Vini, vidi y bebíViernes, 25 de marzo de 2022Volver al ruedo es regresar al lugar desde el que se viene. Y para Lucky Sosto, este particular bar de vinos y tapas es precisamente eso: estar nuevamente en contacto con el público de manera directa y desarrollar su labor de sommelier, una actividad en la que ha sido uno de los pioneros en el país. En Vini, junto a su socio y amigo, Aldo Graziani, ofrecen más de 50 etiquetas y pequeños platos creados para el local por el chef Leo Lanussol (ex Proper).
Dicen que lo bueno viene en frasco chico. Y Vini responde a esa premisa, ya desde el nombre de solo cuatro letras, el espacio para 35 comensales entre planta baja, entrepiso y vereda, y el tamaño de los platos que van por el lado de lo que hoy cada vez está más presente en los locales gastronómicos: las tapas.
Se lo ve feliz a Lucky Sosto, con esta vuelta a hacer lo que más le gusta y que, tiempo atrás, desarrollara en Lucky Luciano, su ristorante italiano de Palermo, o en aquel original emprendimiento que abrió en San Telmo y que denominó con el llamativo nombre de "Los Loros".
Recuérdese que fue también uno de los creadores de CAVE y que, como sommelier, fue reconocido por ser uno de los pioneros de la actividad en el país y se destacó prácticamente como un primus inter pares.
En lo personal, celebramos mucho su regreso a la actividad en Vini, una propuesta armada con Aldo Graziani, quien hace rato quería darle protagonismo a su amigo. Como dice el tango, "los amigos se cotizan en las buenas y en las malas" y eso hace de Aldo una persona con valores poco usuales hoy en día.
Felicitaciones a ambos, y a los socios de Graziani en otros emprendimientos, porque es difícil abrir nuevos locales en tiempos de pandemia.
Vini está pensado para que uno pueda disfrutar de más de 50 etiquetas que varían constantemente y, cada semana, 6 de ellas pueden pedirse por copa. La idea es que haya dinamismo en la carta para darle la posibilidad a los clientes de descubrir diferentes vinos.
El mismo concepto manejan para la carta de comidas, creada por el chef Leo Lanussol (ex Proper), quien propone diversos platitos para acompañar la bebida.
Lucky nos sirvió una copa de Libarna Blanco (80% Semillón, 20% Chardonnay), junto con la focaccia de masa madre hecha con harina agroecológica, de alta hidratación y fermentación de 24 horas. La acompañan con pickles de rabanito de elaboración propia.
Y así fueron llegando los platitos que figuran entre las diferentes opciones de la carta: crema de almendras (como una ricota) con polvo de hongos y romero frito; fainá con zanahorias encurtidas; tradicional lengua a la vinagreta; paté de hígado de cerdo con naranja confitada.
Párrafo aparte para dos especialidades de César Sagario (Corte Comedor): la cecina que ya habíamos probado en Madre Rojas, que en Vini sirven con queso y alcaparrones; y merguez de cordero (chorizo picante del norte africano), que sale acompañado con ensaladita de repollo.
Otro plato recomendable y que rinde tributo a Carlos Sosto, el padre de Lucky y creador de Guido's Bar, es la caponata. Nos dice Lucky que fueron a probarla junto a Lanussol, quien luego desarrolló su propia versión, con berenjenas, tomates, alcaparras, almendras tostadas, albahaca y ralladura de limón, una delicia.
El local cuenta con un sector con pequeñas mesas de mármol y clásicas sillas de madera. El interior se encuentra dividido entre un primer piso, donde hay algunas mesitas y la antigua cava de madera que estaba en Lucky Luciano, y un sillón grande de pana bordó.
En la planta baja, se encuentran la barra contigua al sector de cocina, con varias mesas y, finalmente, un deck en la vereda, para completar la capacidad del bar.
Vini es otro ejemplo en el que vale eso de que de lo chico y lo sencillo salen cosas buenas. O, como decía Baltasar Gracián, "lo bueno, si breve, dos veces bueno". En síntesis, un espacio para probar vinos menos conocidos, junto a tapas hechas con originalidad y excelente materia prima.
La atención es muy buena, con personal capacitado para explicar los vinos y los platos, y con precios muy accesibles.
