Y al final, la Guía Michelin era un CircoViernes, 19 de abril de 2024El restaurante Victoria & Albert's, localizado en el Hotel Disney's Grand Floridian Resort & Spa, acaba de recibir 1 Estrella Michelin. Es la primera vez que Disney obtiene este logro. No creemos que un jurado haya ido solo a comer y no llamara la atención (no olvidar que van solos, algo poco creíble en un resort Disney. Como sabemos, en nuestro país, la primera edición de la Guía el año pasado (no sabemos si habrá segunda porque hay que poner 600.000 de los verdes), había defraudado por sus contradicciones y falacias.
La noticia oficial dice lo siguiente: "Durante más de 20 años, Victoria & Albert's ha deslumbrado a sus huéspedes con una experiencia de varios platos, llena de sabores extraordinarios y la más alta calidad de ingredientes de todo el mundo".
Y agrega: "Más allá de las creaciones culinarias en la cocina, el equipo ha seleccionado una colección de vinos de primer nivel, que incluye más de 500 selecciones diferentes. Los sommeliers están ahí para guiar a sus comensales a través de esta colección seleccionada con precisión, o recomendar opciones de un menú de bebidas sin alcohol, para crear su combinación perfecta".
"El equipo culinario que defiende este querido y venerado legado está dirigido por el chef de cocina Matthew Sowers, con casi 20 años trabajando en Victoria & Albert's y con experiencia ayudando en la creación de menús aclamados para el restaurante Remy en los barcos Disney Dream y Disney Fantasy de Disney Cruise Line. Junto a él, a cargo del lado más dulce de la cocina, está la chef pastelera Ally Rogers, quien dirige todo el equipo de pastelería del resort".
Pensar que un restaurante de resort, más aún en un parque de diversiones como Walt Disney World pueda acceder a una estrella de la famosa Guía de la marca de neumáticos, resulta toda una rareza.
Quizás algunos puedan decir que no podemos opinar por no haber ido a comer a dicho lugar, pero verdaderamente no hace falta porque sí hemos estado en esos parques temáticos y la comida no es lo que sobresale.
Lo cierto es que desde que la Guía Michelin desembarcó en nuestro país el año pasado, quedó en evidencia que son tan chantas como los de los 50° Best Restaurants, aun cuando los inspectores sean anónimos y no se premia por amiguismo como en este último caso. Es decir que son ineptos y se dejan llevar por una lista que les armó el exministro que ahora quiere comprar Tecnópolis.
Por otra parte, como el gobierno mendocino hizo lo que tenía que hacer (se sobreentiende), para los muchachos Michelin dicha provincia está muy por encima de CABA en cuanto a méritos gastronómicos y cantidad de lugares destacados. Una irracionalidad absoluta y que no se enoje ningún mendocino, porque es la pura verdad.
De todas maneras, se verá qué ocurre con la continuidad de la Guía Michelin entre nosotros. Porque Matías Lammens, a quien escuchamos decir que gracias a esto se iba a producir una revolución en la gastronomía argentina, firmó un acuerdo por tres años a razón de 600.000 dólares por cada uno de ellos.
No creemos que el gobierno actual quiera dilapidar ese dinero en una guía que solo sirvió para satisfacer el ego de los premiados, en tanto provocaba una duplicación de los precios del cubierto en los restaurantes estrellados o por lo menos mencionados.
Volviendo a USA, parece que el Pato Donald, Mickey y Minnie bailan en una pata porque ahora pueden sacarse fotos con el muñeco gordo de las cubiertas. Pan y circo, como el viejo Imperio Romano.
El restaurante Victoria & Albert's, localizado en el Hotel Disney's Grand Floridian Resort & Spa, acaba de recibir 1 Estrella Michelin. Es la primera vez que Disney obtiene este logro. No creemos que un jurado haya ido solo a comer y no llamara la atención (no olvidar que van solos, algo poco creíble en un resort Disney. Como sabemos, en nuestro país, la primera edición de la Guía el año pasado (no sabemos si habrá segunda porque hay que poner 600.000 de los verdes), había defraudado por sus contradicciones y falacias.
La noticia oficial dice lo siguiente: "Durante más de 20 años, Victoria & Albert's ha deslumbrado a sus huéspedes con una experiencia de varios platos, llena de sabores extraordinarios y la más alta calidad de ingredientes de todo el mundo".
Y agrega: "Más allá de las creaciones culinarias en la cocina, el equipo ha seleccionado una colección de vinos de primer nivel, que incluye más de 500 selecciones diferentes. Los sommeliers están ahí para guiar a sus comensales a través de esta colección seleccionada con precisión, o recomendar opciones de un menú de bebidas sin alcohol, para crear su combinación perfecta".
"El equipo culinario que defiende este querido y venerado legado está dirigido por el chef de cocina Matthew Sowers, con casi 20 años trabajando en Victoria & Albert's y con experiencia ayudando en la creación de menús aclamados para el restaurante Remy en los barcos Disney Dream y Disney Fantasy de Disney Cruise Line. Junto a él, a cargo del lado más dulce de la cocina, está la chef pastelera Ally Rogers, quien dirige todo el equipo de pastelería del resort".
Pensar que un restaurante de resort, más aún en un parque de diversiones como Walt Disney World pueda acceder a una estrella de la famosa Guía de la marca de neumáticos, resulta toda una rareza.
Quizás algunos puedan decir que no podemos opinar por no haber ido a comer a dicho lugar, pero verdaderamente no hace falta porque sí hemos estado en esos parques temáticos y la comida no es lo que sobresale.
Lo cierto es que desde que la Guía Michelin desembarcó en nuestro país el año pasado, quedó en evidencia que son tan chantas como los de los 50° Best Restaurants, aun cuando los inspectores sean anónimos y no se premia por amiguismo como en este último caso. Es decir que son ineptos y se dejan llevar por una lista que les armó el exministro que ahora quiere comprar Tecnópolis.
Por otra parte, como el gobierno mendocino hizo lo que tenía que hacer (se sobreentiende), para los muchachos Michelin dicha provincia está muy por encima de CABA en cuanto a méritos gastronómicos y cantidad de lugares destacados. Una irracionalidad absoluta y que no se enoje ningún mendocino, porque es la pura verdad.
De todas maneras, se verá qué ocurre con la continuidad de la Guía Michelin entre nosotros. Porque Matías Lammens, a quien escuchamos decir que gracias a esto se iba a producir una revolución en la gastronomía argentina, firmó un acuerdo por tres años a razón de 600.000 dólares por cada uno de ellos.
No creemos que el gobierno actual quiera dilapidar ese dinero en una guía que solo sirvió para satisfacer el ego de los premiados, en tanto provocaba una duplicación de los precios del cubierto en los restaurantes estrellados o por lo menos mencionados.
Volviendo a USA, parece que el Pato Donald, Mickey y Minnie bailan en una pata porque ahora pueden sacarse fotos con el muñeco gordo de las cubiertas. Pan y circo, como el viejo Imperio Romano.
