Y CON TODO PARA ARMAR

Brunch al "Aire Libre"

Martes, 18 de noviembre de 2025

Tres elementos confluyen para ofrecer una propuesta de brunch diferente y de calidad: la cocina siempre destacada del chef Julián del Pino, un servicio súper eficiente y el espacio que se adecua a las circunstancias. Hay un cuarto factor que hace aún más atractivo al brunch de "Aire Libre": una excelente relación precio calidad.

El brunch, ese invento nacido en Inglaterra en 1896 (en la revista satírica "Punch" se la mencionó por primera vez), es un acrónimo de "breakfast" y "lunch", una especie de desayuno tardío o almuerzo tempranero.

Las versiones son muchas: que se originó porque los británicos terminaban con resaca en la madrugada del sábado al domingo y, por ende, el almuerzo dominical tenían que comer liviano; que era el desayuno de "caza" de los ricos y le pedían a la servidumbre que prepararan algo estilo buffet; o bien la reticencia de mucha gente que se levantaba tarde y desayunaba un poco más pesado.

Lo cierto es que, en los años '30 del siglo pasado, el brunch se popularizó en EEUU, sobre todo en Nueva York, que es el momento en que pasó a ser algo global.

En nuestro país, el comienzo no resultó tan promisorio. Fue una forma de optimizar el uso de insumos (y de sobras), que iban quedando en la semana y que se reciclaban para hacer un buffet tan copioso como poco tentador. 

Sin embargo, algo bueno que dejó la pandemia es que el buffet frío y los rechauds -con comidas recalentadas- pasaran a mejor vida, ya que muchos los eliminaron y nunca más los volvieron a utilizar. De manera que hoy, algunos hoteles y restaurantes lo han implementado como una propuesta diferente para el domingo (a veces se extiende a sábados y feriados).

Ya dijimos que Aire Libre impacta por sus espacios: el patio y el salón principal cubierto en la planta baja, así como el primer piso, donde hay otro salón más y una terracita para seguir estando al aire libre si uno así lo prefiere. 

El diseño del estudio de arquitectos Hitzig | Militello, consistió en brindar mucha vegetación y luz natural. Aprovechemos ahora que además oscurece tarde. Las grandes plantas que rodean el espacio, cuentan con un sistema de riego por goteo cronometrado y luces sincronizadas, asegurando que cada especie luzca en todo su esplendor.

Volviendo a la cocina, Julián del Pino, chef de la casa, eficazmente asistido por el souschef que lo sigue desde hace tiempo, Juan del Castillo, optó por un brunch "para armar a medida".

Incluye piezas artesanales como croissants, rolls de canela, variedad de sándwiches como Croque Monsieur, bagel de trucha ahumada, y raciones frías y calientes. Está disponible los domingos, de 10:00 a 19:00.

Es decir que, si vas durante la mañana, antes del mediodía, la propuesta irá por el lado del desayuno tardío, con opciones como yogur con granola, ensalada de frutas o tostadas de pan blanco o integral con queso crema, mermelada y manteca. Además, hay medialunas, croissants, pain au chocolate, rolls de canela, budín del día y scons, todo elaborado de manera artesanal.

La propuesta continúa con el apartado de huevos, que los ofrecen en distintas preparaciones: revueltos, fritos, benedictinos (con espárragos), que probamos y son los más recomendables desde nuestro punto de vista) y omelettes.

La sección de sándwiches incluye variedades como Croque Monsieur, bagel con trucha ahumada (otra opción degustada), ciabatta vegetariana, hamburguesa casera a la parrilla y pancho con lluvia de papas.

LAS RACIONES

Uno, que se levanta temprano y prefiere lo salado a lo dulce (y también los tragos), prefirió optar por un horario de almuerzo. En Aire Libre, siguiendo esa línea de "todo para armar", hay que pedir a la carta, pero por sugerencia del chef nos evitamos el "trabajo". 

De todas maneras, conviene consultar con las camareras, muy eficientes (en particular nos tocó Maia Moffa, que nos hizo más fácil la experiencia). Y también resultó muy gratificante reencontrarnos con Carolina Zipitria, ejecutiva de servicio siempre atenta a todo lo que pasa alrededor, y a quien conocimos en su momento en La Panadería de Pablo y 1636, en Olivos. Dicen que para muestra basta un botón, es decir que su sola presencia nos permite reconocer que la atención ha de ser muy buena, y así lo fue.

En lo que respecta a las raciones, frías y calientes, se pueden compartir platos según el formato "family style", comenzando por los quesos blandos; semiduros, variedad de fiambres, jamón serrano o mortadela con pistachos (se piden de manera individual).

Nos llegaron las empanadas de cordero y de berenjena, al horno de barro; las rabas tiernísimas con alioli y su salsa de tomate picantito (estilo yasgua) y, finalmente, un clásico del chef, la trucha curada a la nórdica con papines.

Hay más opciones, como los cuatro principales: pesca del día con hummus, ensalada griega y yogur especiado; tortiglioni mediterráneos con tomates frescos, chips de ajo, olivas negras, albahaca y bocconcini; bife ancho con hueso en manteca de hierbas, y pastel de papas con hongos grillados.

El chef nos hizo probar, fuera de la carta del brunch, los papperdelle con ossobuco braseado. Un plato contundente y muy sabroso.

Cuentan con una abundante carta de vinos, así como de cócteles y tragos clásicos. Probamos "Rosa", con vino rosado, Aperol, cordial de rosa mosqueta y espumoso extra brut, y "Jazmín", torrontés, jerez, Christallino de pera, almíbar, limón y sidra Pulku sauco. 

Estos cócteles y otros, pueden pedirse en jarra, si la mesa la componen varios comensales. Tampoco faltan los clásicos y otros muy originales.

Para la hora de lo dulce, la elección recayó en la tarte tatín del día (de peras), servida tibia como corresponde. Hay asimismo panqueques, affogato, torta vasca de chocolate y queso, cheesecake con coulis de naranjas y hasta un french toast con helado de vainilla.

El café pedido, ristretto, estuvo muy bien preparado, algo nada común lamentablemente, pero que en este caso estaba con su crema (vulgarmente la espuma) y una acidez muy presente. Prueba superada.

El brunch, queda demostrado aquí, puede ser una alternativa válida y recomendable, cuando está pensado de manera original como en este caso. Julián del Pino y su brigada, dieron en la tecla. Lo disfrutamos mucho.

Aire Libre - Dirección: Av. del Libertador 6327, Belgrano. Horarios: martes a sábados, de 12:00 a 00:00; brunch los domingos, de 10:00 a 19:00. Instagram: @airelibre.ba

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