"Infelices" abstenerse

Ya sabemos que los veganos son una tribu de fanáticos, que han decidido privarse del placer de comer todo lo que a una persona "normal" le gusta. Hasta aquí, todo bien, es decisión de ellos y por nosotros que coman piedras, ya que los vegetales también son seres vivos.

Claro que no tienen ningún derecho a exigir que los demás sigan su mismo criterio de alimentarse de manera incompleta, dicho esto según el criterio y las recomendaciones científicas que explican cuáles son las necesidades alimentarias de un ser humano para tener un organismo sano.

Días atrás, un chef nos comentaba que le hicieron una reserva diciendo que una comensal era vegana. Le ofrecieron un menú sin "animales", a lo cual le dieron su aprobación. Sucede que, al llegar al restaurante, la pareja entró y a los pocos segundos dijeron que se iban del lugar porque había "olor a carne". No hace falta decir dónde el chef tuvo que meter los platos que había preparado.

Otros restaurantes son más expeditivos y suelen poner leyendas en su carta, aclarando que no se sirven platos veganos (y a veces también vegetarianos), por no estar preparada la cocina para ello.

Hace algunos días, nos enteramos por la cuenta de "X" @BurgerFcts, de lo que había pasado en Madre Rojas, una parrilla, mejor dicho un restaurante de carnes con todas las letras, que no oculta que sea otra cosa, pese a lo cual un vegano hizo una reserva.

Más allá de esto, esta persona que dice llamarse Matías Aimi hizo una reserva, por lo cual la jefa de cocina del restaurante improvisó un menú para él aun sabiendo las complicaciones que esto implica para una cocina en el horario de mayor demanda.

Sin embargo, luego de cenar, el susodicho se tomó el trabajo de calificar al lugar en Google de la peor manera (con 1 Estrella): "Falto de opción para veganos. No responden por WhatsApp ni por teléfono ante dudas", escribió.

Lo más interesante fue la respuesta de uno de los dueños en la misma cuenta. La publicación comienza diciendo que "Madre Rojas es un restaurante de carne y vino en Buenos Aires, una ciudad que ha cambiado mucho en los últimos años". Y agrega: "Hoy en día, Buenos Aires está llena de restaurantes veganos y hubiera entendido tu planteo hace tiempo, donde encontrar algo que puedas comer en base a tu decisión dietaria era más difícil".

Continúa: "Para que te des una idea de cómo se basa nuestra comida: nuestra ensalada de verdes, por ejemplo, se sirve con una vinagreta vietnamita llamada Nuoc Cham, que leva salsa de pescado. Incluso, nuestras papas fritas están hechas en grasa de Wagyu".

Más adelante, señalan que "nuestra jefa de cocina, sabiendo que venía un vegano, marchó diferentes cosas vegetales a la parrilla, además de un escabeche de puerros. A pesar de eso, no tenés vergüenza de poner 1 Estrella, por no tener opciones para vos, que elegiste ser vegano y salir a comer a una parrilla".

Aclara también que "para que quede claro, inclusión para nosotros es tener una rampa para silla de ruedas y no poner sillas contra la pared para que los ciegos puedan pasar por nuestra vereda; tener cubiertos y vajilla para niños, tener una opción sin gluten para los que tienen esa restricción alimentaria, pero no atender a quienes decidieron ser infelices como vos".

Para colgar en un cuadrito, y ponerlo en todos los restaurantes que no tienen limitaciones alimentarias. Los veganos son una minoría absoluta dentro de la población, pero se hacen notar por su fanatismo e intransigencia. Suelen compensar la falta de proteínas animales con medicamentos, lo cual desde ya que es un despropósito. Lo peor de todo es que pretenden imponer su irracional dieta a  los demás, incluyendo a menores en edad de crecimiento.

El calificativo de "infeliz" de la respuesta de Madre Rojas, no lo tomamos como algo peyorativo, porque no adjetiva como solemos hacerlo con una persona que es tonta o idiota. Solo significa que "infeliz" es el que únicamente se alimenta para sobrevivir, pero no sabe (o no quiere) apreciar el placer de comer tal como lo entendemos nosotros.