La cadena de restaurantes que lleva el nombre del sándwich más famoso de la cocina francesa, suele sorprender por algunas de sus locaciones, como las ubicadas dentro de los predios de museos o, en el caso particular del que visitamos, en el Palacio Paz (sede del Círculo Militar). Por otra parte, su nombre puede resultar curioso en cuanto se refiere a la propuesta ya que, si bien en la carta están el Croque Madame y el Croque Monsieur, el menú es más afín a la cocina mediterránea e italiana en particular.
Croque Madame Palacio Paz - Dirección: Avenida Santa Fe 750 (frente a Plaza San Martín), CABA. Horarios del salón: todos los días de 10:00 a 00:00; Jardín martes, miércoles y domingos de 10:00 a 20:00; jueves a sábados de 10:00 a 00:00. IG: @croquemadamepalaciopaz
Si bien su origen es incierto, como suele ocurrir con algunas comidas muy populares, el primer Croque Madame habría sido servido en el año 1910 en un café ubicado en el Boulevard des Capucines, en París.
Podría decirse que este sándwich es muy conocido en la gastronomía francesa, por cuanto lo ofrecen en la mayoría de los bares y cafés del país. La palabra "croque" deriva del verbo crujir, pero no se sabe mucho más que eso sobre cómo surgió esta preparación.
Hay dos versiones: el Croque Madame que lleva pan de molde, fetas de jamón cocido y de queso, queso Gruyere para el gratinado, un huevo a la plancha, manteca, harina, leche, y sal y nuez moscada. Pero también está su versión "masculina", el Croque Monsieur, cuya única diferencia es que no lleva huevo.
La cadena de restaurantes Croque Madame es bastante sui generis, por la conformación de la carta, que tiene pese al nombre que lo identifica escasas referencias a la cocina francesa, sino también porque muchas de sus ubicaciones se encuentran dentro de museos (Fernández Blanco, Larreta, Evita, Fortabat, de Arte Decorativo), y también en el Palacio Paz.
Allí, en la que era residencia de José C. Paz, fundador del diario La Prensa, y donde hoy funciona el Círculo Militar, hay dos opciones bien distintas: su elegante salón del segundo piso (se accede por escalera) o el jardín al aire libre que es mucho más relajado y muy tentador en estos meses de verano.
De hecho, si se opta para el salón, los hombres y niños deben cumplir con ciertos requisitos como no usar bermudas u otro tipo de pantalón corto; ningún tipo de ropa deportiva; ojotas, sandalias o chancletas, ni tampoco musculosas.
Croque Madame funciona en el Palacio Paz desde el año 2021 y los menús varían dependiendo de donde uno vaya a comer, si en el salón o el jardín.
En este último caso, por ejemplo, hay una propuesta especial llamada "Palace Sunset", disponible todos los días desde las 12:00 hasta las 20:00 y que se compone de pequeños platos, ideales para compartir entre dos personas.
Incluye papas rústicas con salsa de queso cheddar, arancini con salsa pomodoro, bruschetas de boquerones, pimientos escabechados, olivas negras y limas, y pinchos de langostinos con aceite de curry, tomates confitados, naranja y albahaca. Además, la experiencia se completa con dos Aperol Spritz, Gin Tonic o cervezas Stella Artois.
Obviamente que en la carta no faltan el Croque Madame y el Croque Monsieur (incluyen hojas, verdes, tomates cherry y cebolla morada), pero son apenas dos referencias de la cocina francesa porque, en general, lo que abundan en la carta son especialidades italianas, algunas opciones porteñas (como las empanadas de ossobuco braseado y la provoleta), y hasta un plato oriental como la bondiola teriyaki y sésamo, con puré de batatas y miel.
Una de las alternativas, teniendo en cuenta el horario corrido, son los exuberantes sándwiches que preparan con panes artesanales, acompañados por papas fritas, como el de focaccia con jamón serrano, rúcula y pesto de tomates secos. Asimismo, hay ensaladas frescas, como la de peras caramelizadas más un mix de verdes con queso azul y nueces.
Entre las pastas, hay sorrentinos de hongos y mozzarella servidos con crema de espinaca y panceta; o los raviolones de ternera braseada con salsa cacio e pepe, que salieron en su punto de cocción al dente. También ofrecen pastas secas Benalma (spaghetti y penne rigate), y risotto de hongos o de langostinos.
Otras opciones son la plancha de langostinos con papas al ajillo; pechuga de pollo grillé; plancha de langostinos con papas al ajillo, y pesca del día con salsa de pimientos ahumados y papines.
Los postres son tiramisú clásico; flan con dulce de leche y crema; créme brulée (tercera referencia a la culinaria francesa), y panqueques de dulce de leche.
Hay una buena selección de vinos y cuentan con barra, por lo que se pueden pedir tragos clásicos y otros tres de autor.
El recordado colega Fernando Vidal Buzzi,refiriéndose a su guía de restaurantes,nos decía que los lectores le daban mucha importancia a la ambientación (aun cuando el puntaje era 70% comida, 20% servicio y solo 10% el lugar).
Croque Madame tiene un menú heterogéneo que ofrece alternativas para todos los gustos, pero en muchos casos sus locaciones ofrecen un atractivo extra para el público. En este caso, comer en el Palacio Paz -ya sea en el formal salón como el jardín relajado-, son extras que mucho se valoran.
Sorpresa total, la cocina chipriota está en La Boca. El chef Nicolás Cali nació en Comodoro Rivadavia, pero sus ancestros están en esa isla del mediterráneo. En su Cantina Patio la Boca, se entremezclan la carne argentina con los platos típicos de Chipre. Y para fin de año, propone un viaje sensorial para celebrar las fiestas con acento mediterráneo, y los vinos de Jasmine de los Mundos.
El chef Matías Mazo agregó nuevos platos a la carta de Tanta. Exuberancia y sabor, dos virtudes de esta propuesta de auténtica cocina peruana en uno de los conceptos más reconocidos del Grupo Acurio.
Sorpresas te da la vida (y la profesión). La visita a Bravado, el nuevo restaurante que funciona en el subsuelo del edificio de la Corporación América, en Vicente López, constituía toda una incógnita. Uno a veces observa la carta antes de llegar a un restaurante, y se crea expectativas que luego pueden cumplirse o no, ya sean favorables o desfavorables. En este caso, pasamos de la simpleza y la brevedad del menú, a un repertorio de creatividad desde lo aparentemente simple, que sorprende por el resultado final. Un mérito grande del chef Mariano Szatma Szotan, sin dudas. Un lugar de comidas que parece un Apple Store, donde cada cosa está en su lugar. Y que funciona como un relojito; todo lo que buscamos y elogiamos de un restaurante, lo encontramos en Bravado, que está realmente Bravo.