Dirección: Jorge Luis Borges 1963, Palermo Soho. Abierto de martes a domingos de 18 a 24. Instagram: @vini_bar
Volver al ruedo es regresar al lugar desde el que se viene. Y para Lucky Sosto, este particular bar de vinos y tapas es precisamente eso: estar nuevamente en contacto con el público de manera directa y desarrollar su labor de sommelier, una actividad en la que ha sido uno de los pioneros en el país. En Vini, junto a su socio y amigo, Aldo Graziani, ofrecen más de 50 etiquetas y pequeños platos creados para el local por el chef Leo Lanussol (ex Proper).
Dicen que lo bueno viene en frasco chico. Y Vini responde a esa premisa, ya desde el nombre de solo cuatro letras, el espacio para 35 comensales entre planta baja, entrepiso y vereda, y el tamaño de los platos que van por el lado de lo que hoy cada vez está más presente en los locales gastronómicos: las tapas.
Se lo ve feliz a Lucky Sosto, con esta vuelta a hacer lo que más le gusta y que, tiempo atrás, desarrollara en Lucky Luciano, su ristorante italiano de Palermo, o en aquel original emprendimiento que abrió en San Telmo y que denominó con el llamativo nombre de "Los Loros".
Recuérdese que fue también uno de los creadores de CAVE y que, como sommelier, fue reconocido por ser uno de los pioneros de la actividad en el país y se destacó prácticamente como un primus inter pares.
En lo personal, celebramos mucho su regreso a la actividad en Vini, una propuesta armada con Aldo Graziani, quien hace rato quería darle protagonismo a su amigo. Como dice el tango, "los amigos se cotizan en las buenas y en las malas" y eso hace de Aldo una persona con valores poco usuales hoy en día.
Felicitaciones a ambos, y a los socios de Graziani en otros emprendimientos, porque es difícil abrir nuevos locales en tiempos de pandemia.
Vini está pensado para que uno pueda disfrutar de más de 50 etiquetas que varían constantemente y, cada semana, 6 de ellas pueden pedirse por copa. La idea es que haya dinamismo en la carta para darle la posibilidad a los clientes de descubrir diferentes vinos.
El mismo concepto manejan para la carta de comidas, creada por el chef Leo Lanussol (ex Proper), quien propone diversos platitos para acompañar la bebida.
Lucky nos sirvió una copa de Libarna Blanco (80% Semillón, 20% Chardonnay), junto con la focaccia de masa madre hecha con harina agroecológica, de alta hidratación y fermentación de 24 horas. La acompañan con pickles de rabanito de elaboración propia.
Y así fueron llegando los platitos que figuran entre las diferentes opciones de la carta: crema de almendras (como una ricota) con polvo de hongos y romero frito; fainá con zanahorias encurtidas; tradicional lengua a la vinagreta; paté de hígado de cerdo con naranja confitada.
Párrafo aparte para dos especialidades de César Sagario (Corte Comedor): la cecina que ya habíamos probado en Madre Rojas, que en Vini sirven con queso y alcaparrones; y merguez de cordero (chorizo picante del norte africano), que sale acompañado con ensaladita de repollo.
Otro plato recomendable y que rinde tributo a Carlos Sosto, el padre de Lucky y creador de Guido's Bar, es la caponata. Nos dice Lucky que fueron a probarla junto a Lanussol, quien luego desarrolló su propia versión, con berenjenas, tomates, alcaparras, almendras tostadas, albahaca y ralladura de limón, una delicia.
El local cuenta con un sector con pequeñas mesas de mármol y clásicas sillas de madera. El interior se encuentra dividido entre un primer piso, donde hay algunas mesitas y la antigua cava de madera que estaba en Lucky Luciano, y un sillón grande de pana bordó.
En la planta baja, se encuentran la barra contigua al sector de cocina, con varias mesas y, finalmente, un deck en la vereda, para completar la capacidad del bar.
Vini es otro ejemplo en el que vale eso de que de lo chico y lo sencillo salen cosas buenas. O, como decía Baltasar Gracián, "lo bueno, si breve, dos veces bueno". En síntesis, un espacio para probar vinos menos conocidos, junto a tapas hechas con originalidad y excelente materia prima.
La atención es muy buena, con personal capacitado para explicar los vinos y los platos, y con precios muy accesibles.
Dirección: Jorge Luis Borges 1963, Palermo Soho. Abierto de martes a domingos de 18 a 24. Instagram: @vini_bar