Un italiano, chef, y una argentina, pastelera, se unieron para darle vida a Moreneta, lugar donde la cocina supera largamente las expectativas y donde pagás lo justo y necesario.
Cada vez nos gustan más estos lugares donde se puede comer muy bien y por un dinero razonable. En la misma onda de relación precio calidad que tiene, por ejemplo, el Club Danés, Moreneta de Montserrat cumple con esa premisa harto valorable para los escuálidos bolsillos porteños. Cerca de la zona más concurrida por los turistas extranjeros, y por ende donde pululan los restaurantes con precios inflados artificialmente, aparece esta propuesta de mediodía, donde las protagonistas son las pastas, pero que ofrece además variantes accesibles para todos los gustos. Lo mismo puede decirse de los platos del día, siempre atrayentes.
La iniciativa de Moreneta corresponde a dos jóvenes cocineros, uno italiano de Bologna, la otra argentina, de Buenos Aires. Ambos se conocieron en España y hoy son pareja. Sebastián Raggiante se formó en su ciudad, desde donde emigró a España (El Bulli y El Bulli Hacienda Benazuza) y Francia (Le Petit Nice Passedat). En Italia, también trabajó en el milanés Cracco Peck. La argentina en cuestión es Luciana Conte, que como tantos otros profesionales gastronómicos locales estudió en el IAG, para hacer luego experiencia práctica en Le Bibló y Agraz, el restaurante del Caesar Park Hotel. Juntos, Sebastián y Luciana, coincidieron en Gadus, restaurante mallorquín, donde ambos lograron una estrella Michelin.
¿Porqué Moreneta y por qué Monserrat? Lo primero es por la calle Moreno, lo segundo por la patrona del barrio y de Cataluña (la Virgen de Monserrat). El menú consta de diez platos que cambian todas las semanas, no faltan las pastas que rinden honor a la tierra del chef. Quizá se pueda encontrar en la carta una piadina romagnola con jamón, queso y rúcula. La piadina, se sabe, es una especialidad de la región Emilia Romagna de donde es oriundo Raggiante. Hay una pasta y a veces un risotto cuyo color rojizo delata la presencia de remolacha, no perderlos por nada del mundo.
En Moreneta hay platos del día, pastas siempre, pescados también, alguna que otra sorpresa y una cocina honesta y de precio amigable.
Hay gente que prefiere almuerzos tranquilos, onda oficina, para quienes hay tartas, panini, ensaladas, todo de calidad. Siempre alguna carne, un pescado, completan la propuesta que nunca defrauda. La panera es otra historia, donde también te podés llevar a casa algunos de los productos hecho ahí mismo. Los postres también son variables, aunque algún “italiano” no falta; preguntar si hay tiramisú. Y café bien servido como en pocos lugares de la ciudad.
En síntesis, Moreneta es una propuesta de gran honestidad, que nos da la oportunidad de que dos profesionales con “estrella Michelin” nos cocinen por un precio loco, tomando en cuenta los antecedentes de los dueños de casa.
Barra Chalaca, uno de los reconocidos conceptos gastronómicos del Grupo Acurio, inauguró su tercer local en Buenos Aires. Esta apertura forma parte del plan de expansión de la marca, que ya cuenta con otros dos locales, uno de ellos en otro sector de barrio de Palermo y el otro en Belgrano. ¿Sus virtudes?: una cocina generosa, exuberante, sabrosa y amable al bolsillo.
En el concurrido boulevard de Saavedra, Del Río Cantina abrió sus puertas en septiembre pasado, como una opción de cocina porteña con platos exuberantes y precios amables.
Sobre el inicio de la calle Ciudad de La Paz, a pocas cuadras del puente sobre el Ferrocarril Mitre, los chefs Charly Díaz y Jhon Cifuentes abrieron el nuevo local de La Pescadería, aunque ahora solo como un restaurante de cocina de mar. La relación precio calidad es excelente, porque además cuentan con un menú libre que permite probar numerosas opciones hasta decir basta.