Aunque parezca mentira, la única cafetería porteña donde se sirven los “mejores cafés del mundo a precio razonable y justo”, funciona en el Mercado de San Telmo. Coffee Town es un lugar indispensable para comprender los secretos del buen café.
Analía Alvarez es jueza internacional y catadora profesional de café. Es también alma mater de Coffee Town, que por un breve tiempo fue un lugar secreto para unos pocos descubridores dentro del Mercado de San Telmo, y luego con la difusión boca en boca, se ha transformado en algo así como un sitio de culto para los amantes del café bien hecho. Coffee Town está ubicado en el corazón de este lugar que bien podría transformarse en nuestro “Mercado del Puerto”, como el de Montevideo, donde sólo se pueden encontrar puestos de gastronomía. En San Telmo, en cambio, hay carnicerías, verdulerías, algún que otro puesto donde picar algo y también venta de chucherías, antigüedades y varias cosas más.
Menuda sorpresa se llevarán aquellos que circulen por los pasillos de la antigua feria, al encontrarse con este lugar donde alguna vez nos habían comentado que se bebía el mejor café de Buenos Aires. Y es que en Coffee Town hay de todo como en botica, desde los fanáticos del espresso hasta los que gustan de los otros métodos de preparación: aeropress, chemex y prensa francesa. Aquí todo es fatto in casa, se importa la materia prima y se analiza la forma de sacarle el mejor resultado a cada variedad. Hay cafés a precio similar al de cualquier bar (pero servido de manera impecable) y rarezas que pueden costar arriba de $ 200. Los catadores de Coffe Town analizan los granos antes y después de ser tostados, de manera que se puedan asegurar los estándares de calidad. Las curvas de tueste permiten optimizar el aroma, sabor y cuerpo del café. Y sus baristas aplican las técnicas correctas de preparación en cada caso.
Coffee Town posee en uno de los pasillos del mercado una especie de kiosco circular, con algunas mesitas, además del local donde de tuestan las diferentes variedades y otro sector de comidas.
Además, Coffe Town acaba de incorporar tres nuevas variedades: Gesha, Etiopía y Costa Rica. Gesha es un pequeño pueblo enclavado en la cordillera etíope, por lo que la variedad toma ese nombre. Luego fue llevada a Costa Rica y más tarde a Panamá. También existen actualmente cafetos de Gesha en Colombia y Guatemala. Los expertos señalan que esta variedad ha pasado a integrar la trilogía de los mejores cafés del mundo. El café proveniente de Etiopía, en tanto, utiliza el nombre de variedades de este país para denominar a numerosos varietales silvestres que crecen en esta nación africana. Sus características permiten encontrar sabores complejos, florales y frutales, que dejan en la boca una sensación duradera.
El café proveniente de la Finca Montañas del Diamante, Costa Rica, es una variedad que presenta un dulzor muy particular, que según Analía está procesada con uno de los métodos más innovadores, el Honney Process, que le confiere características de frutas amarillas y cuerpo muy terso.
En la carta de Coffe Town, se pueden encontrar las siguientes opciones: espresso, ristretto, doble, americano, macchiato, cortado y cafeintown (24 g de cafeína). También hay cafés con leche, mocas y los del sistema brewing (prensa francesa, aeropress, dripper y chemex). Además, frappus y tragos con café.
Los herederos del ingeniero belga, Gustave André de Glymes, rinden homenaje a los valores y tradiciones familiares con el lanzamiento de su primer vino: André de Glymes 100 Años Después", un Gran Malbec de guarda de la cosecha 2019, que se presenta en una edición limitada de 3.000 botellas.
Se trata de un blanc de noire elaborado con uvas Malbec 100%, floral y fresco, que transmite toda la personalidad de la cepa que representa al país en el mundo. Andeluna Blanc de Malbec es resultado de la constante búsqueda por la innovación que realiza la bodega, y que refleja en su porfolio la versatilidad del Malbec en sus versiones: blanco, rosado y tinto.
Hoy es 17 de abril, y no podíamos dejar pasar el Día Internacional del Malbec sin levantar la copa. Con López, por supuesto. Cinco generaciones, una misma familia y un estilo propio, desde 1898.