La gula es el quinto pecado capital. Y uno, que no tiene vicios pesados, no puede resistirse al placer de comer, no como una necesidad fisiológica, sino como el placer de los dioses (y de los mortales). Por tres razones, Cruz Omakase se nos ha tornado irresistible, adictivo. Acá les contamos cómo es la experiencia de agosto.
Cruz Omakase - Dirección: Amenábar N° 1146, Colegiales (la vinoteca del mismo nombre funciona justo al lado), y Mendoza 1730 (VíaViva, Barrio Chino). Horarios VíaViva: todos los días, de 12:00 a 00:00. Horarios Amenábar: martes a sábados de 17:00 a 00:00 (el omakase a partir de las 20:00). Precio: $$$. IG: @cruzomakase - @cruzvinos - @frantessey
Uno, la relación precio calidad. Dos, la propuesta de alto nivel gastronómico. Y tres (ya a título personal), la gran ventaja de vivir a menos de 100 metros. Por eso es que a Cruz Omakase vamos tan seguido y no queremos perdernos un solo omakase, que cambia mensualmente.
Encima, desde hace unas semanas nos llevamos la sorpresa de que el responsable de la vinoteca aledaña, de los mismos propietarios, es José Iuliano, alguien que honra la profesión de sommelier porque no necesita de excesos ni de cháchara vacua e inútil.
Cruz Omakase funciona de martes a sábados por la noche y en dos turnos (20:00 y 22:00). Son 13 pasos y, si bien el menú está descripto en la web del lugar, es conveniente llegar sin saber de qué se trata, porque el itamae se encargará de contarnos cada paso.
Otra cuestión relevante es que, al formar parte de la vinoteca del mismo nombre (Cruz), se pueden pedir vinos por copa o por botella a valor muy conveniente.
Y si quieren más, nada de agua filtrada, acá solo hay S. Pellegrino y Acqua Panna y también gaseosas de la marca italiana.
Pasamos esta semana para probar el menú actual, que permanecerá todo el mes de agosto. Acá va la descripción:
1- Ichiban Dashi: caldo ligero de katsoubushi acompañado de sashimi de pesca blanca del día, blanco de verdeo, togarashi, mirin, shoyu.
2- Geisha de pesca blanca del día: acompañada de langostinos y pulpo flameado, en manteca cítrica de sriracha.
3- Sashimi Moriawase: cortes ahumados de sashimis de pescas del día. Sugieren probarlo sin salsa de soja, y como hay dos unidades de cada uno de los cuatro cortes, la segunda sí con soja. Besugo, mero, lenguado y trucha, en este caso.
4- Usuzukuri de calamar: con huevas de tobiko rojo, sal patagónica en escamas, aceite de sésamo, menta en salsa ligera de té matcha.
5- Harumaki de shizo relleno de arroz shari: cortes de pesca blanca del día, furikake de huevo, huevas de tobiko negro en salsa nouc cham vietnamita.
6- Nigiri de pulpo: acompañado de salsa cremosa de shizo y wasabi.
7- Nigiri de trucha: de chutney de mango maduro y pisca de sal en escamas.
8- Hand roll de vieiras: flameadas en manteca japonesa y furikake de maíz.
9- Nigiri de langostinos marplatense: acompañado de tartufo, jugo de limón, ralladura de limón y sal patagónica.
10- Urumaki: de ventresca de trucha, pescas blancas, wakame, en salsa de sweet chilli y hoisin.
11- Gunkan: con huevas de ikura maceradas en soja de la casa, yema de huevo de codorniz curada en shiro shoyu, sake y mirin, y ralladura de lima.
12- Hako de tartar de trucha: acompañado de emulsión de palta y salsa nipón.
13- Tamago Roll: relleno de tofu saborizado con cítricos y miel, quinoto en almíbar y almendras tostadas.
Y, si te quedaste con ganas de más, solo para adictos al quinto pecado, hay handrolls de pesca del día, de calamar, vieiras o langostinos. Y vegetarianos de hongos shitake.
Nuevo menú de pasos, el N° 36, a cargo de los chefs de Winston Club, Jonás Alba y Jeremías Cesino. Una joyita a descubrir, en los altos del bar con amplio ventanal a la calle. Ambas propuestas gastronómicas de Winston Club son altamente recomendables.
El jueves 14 de agosto habrá una noche especial de cata de vinos de Rutini Wines, con la oportunidad de probar algunos de los nuevos platos de la carta del Restaurante Negresco, elaborados por el chef ejecutivo del Palladio Hotel Buenos Aires, Facundo Stefano y su equipo.
En plena temporada de trufas, Puchero organiza cuatro noches únicas en su cava subterránea. Durante los sábados de agosto, se servirá un menú por pasos que combina trufa negra y vinos seleccionados. Solo cupos limitados, con reserva previa.