En septiembre del año pasado visitamos la barra cevichera del chef Dangelo de la Cruz, en una zona poco explotada gastronómicamente: Barrio Norte rozando el Once. En diciembre último, haciendo caso al significado que se le da en el Perú a la frase Asu Mare, nos sorprenden con un local más amplio y con una propuesta que puede asociarse a las características del "huarique" o bodegón peruano. En pocos meses, doble sorpresa.
Asu Mare Palermo - Thames 1514 Buenos Aires. Teléfono: 15 7898 2700. Horarios: martes a domingos mediodía y noche (13 al cierre). Principales tarjetas.
Tipo de Cocina: Peruana
Barrio: Palermo Soho
Precio: $$$
Lo dijimos el año pasado, cuando visitamos la barra cevichera Asu Mare; el nombre alude a una frase muy común en el Perú y que, según nos cuentan, tiene su origen en la expresión "ah, su madre", que luego derivaría en el nombre de ambos restaurantes del chef Dangelo de la Cruz y su esposa Luisana Quinta.
Cevicausa.
¿Su significado?: una expresión de sorpresa. El clásico "oh", el "guau" no precisamente por el ladrido del perro, o el más anglófilo "wow".
Después de unos cuantos años como chef del grupo creador Sushi Pop (precisamente lo conocimos en La Causa Nikkei), Dangelo se decidió a abrir un emprendimiento propio, en compañía de su esposa venezolana y de su propia madre, quien muchas veces se encarga de preparar las causas y otras preparaciones caseras.
En este segundo local, muy bien ubicado a escasa distancia de La Cabrera, así como de otros conocidos restaurantes de la zona y de Plaza Serrano, se amplió la propuesta a mayor cantidad de comensales y una carta un tanto más nutrida.
Ceviche clásico.
Hay un salón con la barra a la derecha, en la parte trasera cómodos boxes, un sector al aire libre (una parte techada con una lona) y algunos pequeños espacios separados (las fotos son bien ilustrativas).
Es que, si nos atenemos a una definición ortodoxa del término en la jerga gastronómica peruana, el huarique es "aquel lugar donde se puede comer bien, a buen precio y en un ambiente casero". Ni más ni menos, que lo que te ofrece Asu Mare en este concepto ampliado de la barra cevichera de Barrio Norte.
Aquí también el ceviche es protagonista ineludible. Lo preparan en el momento, como debe ser, con pescado muy fresco. Por lo general de lenguado, u otra pesca blanca del día.
Los hay en varias versiones: clásico de pesca blanca con leche de tigre, acompañado de batata, lechuga y maíz cancha; de mariscos en leche de tigre; clásico con crema de rocoto, o bien mixto tanto en versión clásica como mixta.
Y dos que se salen del molde: el carretillero (igual que el clásico, pero con chicharrón de calamar); y la "cevicausa", en la que el ceviche corona una causa rellana de palta y crema de rocoto.
La leche de tigre puede pedirse también sola, con trozos de pescado chicharrón.
Lo bueno de esta propuesta es que, con todas estas opciones, uno puede ir armando su propio dúo o trío (a los ceviches se le agregan dos platos calientes: arroz con mariscos, y chaufa de mariscos).
El trío cuesta $ 2.400 y es prácticamente una comida para dos personas aun con buen apetito (precios de enero de 2022).
Nuestro trío incluía la cevicausa, un ceviche de mariscos y chaufa de mariscos. Aparte llegó un ceviche clásico lo que, sumado a los tequeños (porción de seis unidades) del inicio, resultó más que abundante para tres personas.
Chupe de langostinos.
De la carta de platos calientes, a los ya mencionados se agregan cuatro versiones de chicharrón (de langostinos, de calamar, de pescado o mixto); la parihuela (sopa a base de mariscos y filet de pescado, espesado con arroz y especias); asopado de mariscos; y el chupe de langostinos (no pudimos menos que recordar ese plato que siempre estuvo en la carta de Tomo 1, un clásico de Ada Concaro). Son todas opciones muy abundantes y cuyo precio ronda en promedio los $ 1.000.
Por los postes hay que preguntar, ya que no figuran en la carta escrita. Y, asimismo, hay que prestarle atención a la barra de cócteles y tragos, que van desde clásicos como el chilcano, el pisco sour y el sour de maracuyá, a otras combinaciones como el choloni, mojito peruano, pistonic. En todos los casos, el pisco es protagonista.
Bienvenido sea este nuevo emprendimiento de Dangelo de la Cruz, que le agrega a la cocina peruana en la ciudad, un exponente que se adapta a la perfección a la definición ya comentada: rico, casero y con excelente relación precio calidad. No se lo pierdan.
Por razón precio calidad, Cruz Omakase se destaca como un verdadero "best-buy". Sin sofisticaciones innecesarias, su propuesta permite disfrutar de una docena de pasos que van in crescendo, al tiempo que también podés optar por opciones de handrolls y una selección de etiquetas de la vinoteca vecina del mismo nombre, así como la reciente incorporación de whiskies japoneses.
"Capricho, deseo vehemente, ilusión". Así define la Real Academia Española a la palabra "berretín". Y esas tres cosas son las que llevaron a un holandés a abrir un restaurante a su propio gusto y piacere. Para ello se afincó hace un tiempo entre nosotros porque, como nos dijo, "Buenos Aires es como estar en Europa, pero lejos de todo". Se llama Nicolás Houweling y, junto a su hermana Bente (que estará a cargo del café de la planta baja de próxima apertura), abrió "Presencia", un restaurante en el que quiere también omitir todo lo que le parece inapropiado cuando uno sale a comer afuera. Para ello, convocó al chef Rodrigo Da Costa, de último paso por "Le Réve". Nuestra visita coincidió con el fin de la marcha blanca y comienzo del servicio al público. Impecable todo.
La chef ejecutiva de Casa Cavia, Julieta Caruso, renovó el menú de mediodía con una propuesta que permite pedir a la carta o bien elegir entre menús de pasos. A ello, se suma la coctelería creativa de la bartender Flavia Arroyo y una selección notable de vinos a cargo de Delvis Huck. La dirección general es de Guadalupe García Mosqueda.