bueno.