UN PLATAZO DE LA CASONA DE BELGRANO

El ossobuco "milagroso" que no era tal

Domingo, 1 de diciembre de 2024

Dos ignorantes que suelen expresar sus cuitas sin ton ni son en BMSC, ese chat en el cual cualquiera escribe lo que se lo ocurre y nadie los controla,, nos había despertado una gran curiosidad. ¿Podía ser posible que una carne cocinada durante más de 6 horas, estuviera dura e incomible? De ser cierto, se hubiera producido un milagro que atentaría contra las leyes de la física, la química y el fuego. Pero no se hagan ilusiones: era toda una gran mentira.

Lamento muchísimo que, en un chat multitudinario como BMSC, cualquiera se sienta con derecho a destruir a un restaurante y a un chef calificado y serio, sin que nadie se preocupe por chequear que lo que se escribe sea real.

A mí, como periodista, me enseñaron que hay que chequear tres veces la información antes de publicarla. Pero claro, estas señoras que destruyeron a la Casona de Belgrano y su imponente "Ossobuco del Rey", son tan impresentables que pareciera que descubierto nuevas leyes de de la física, de la química y del fuego. 

El plato estrella de este restaurante que funciona dentro del Club Belgrano, en Barrancas, lleva una cocción de más de seis horas. 

Tiempo más que suficiente como para que el ossobuco se deshaga solo utilizando el tenedor o inclusive la cuchara, si se prefiere. Se sirven allí unas 30 porciones por noche, y nadie se ha quejado de que estuviera la carne dura.

Bien, como ayer 30 de noviembre era mi cumpleaños, reunimos a la familia y a un par de parejas amigas, a cenar en dicho lugar. Además de las empanadas de carne de pastura, las croquetas de verdura, el paté también elaborado con carne de pastura y la reversión del Revuelto Gramajo, obviamente que pedimos tres porciones del nunca tan suficientemente ponderado "Ossobuco del Rey".

Queríamos saber si realmente era verídico que las susodichas participantes de BMSC hubieran descubierto un milagro: ni más ni menos, que una carne cocida durante tantas horas no se hubiera vuelto tierna. Pero no se hagan ilusiones, porque la única demostración que obtuvimos es que ambas charlatanas nunca probaron el ossobuco de marras o, por el contrario, son unas mentirosas fabuladoras.

Gracias al chef Miguel Ángel Sosa, por abrirnos las puertas de su restaurante para esta celebración tan especial. Si hasta mi nieta Olivia, de dos años, comió el ossobuco de tan tierno que estaba.

Micky, como le dicen sus amigos, ha logrado que el restaurante ubicado en el Club Belgrano esté lleno todas las noches. La relación precio calidad es excelente, que es lo que importa. Después, que sigan escribiendo pavadas en un chat en el que deberían tener más cuidado con lo que se publica.

Descalificar un gran restaurante, que da trabajo a mucha gente y que nos ofrece un menú de alta calidad, resulta un acto de imprudencia descalificable. Los comensales no son tontos, de manera que, si el lugar es tan exitoso habrá motivos de peso para que ello ocurra.

En lo personal, estoy muy contento de haber elegido este lugar para la celebración de cumpleaños con la familia casi completa.

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