El domingo pasado estuvimos en 1980 Parrilla de Culto, en Hurlingham. Como de costumbre, Miguel Ángel Sosa suele sorprendernos en cada uno de sus otros emprendimientos: La Casona del Retiro y La Casona de Belgrano. Esta vez, ofrecieron un ternero de 160 kilos (80 + 80), asado desde las 12 de la noche anterior.
Son de esas experiencias que bien vale la pena el esfuerzo de trasladarse desde CABA, como lo hemos hecho recientemente a Campana (Italpast), La Plata (Pastura), Hudson (Alsur); entre otros lugares.
En este caso, Hurlingham. Allí, en su pago chico, el chef Miguel Ángel Sosa tiene dos emprendimientos y esta vez le tocó el turno a 1980 Parrilla de Culto, donde recibió a sus colegas Martín Ruffini y Héctor Martínez.
Ruffini es dueño de "Fuegos La Martina" en Pergamino, provincia deBuenos Aires. En el camino, tuvo la oportunidad de disertar sobre parrilla argentina en Lima, Perú, en los restaurantes Gourmet y Rubens. También trabajó en el Hipódromo de Palermo, la Sociedad RuralArgentina y en varias bodegas mendocinas. Este año volvió de su primera experiencia con Fuegos La Martina en Punta del Este, Uruguay.
Por su parte, Héctor Martínez es propietario de Martínez Gourmet - El SaborArgentino, empresa de catering y eventos. Actualmente, se desempeña como chef de La Casona de Belgrano.
En su currículum acredita haber sido el chef privado de Roberto Sánchez "Sandro", y miembro del jurado del Mundial de Asadores Ancestrales en Colombia.
Los tres y el resto del equipo, encendieron el fuego a las 12 de la noche anterior, y al mediodía del domingo tuvimos el placer de disfrutar la comida. Las fotos hablan por sí solas. Lleno completo, un domingo de pleno disfrute y con la excelente relación precio calidad que caracteriza a los restaurantes de Miguel Ángel Sosa.
Cabaña Las Lilas elaboró un menú exclusivo para la noche de Fin de Año, que incluye varios de sus platos emblemáticos. Además, la noche estará musicalizada con DJ y habrá suelta de globos a la medianoche, en la terraza del restaurante.
Si algo le faltaba a la inefable, irrelevante y obscena lista conocida como 50° Best Restaurants (que son 100 curiosamente), es que Astrid & Gastón esté ubicado en un lugar insólito: N° 81 de Latinoamérica, habiendo sido alguna vez el primero. Cuenta Gastón Acurio que le llegaron numerosos comentarios, sobre todo de gente espantada por esta falta de respeto. Sin embargo, las reflexiones del chef peruano no dejan de sorprender por su cuota de humildad, una virtud que no abunda precisamente en este gremio de egocéntricos.
Escaleras arriba, en el living, Winston Club invita a descubrir la cocina de Jonás Alba y Jeremías Cacino, chef y souschef, respectivamente. Una propuesta que, como ellos mismo la definen, se apoya en cuatro pilares: historia, tradición, memoria y producto.