Zirkel allá en lo altoJueves, 27 de julio de 2017Zirkel es un oasis en las alturas de la gran ciudad. Desde su imponente vista al río y a la avenida que nunca duerme, ofrece una cocina creativa con algunas especialidades de la Cocina Alemana.
Zirkel- Av. Corrientes 327 Piso 22- Teléfono 4311-3313. Abierto lunes de 9 a 20; martes a viernes de 9 a 24, y sábados de 17 a 1. Principales tarjetas.
Tipo de Cocina. De Autor. Especialidades Alemanas
Barrio: Microcentro
Precios: $$$$
El restaurante del Club Alemán se caracterizó antes por su locación que por la comida, que sufría muchos altibajos y cambios de timón. Pero tomó la posta Carlos María Esnal, empresario del rubro gastronómico de vasta experiencia (Katrine, Museo Renault, Caffé Armani, La Colección), y le dio otra impronta a la propuesta y sobre todo, continuidad.
Y así sigue hoy, con una cocina que está a la altura, dicho esto metafóricamente hablando por el piso 22 en el que se encuentra el salón, con vista privilegiada de la ciudad, el río por un lado y la avenida Corrientes y el Obelisco al fondo, por el otro.
El chef es Pablo Greco, a quien conocimos en Tinos en el barrio de Núñez, con pasos anteriores por Italpast, West Bengal y Pedemonte, entre otros.
La nueva carta invernal, recién estrenada y como siempre trilingüe (castellano, inglés, alemán), incluye novedades como el tartare de salmón ahumado con manzanas caramelizadas y bouquet de verdes; ensalada de salmón con cítricos y hojas verdes; carpaccio de lomo con rúcula y láminas de queso parmesano; portobellos rellenos de fonduta, y strudel de queso brie con mermelada de cebolla morada.
Los principales también llegan con novedades: malfatti de ricota y espinaca con salsa de tomate fresco y albahaca; conchiglioni rellenos de queso trufado y crema azafranada; mero en papillote con vegetales; salmón rosado con risotto de quinoa y puré de arvejas; rack de ojo de bife, papas y batatas, salsa barbacoa; cordero braseado (garrón) con humita y popcorn, y ribs de cerdo con puré de coliflor y texturas de remolacha.
Y dos dos platos bien alemanes, como las knackwurst con panceta grillada, chucrut, huevo y mostaza de miel, y gulasch con spätzle.
Para el final, strudel de manzana con helado de canela; volcán de dulce de leche con helado de crema americana; trío de chocolate; tarte tatin de peras con crema batida; más el postre típico de la casa, rote grütze con salsa de vainilla.
La carta de vinos, vale resaltar, ofrece variedad y precios muy convenientes. Y servicio eficaz.
Zirkel cumple con el objetivo de mostrar que la cocina alemana puede ser mucho más que salchichas y chucrut (sauerkraut, para decirlo correctamente), la clásica col fermentada omnipresente como acompañamiento o guarnición.
Vale la pena la experiencia y si es con luna llena mucho mejor.
Zirkel es un oasis en las alturas de la gran ciudad. Desde su imponente vista al río y a la avenida que nunca duerme, ofrece una cocina creativa con algunas especialidades de la Cocina Alemana.
Zirkel- Av. Corrientes 327 Piso 22- Teléfono 4311-3313. Abierto lunes de 9 a 20; martes a viernes de 9 a 24, y sábados de 17 a 1. Principales tarjetas.
Tipo de Cocina. De Autor. Especialidades Alemanas
Barrio: Microcentro
Precios: $$$$
El restaurante del Club Alemán se caracterizó antes por su locación que por la comida, que sufría muchos altibajos y cambios de timón. Pero tomó la posta Carlos María Esnal, empresario del rubro gastronómico de vasta experiencia (Katrine, Museo Renault, Caffé Armani, La Colección), y le dio otra impronta a la propuesta y sobre todo, continuidad.
Y así sigue hoy, con una cocina que está a la altura, dicho esto metafóricamente hablando por el piso 22 en el que se encuentra el salón, con vista privilegiada de la ciudad, el río por un lado y la avenida Corrientes y el Obelisco al fondo, por el otro.
El chef es Pablo Greco, a quien conocimos en Tinos en el barrio de Núñez, con pasos anteriores por Italpast, West Bengal y Pedemonte, entre otros.
La nueva carta invernal, recién estrenada y como siempre trilingüe (castellano, inglés, alemán), incluye novedades como el tartare de salmón ahumado con manzanas caramelizadas y bouquet de verdes; ensalada de salmón con cítricos y hojas verdes; carpaccio de lomo con rúcula y láminas de queso parmesano; portobellos rellenos de fonduta, y strudel de queso brie con mermelada de cebolla morada.
Los principales también llegan con novedades: malfatti de ricota y espinaca con salsa de tomate fresco y albahaca; conchiglioni rellenos de queso trufado y crema azafranada; mero en papillote con vegetales; salmón rosado con risotto de quinoa y puré de arvejas; rack de ojo de bife, papas y batatas, salsa barbacoa; cordero braseado (garrón) con humita y popcorn, y ribs de cerdo con puré de coliflor y texturas de remolacha.
Y dos dos platos bien alemanes, como las knackwurst con panceta grillada, chucrut, huevo y mostaza de miel, y gulasch con spätzle.
Para el final, strudel de manzana con helado de canela; volcán de dulce de leche con helado de crema americana; trío de chocolate; tarte tatin de peras con crema batida; más el postre típico de la casa, rote grütze con salsa de vainilla.
La carta de vinos, vale resaltar, ofrece variedad y precios muy convenientes. Y servicio eficaz.
Zirkel cumple con el objetivo de mostrar que la cocina alemana puede ser mucho más que salchichas y chucrut (sauerkraut, para decirlo correctamente), la clásica col fermentada omnipresente como acompañamiento o guarnición.
Vale la pena la experiencia y si es con luna llena mucho mejor.