El Restaurante Armenia acaba de cumplir este año su 40° aniversario. Es un símbolo de la cocina de ese sufrido país, que además del genocidio turco hoy está sufriendo un nuevo episodio de agresión por parte de Azerbaiján. Y esto ante la pasividad de los países, que han tomado la insólita decisión de realizar una cumbre de la COP29: https://www.perfil.com/noticias/internacional/una-cumbre-bajo-la-sombra-de-la-represion.phtml
Anoche fuimos una vez más a probar esta cocina que tiene puntos de coincidencia con otras culinarias de Medio Oriente, donde el Mezze (como si fuera una picada de platitos) se lleva las palmas.
Mucho agradecemos a Pablo Kendikián (de padre egipcio y madre griega) y Eduardo Costanian (progenitores griegos), que son descendientes de refugiados armenios, por invitarnos y a compartir en familia antes del cumpleaños que ya se viene.
Y de paso también agradecemos a Bodegas López y Escorihuela Gascón, por acordarse de la fecha, al igual que Finca Isis, que nos hizo llegar la primicia de los ajos de la nueva temporada y los ajíes pica pica: https://www.fondodeolla.com/nota/19254-pica-pica-de-finca-isis/
El 17 de noviembre, en el marco del Día de la Baklava, Restaurant Armenia comparte una receta tradicional y una historia que trasciende fronteras. Crujiente, perfumada y bañada en almíbar, la baklava es mucho más que un postre: es un símbolo de hospitalidad, memoria y encuentro.
En una esquina de Palermo, una casa de barrio conserva algo más que historia: guarda el espíritu de Reliquia, el restaurante creado por el chef Branko Vaccaro y la sommelier Julia Bottaro. Desde su apertura, el proyecto se propuso algo inusual: que la cocina no grite, sino que dialogue, y que el servicio conserve la calidez de lo familiar.