Menú osado si los hay. Nespresso encomendó al chef Dante Liporace de Tarquino un menú preparado con una sola condición: que en cada plato uno de los ingredientes sea café.
Un cocinero debe medirse por su trabajo. O sea que aunque uno sea chef (jefe), no basta con mandar, dirigir, mirar lo que hacen los demás. Menos aún copiar recetas, como nos consta que hacen mucho de los mediáticos. Hay que trabajar. Hay que crear, y para eso hay que ser talentoso. La creación no es para cualquiera. Por eso, cuando Nespresso pensó en un menú en el que el café debía estar omnipresente (mucho más allá de los postres), las opciones para elegir al encargado de llevar a la práctica tamaño desafío, no existían demasiadas opciones. Una elección acertada fue la de Dante Liporace, el hombre de la gorra, que es capaz de inventar una pizza en copa de Martini, un sorprendente salpicón de ave, y mezclar en armonía mollejas y langostinos, con salsa de humita y compota de queso y miel.
El Menú Nespresso en Tarquino tendrá beneficios especiales para los socios de la empresa cafetera. Una oportunidad única, con precio especial, para conocer la propuesta de Liporace desde una óptica diferente, la del café. Incluye aperitivos, trago con café y un appetizer de langostino con gelatina de café (Grand Cru Ristretto Origin India) y ananás. Dos entradas: ñoquis de leche con almendras, alcaparras, aceite de azafrán, café (Grand Cru Espresso Leggero) y salsa Alfredo; pato con budín de pan, puré de naranja y reducción de café Grand Cru Ristretto. El principal, carrillera con espuma de queso de cabra, puré de manzanas y aire de café Grande Cru Lungo Forte. El postre, bizcocho de café Grand Cru Decaffeinato, con esfera de mango, salsa de cacao y miel, helado de whisky Johnny Walker Gold Label. Y para el final, claro, un ristretto de Nespresso (cápsula negra, el que más me gusta). El Menú Nespresso costará al público en general $ 420 sin vinos y $ 540 con vinos, y estará vigente hasta el 31 de marzo.