De espinaca y acelga, con crema de queso provolone. Son infaltables en el Restaurante Moro Finca y Fonda, de City Bell. El chef Santiago Palma los prepara como los hacía su nonna.
1. Blanquear la acelga y la espinaca en abundante agua con sal y enfriar. También pueden saltearse con poco aceite en una olla profunda. Pero debe ser rápido y enfriar rápidamente.
2. Procesar la acelga y la espinaca. Escurrir muy bien. Cuando están tibias, casi frías, colocar en un recipiente y agregar los condimentos, el queso, los huevos y el polvo para hornear. Mezclar hasta homogeneizar. Finalmente, agregar la harina tamizada y volver a mezclar bien. Freír cucharadas de aproximadamente 50 gramos.
INGREDIENTES (CREMA PROVOLONE)
500 gramos de crema de leche
750 gramos de queso provolone rallado
1 hoja de laurel
1 pizca de sal
1 pizca de pimienta
PROCEDIMIENTO
1. Colocar en una olla la crema y los condimentos. Una vez que rompa el hervor, bajar el fuego, y dejar reducir. Cuando haya reducido a 2/3 partes. agregar el queso y revolver con batidor de alambre hasta que se disuelva.
2 Si se quisiera lograr una salsa más consistente, espesar con almidón de maíz disuelto en agua fría.
El dulce de leche es un producto infaltable en la mesa de los argentinos. Por eso, Milkaut, la marca de lácteos nacida en Franck -en el corazón de la cuenca lechera santafesina- junto con la nueva submarca "La Cremería", proponen celebrar su Semana recreando y reversionando las recetas más tradicionales de nuestra cultura.
Una versión distinta de la milanesa, con pescado de río y en este caso de boga. La receta la ofrece Lucio Marini, chef propietario de Fortis, su restaurante de la ciudad de Santa Fe.
La chef del Restaurante Anafe propone tres recetas: Hongos donde su textura y consistencia se equilibra e integra con el cuerpo y la concentración de Cinzano Segundo. Charcutería, mortadela y cordero, un maridaje por afinidad 100%. La mortadela, gracias a su carnosidad, armoniza el costado amargo del vermut y potencia la parte frutada aportada por el Malbec. Y Boquerones, anchoas y pesca blanca (la salinidad de los productos de mar genera un maridaje por contraste aportando frescura a la combinación).