Editorial

Ladran Sancho

Viernes, 12 de junio de 2020

Sensaciones contradictorias nos deja la nota "Historias que parten el alma". Con un ejemplo, quisimos llegar al fondo de la cuestión y trasladar el sufrimiento de un gastronómico para que todos se enteren de lo que está pasando. Pero más allá de que la mayoría de los comentarios ha sido buena y de que la nota tuvo una gran repercusión, siempre aparecen los que no entienden nada porque su fundamentalismo político les obnubila las ideas.

Esta vez la red social que encendió la mecha fue Instragram. En lo personal no nos gusta Instagram. Es para ver y no para pensar. No hace falta publicar mucho texto, sino que lo que parece importar es el exhibicionismo y la frivolidad.

Si hasta cocineros que no lo son, haciendo tostados todo el tiempo, poseen una cantidad de seguidores que asombra y publicidad de las empresas más importantes. ¿Los especialistas en MKT creen realmente que así aumentarán las ventas?

No importa, hoy el tema no es frívolo ni da para el exhibicionismo obsceno, menos aún para que los talibanes oficialistas insulten a quienes no piensan como ellos, que somos la mayoría de la población (60% a 40% y crecen los desencantados).

Fondo de Olla © tiene en los últimos meses mayor presencia en Instagram porque así nos han pedido muchos lectores y también, por qué no, queremos llegar a nuevos seguidores. Pero FDO no es para la frivolidad sino para pensar y también para divertirnos con cosas más simples. Pero no solo esto último.

Podemos ser frívolos algunas veces, pero no todo el tiempo. Lo cierto es que a raíz de la introducción de la nota de marras, donde ponemos en contexto el mensaje de Lucas Villalba, dueño de Moshu y Jornal, se generaron algunos comentarios que llegaron inclusive a tratarnos de sucios gorilas, asquerosos, contradictorios, carentes de educación y respeto, soberbios, reduccionistas (sic), poseedores de odio, un horror que tomemos partido, tendenciosos, intolerantes, etcétera.

Son apenas cuatro o cinco que se escudan en el anonimato de las redes, porque ni siquiera dan la cara con sus nombres y apellidos verdaderos. Como todos los kukas, esta gente es la intolerante y por fanatismo no siguieron leyendo la nota. Se quedaron en la introducción, solo porque uno tuvimos el tupé de criticar la falta de sensibilidad del gobierno nac & pop para con todos, todas y todes (los gastronómicos en este caso).

Una pena, porque al menos dos de los que nos criticaron forman parte del rubro y están sufriendo como todos, pero su manera talibán de ver la realidad les impide razonar y siguen esperando que Alberto les dé una mano. Minga les va a dar.

Lo que importa y nada más que eso, señores, es lo que está padeciendo Lucas Villalba, un restaurateur que puso todos ahorros apostando por la Argentina y ahora no sabe qué hacer para pagar los sueldos, el alquiler y demás gastos, ya que no entró en ningún tipo de asistencia por cometer el pecado de abrir hace ocho meses. No puede presentar balance, ni exhibir otros requisitos para recibir un crédito a tasa razonable o una ayuda que le permita mantener la fuente de trabajo de sus 32 empleados.

Por fortuna, así lo ha entendido la gran mayoría de lectores que se solidarizó con él. Y la nota que publicamos tuvo una gran repercusión, más aún de lo que esperábamos. Entre ellos, nos leyeron (aunque no llegaron al final) los que nos acusan de ser culpables de todos los males. Si solo faltó para que dijeran que somos negros, judíos, putos, neoliberales y extorsionadores. Y en cualquier momento que matamos a alguien. 

Claro que no todos son transparentes como Lucas. Hoy mismo nos llegó la información (chequeada) de que un restaurante con nombre de seudo santa, al que seguramente van a comer o al menos les gustaría ir a estos críticos de la nota periodística de FDO.

Ese lugar, que sucedió a otro tanto o más peronista, no paga los sueldos desde marzo, y los empleados piden que al menos lo hagan parcialmente porque no pueden mantener sus hogares. Parece que entre bueyes sí hay cornadas, porque uno supone que por ser del palo, al dueño de ese restaurante lo debería haber ayudado el gobierno pero si lo hizo igual no paga los sueldos (quizá haya recibido ayuda y no la utilizó para cumplir los pagos a sus empleados, eso no lo sabemos).

Hoy más que nunca, en Fondo de Olla © estamos imbuidos del espíritu solidario que la situación requiere. Nosotros también padecemos la crisis, porque la publicidad no se cobra y de eso vivimos. Pero estamos para ayudar en lo que se pueda, y sobre todo queremos difundir mensajes como el de Lucas Villalba.

Y al que no le guste que no nos lea, pues hay espacios en los que siguen apostando a la frivolidad, el exhibicionismo y la exacerbación del "high lifestyle" (lo ponemos en inglés como a ellos les gusta). O directamente pasen a Página 12, C5N, Crónica TV y demás medios kirchenristas.

Ladran Sancho; que nos ataquen todo lo que quieran que nosotros continuaremos atacando en soledad a los molinos de viento transformados en militontos del populismo vernáculo. Lo que importa es lo que le pasa a Lucas y a millones de empresarios gastronómicos, cocineros, mozos y empleados administrativos de restaurantes. Paro entenderlo, es imprescindible ubicarnos en contexto. Eso no es meterse en política sino ver la realidad.

Nota de la Redacción: las notas editoriales no llevan firma porque eso es una máxima en el periodismo. Los que escriben los editoriales son los editores, que en el caso de Fondo de Olla © tiene como único responsable a Juan Carlos Fola

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