Bacanal sangucheraMiércoles, 19 de junio de 2024Uno ha pasado por la puerta decenas de veces sin prestarle atención. De no ser por el amigo Max Carnage que nos avivó, seguiríamos perdiéndonos estos generosos sánguches de Bauman. El debut nos deparó una gigantesca degustación de opciones de la carta, y de otras variantes que los dueños de casa prepararon especialmente para nosotros.
Bauman Café - Dirección: Echeverría 2486 Belgrano. Teléfono: 11 3010 4510. Horarios: lunes a sábados de 12:00 a 23:30. Precio: $$. IG: @bauman.cafe
Hay sánguches y sándwiches. Buenos, regulares y malos. En su acepción lunfarda o en su denominación inglesa. Da lo mismo como lo llamemos, aunque a nosotros nos gusta mucho más decir "sánguche".
Será porque la identidad es bien argentina, pero a Bauman Café podemos definirla como una sanguchería de autor. Y sus sánguches son exuberantes, hechos con panes first class porque sus dueños, Francisco Ponce de León y Sebastián Genovese son los dueños de @lancienneboutique, una panadería mayorista con sede en la Zona Norte.
Curiosamente ambos tienen un fuerte lazo con quien escribe: su origen común en San Fernando.
La verdad es que pasamos decenas de veces por la puerta, pero desconocíamos de qué se trataba la propuesta. Y como siempre hay quien nos desasna, apareció Max Carnage, experto en ahumados, picantes y ahora también en sánguches para invitarnos a conocerlo.
No busquen en el nombre alguna referencia alemana o a un apellido de ese origen. "Bau" ese por Bautista y "man" por Manu, los hijos de Francisco, uno de los dueños.
La base de los sánguches de la casa son el pan (corren con ventaja en este rubro), la calidad de la materia prima a veces también recurriendo al vecino Mercado de Belgrano, donde consiguieron los grelos que formaban parte de uno de los sánguches que probamos (de pollo a la portuguesa); y la originalidad en las preparaciones que les permite "inventar" variedades como ésta que mencionamos o la de chipirones.
Cuando uno se sienta frente a la barra (el local no cuenta con mesas), de inmediato le sirven una sopita del día, de zanahoria en este caso, y un platito con finas láminas de papas en triple cocción, como las de paquete, pero muchísimo mejores porque las hacen ellos mismos. Es una gentileza de la casa.
De los sánguches que figuran en carta, probamos la bocata de tortilla húmeda (gran detalle) con jamón crudo, hojitas de rúcula y alioli servido en tipo baguetín. Y también "L'antico porchetta" en focaccia con salsa verde, hinojos frescos con limón y oliva. El "Philly" lleva ojo de bife (lomito para nosotros y poco cocido como se debe), con cebolla y quesos, más un toque de mostaza.
Los nuevos son el de milanesa tipo tucumano, con pan toscano, lechuga, tomate, mayonesa, mostaza y su "picantito"; una versión veggie con gírgolas en lugar de milanesa; "Bologna Buffala", de stracciatella de búfala, mortadela y pesto.
Otras opciones incorporadas recientemente son "Meatball Sándwich" de pulpetines en salsa marinara con pesto y queso parmesano, en pan toscano; "Cordon Belu", medallón de pollo, tártara, lechuga y tomate, en pan de papa; "Fried Bologna" con mortadela grillada, salsa de la casa, papitas, lechuga y tomate; y "Roast Beef" braseado, demi-glace, salsa tártara y vegetales.
La carta se completa con dos opciones de panchos: solo con aderezos, o bien acompañado con papas pay y sus aderezos. Y bien vale la pena acompañar la comida con una cerveza artesanal Escalada, también hecha en San Fernando. Y la soda es Morgade, nada de Aqa trucha.
En Bauman, queda demostrado que la comida al paso también puede ser de calidad y a precio muy razonable. Con la onda de los apetitosos panini italianos, resulta una misión imposible encontrar en Buenos Aires una sanguchería de este nivel. Por lo menos, hasta que alguien nos demuestre lo contrario.
