Porque te quiero te aporreo

Dicen que los "martes no cases ni te embarques". Ahora le agregaríamos "y no comas asado" en Los Talas del Entrerriano, lugar al que volvimos después de la etapa más cerrada de la pandemia. Un enorme asador criollo en donde aún sobreviven las casi desaparecidas cruces o estacas, allí donde tantas veces nos deleitamos con las especialidades de la casa.

Sabíamos que en agosto pasado había fallecido su creador, Oscar Blopp. Se dijeron muchas cosas sobre esta triste noticia. Pero de boca de uno de los siempre cordiales mozos, nos enteramos que un "bobazo" y ninguna otra cosa rara. Hoy le echamos la culpa de todo al maldito COVID, pero la gente se muere de otras enfermedades también.

Y con pesar decimos que Los Talas sin Oscar ya no son lo mismo, al menos si se trata de un día de semana, un martes para más datos.

Al ingresar, no veíamos mucho movimiento, no solo de comensales sino también en la zona de parrillas.

Los asadores brillaban por su ausencia. Sobre la enorme parrilla apenas se recalentaban cortes de carne de la noche anterior.

Es inevitable pedir en Los Talas la rueda, único lugar donde te presentan los chinchulines de esa manera tan particular. No quedaba nada, porque el día anterior, feriado, hubo mucha gente y se comieron todo.

Primera decepción. Porque lo que siguió no resultó mucho mejor. Bien, correctos el chorizo y la morcilla, aunque daba la impresión de que también era sobrante de la jornada anterior.

La porción de mollejas ($ 1.950) fue muy generosa en cuanto a cantidad. De los tres trozos que nos llegaron a la mesa, dos estaban bastante bien, pero otra más grande, tenía la contextura del seso. Y no muy cocida. A uno, que le gusta lo crocante que son las mollejas de La Brigada, no nos pareció para nada correcta la forma en que se habían cocinado.

Es más, se la mandó de vuelta para que la asaran un poco más. Pero lamentablemente volvió casi igual. Al menos esto denotaba que en este caso, no estaban recalentadas.

Visto y considerando que lo que habíamos visto en la parrilla -asado, vacío, lechón, etcétera- era todo del día anterior, optamos por el matambre que, en Los Talas, nunca falla. O en realidad nunca fallaba. Porque parecía hervido y le faltaba lo mismo que a las mollejas: que sea algo crujiente. A $ 2.150 como se ve en la foto.

Excelentes como siempre las papas fritas. Y el López Malbec a $ 480 una bicoca. Y la atención muy buena, en eso no cambió nada.

Sinceramente creemos que, como dice el título, pareció una cuestión de martes después de un día feriado. Apostamos a que, del viernes al domingo, las cosas seguirán como antes, en los tiempos no tan lejanos en que Oscar controlaba todo con ojo de lince.

Dicen que hoy el negocio lo manejan su hijo y una de las nietas. Como homenaje al padre ya abuelo, sería bueno que los días de semana no pasen estas cosas. Uno no tiene problemas en esperar el tiempo que haga falta, con tal de no comer carne recalentada.

Al parecer, eso de que los fuegos "no se apagan nunca", ha quedo en el olvido. Los Talas del Entrerriano, te lo digo con cariño: porque te quiero te aporreo.

Los Talas del Entrerriano - Avenida Juan Manuel de Rosas (continuación de Márquez) N° 1391, José León Suárez. Abierto todos los días de 11.00 a 16.30; sábados de 20.00 a 0.30 AM.