En Namida adecuan el horario y proponen dos menús: uno para disfrutar en sus mesas al aire libre y otro destinado a delivery. Mientras tanto, preparan un brunch para el fin de semana. Habrá también un menú Namida - Rosell Boher cuando la situación sanitaria lo permita.
Las restricciones pegaron duro en el inexistente distrito de AMBA, un invento del gobierno nacional para restarle la autonomía que la ciudad de Buenos Aires goza por derecho constitucional. Porque, además, al cierre nocturno anticipado a las 19, el gobierno dio curso a la letra chica para prohibir el servicio en mesas ubicadas en salones internos. Una paparruchada más que nadie entiende, porque la medida carece de sustento lógico.
Quedan únicamente los espacios al aire libre. En el caso de Namida, cuentan con un patio interno descubierto, que asegura mayor intimidad a los comensales, aunque también las mesas ubicadas en la vereda -en tanto y en cuanto el clima acompañe- son otra opción muy agradable.
Debido entonces a las nuevas restricciones, Namida adecuó sus horarios y ahora abren de 12 a 19 de martes a domingos. Esos mismos días, también prestan servicio de delivery hasta las 23.
Aparte de sus cartas vigentes, la casa instrumentó dos menús diferentes, de excelente relación precio-calidad. Uno de ellos es válido para consumir en el restaurante de 17 a 19, y el otro destinado a delivery.
El primero es el "Piqueo Namida" e incluye: gyozas de cerdo braseado y salsa ponzu; kabochas de cabutia especiada con alioli natural; berenjenas asadas con salsa de miso suave y garrapiñada de girasol; degustación de 4 unidades de nigiris especiales y 8 unidades de rolls "estilo Namida". Sale con dos cervezas Kira y dos botellas de agua sin gas. Precio: $ 3.000 (para dos personas).
Por otra parte, "Namida en Casa" es la opción de delivery: miniceviche clásico; dupla de kabochas con ailoli; aubergines (berenjenas con salsa de miso); 9 rolls estilo Namida; 6 nigiris especiales, y membrillos con cinco especias. Precio: $ 2.950.
MENÚ ROSELL BOHER
Unos días antes de las nuevas medidas restrictivas, Cavas Rosell Boher organizó un almuerzo para darle forma a un menú conjunto en Namida, que se pondrá en vigencia ni bien las circunstancias sanitarias lo permitan. Consta de 6 pasos:
Paso 1: kabocha con ali oli. Casa Boher Extra Brut.
Paso 2: tataki de pez limón (o bonito) con plata grillada y salsa de soja y pomelo. Rosell Boher Brut.
Paso 3: gyozas de cerdo braseado con salsa ponzu. Rosell Boher Brut.
Paso 4: degustación de nigiris (sour, jrein, tuétano, usura, provenzal nikkei y chimi). Rosell Boher Encarnación.
Paso 5: degustación de rolls: centolla con salsa holandesa y wasabi; sweet ceviche roll. Rosell Boher Encarnación.
Paso 6: higos o membrillos con crema de cinco especias.
Valdrá la pena la espera. Namida, desde su apertura en su nueva locación, se viene posicionando como una alternativa sobresaliente con la ensamblada propuesta de los primos Kreiman. Facundo a cargo de la barra de sushi; Matías en la cocina.
El Alvear Grill nació el 16 de julio de 2018 para reemplazar nada menos que a La Bourgogne, que apagó sus fuegos tras la cena de la Revolución Francesa, dos días antes y luego de una larga trayectoria en ese lugar. Es uno de los espacios históricos y más elegantes de la gastronomía porteña, ubicado dentro del Alvear Palace Hotel. Hoy el restaurante aparece renovado, a través de la incorporación del chef Leandro Di Mare y de la gerente de AA&BB, Gabriela Troncoso. Su propuesta conlleva una dualidad positiva: las carnes argentinas y una cocina de elaboración puntillosa y creativa.
Pocos días después de su apertura, Kuro Kuma ("Oso Negro" en japonés) aparece poblado de comensales en una fría noche de miércoles. Se trata de uno de los espacios más llamativos de VíaViva, el pasaje debajo del viaducto del tren a Tigre, que nace en la calle Juramento, en la entrada al Barrio Chino. La propuesta es de cocina asiática, garantizada por la sapiencia de Oscar Lin, propietario y chef de Síntesis Tapas Asiáticas, en Palermo. Para quienes prefieren la comodidad de un salón cómodo y climatizado, antes que la comida callejera al paso, sin dudas éste es el lugar a elegir.
En los confines de Villa Urquiza, Bonario es un nuevo pequeño restaurante ubicado en una estratégica esquina del barrio, sobre la Avenida Congreso. Su propuesta -creada por el chef Sebastián Iraola-, se basa primordialmente en la cocina mediterránea, con platos simples, ricos y abundantes. Está abierto todo el día y funciona además como cafetería.