Uno ha pasado por la puerta decenas de veces sin prestarle atención. De no ser por el amigo Max Carnage que nos avivó, seguiríamos perdiéndonos estos generosos sánguches de Bauman. El debut nos deparó una gigantesca degustación de opciones de la carta, y de otras variantes que los dueños de casa prepararon especialmente para nosotros.
Bauman Café - Dirección: Echeverría 2486 Belgrano. Teléfono: 11 3010 4510. Horarios: lunes a sábados de 12:00 a 23:30. Precio: $$. IG: @bauman.cafe
Hay sánguches y sándwiches. Buenos, regulares y malos. En su acepción lunfarda o en su denominación inglesa. Da lo mismo como lo llamemos, aunque a nosotros nos gusta mucho más decir "sánguche".
Será porque la identidad es bien argentina, pero a Bauman Café podemos definirla como una sanguchería de autor. Y sus sánguches son exuberantes, hechos con panes first class porque sus dueños, Francisco Ponce de León y Sebastián Genovese son los dueños de @lancienneboutique, una panadería mayorista con sede en la Zona Norte.
Curiosamente ambos tienen un fuerte lazo con quien escribe: su origen común en San Fernando.
La verdad es que pasamos decenas de veces por la puerta, pero desconocíamos de qué se trataba la propuesta. Y como siempre hay quien nos desasna, apareció Max Carnage, experto en ahumados, picantes y ahora también en sánguches para invitarnos a conocerlo.
No busquen en el nombre alguna referencia alemana o a un apellido de ese origen. "Bau" ese por Bautista y "man" por Manu, los hijos de Francisco, uno de los dueños.
La base de los sánguches de la casa son el pan (corren con ventaja en este rubro), la calidad de la materia prima a veces también recurriendo al vecino Mercado de Belgrano, donde consiguieron los grelos que formaban parte de uno de los sánguches que probamos (de pollo a la portuguesa); y la originalidad en las preparaciones que les permite "inventar" variedades como ésta que mencionamos o la de chipirones.
Cuando uno se sienta frente a la barra (el local no cuenta con mesas), de inmediato le sirven una sopita del día, de zanahoria en este caso, y un platito con finas láminas de papas en triple cocción, como las de paquete, pero muchísimo mejores porque las hacen ellos mismos. Es una gentileza de la casa.
De los sánguches que figuran en carta, probamos la bocata de tortilla húmeda (gran detalle) con jamón crudo, hojitas de rúcula y alioli servido en tipo baguetín. Y también "L'antico porchetta" en focaccia con salsa verde, hinojos frescos con limón y oliva. El "Philly" lleva ojo de bife (lomito para nosotros y poco cocido como se debe), con cebolla y quesos, más un toque de mostaza.
Los nuevos son el de milanesa tipo tucumano, con pan toscano, lechuga, tomate, mayonesa, mostaza y su "picantito"; una versión veggie con gírgolas en lugar de milanesa; "Bologna Buffala", de stracciatella de búfala, mortadela y pesto.
Otras opciones incorporadas recientemente son "Meatball Sándwich" de pulpetines en salsa marinara con pesto y queso parmesano, en pan toscano; "Cordon Belu", medallón de pollo, tártara, lechuga y tomate, en pan de papa; "Fried Bologna" con mortadela grillada, salsa de la casa, papitas, lechuga y tomate; y "Roast Beef" braseado, demi-glace, salsa tártara y vegetales.
La carta se completa con dos opciones de panchos: solo con aderezos, o bien acompañado con papas pay y sus aderezos. Y bien vale la pena acompañar la comida con una cerveza artesanal Escalada, también hecha en San Fernando. Y la soda es Morgade, nada de Aqa trucha.
En Bauman, queda demostrado que la comida al paso también puede ser de calidad y a precio muy razonable. Con la onda de los apetitosos panini italianos, resulta una misión imposible encontrar en Buenos Aires una sanguchería de este nivel. Por lo menos, hasta que alguien nos demuestre lo contrario.