Editorial

Esperando la Carroza

Martes, 21 de abril de 2020

En Francia los chefs se unen para reclamar la reapertura de los restaurantes. Acá no solo no hay ayuda -pensar en los créditos a tasa 0 es como pretender curar un cáncer con una aspirina-, sino que se da por hecho que los lugares públicos serán los últimos en reabrir sus puertas.

"Esperando la carroza" es, como se sabe, una exitosa película filmada en 1985 por el director Alejandro Doria. Todo en ella es un sainete alrededor del personaje de Antonio Gasalla. Cualquier semejanza con la realidad del Coronavirus no es pura coincidencia.

Cada uno tiene su librito. Bolsonaro sale a la calle a la calle como si nada y los infectólogos se espantan. Trump minimiza la situación y ya tiene al país con mayor cantidad de infectados. Acá el ministro González García dijo que el dengue le preocupaba más que el COVID- 19. Y Larreta quiere meter en un ghetto a los mayores de 70, mientras su medio hermana hace negocios con el GCBA y manda al muere a un funcionario honesto al que engañó por ocultamiento.

Digan si esto no es un sainete. Uno que ha cumplido a rajatabla la cuarentena no puede menos que sentirse un boludo. Y encima si estás vinculado con la gastronomía, te vas a sentir dos veces boludo.

Así estamos, "esperando la carroza" hasta que alguien llegue y haga algo, lo que no parece factible porque a los científicos del gobierno no se les suelta una idea. La carroza se parece al famoso episodio del General Ernesto Alais, quien durante el alzamiento carapintada de 1987 salió de Rosario con tanques de guerra para reprimir en Campo de Mayo a Aldo Rico, pero hoy a 33 años aún lo siguen esperando.

Aquí parece que nadie ha tomado conciencia de la gravedad de la crisis que vive el sector de la gastronomía. Si creen que con el delivery es suficiente, están muy equivocados los que toman las decisiones por nosotros.

Pongamos sino el caso de un restaurantes muy sobreestimado en las listas de los 50 que en realidad son 100, y que transformó su cubierto de 120 dólares en un completito menú a domicilio por $ 1.400 (qué extrañeza nos causa).

Leíamos hoy una nota publicada por el diario La Vanguardia, de Barcelona, que se hace eco de una noticia que llega de Francia. Dice que "además del trauma estético y anímico que produce el cierre de bares y restaurantes, las consecuencias económicas para el sector son devastadoras. De ahí que 17 reconocidos chefs -entre ellos Alain Ducasse, Yannick Alléno y Frédéric Anton- hayan dirigido una carta pública al Presidente de la República, Emmanuel Macron, para que se reabran cuanto antes los restaurantes. Según los actuales planes del gobierno, estos locales no se beneficiarán del final del confinamiento, previsto para el 11 de mayo, y deberán esperar".

Agrega el diario que "en la misiva, publicada por Le Figaro y por la web del Colegio Culinario de Francia, se recuerda que más de un millón de empleos dependen de la restauración, y que algunos cocineros, pese a las pérdidas que sufren, están trabajando desinteresadamente para alimentar al personal sanitario.

Los chefs firmantes de la petición a Macron creen que si se autoriza a los restaurantes a volver a prestar sus servicios, ya sea el modesto bistró de barrio o el local premiado con 3 Estrellas Michelin, el sector se esforzará en transformar de modo duradero y responsable su modelo de negocio para garantizar la salud pública.

El Colegio Culinario de Francia "ha elaborado un vademécum, una guía de buenas prácticas, que se comprometen a difundir y aplicar". Plantean, por ejemplo, que "cada local celebre una reunión, por la mañana, en la que el responsable discuta con el personal la experiencia sanitaria de la jornada precedente, para corregir errores y mejorar. Otra idea es que, después de cada reserva, se envíe al cliente un video o un correo electrónico, presentado las medidas de higiene sanitaria del establecimiento". Los firmantes quieren aprovechar también para comprometerse en emplear productos de calidad, comprados a un precio justo.

Yannick Alléno, chef de un restaurante con 3 Estrellas en el histórico Pavillon Ledoyen, en París, no teme que el cierre, si se prolonga, entrañe el riesgo de hacer perder la costumbre de salir a comer y cenar.

"Creo que los franceses, los italianos y en general los latinos sienten un verdadero vínculo con sus restauradores; eso no desaparecerá jamás", declaró Alléno a La Vanguardia.

"Lo importante es dar soluciones para abrir poco a poco los restaurantes, con normas sanitarias y de seguridad extremas para nuestro personal y nuestra clientela", señala Alléno.

"El gobierno está muy receptivo y espera de nosotros propuestas antes de tomar decisiones -agregó el chef-. Es importante devolver la vida al corazón de nuestras ciudades y de nuestros pueblos".

De esto conversábamos hace un par de días con un propietario de restaurante, quien nos decía que lo que se necesita en el corto plazo, es una reapertura de los restaurantes con ciertas medidas de precaución, esto es mayor separación de mesas, capacidad al 50%, rigurosas medidas sanitarias y gente que pueda concurrir desde su casa en vehículos particulares sin contacto directo con otros ciudadanos.

Pero no es lo que se vislumbra. Así será muy difícil sobrevivir y mantener la fuente de trabajo de alrededor de 2.000.000 de personas. Y cada vez escuchamos más algunas voces que no están de acuerdo en un 100% con el encierro obligatorio tal como está encarado.

Todo es un sainete y en mucho contribuyen los programas de televisión, en los que ya nos aburre ver las mismas caras de siempre: infectólogos, opinólogos y científicos de la política, que son especialistas en orinar fuera del tarro.

Y para terminar les recomendamos leer los principales conceptos del colega Carlos Pagni anoche en su columna de La Nación +: https://www.lanacion.com.ar/politica/coronavirus-el-estado-bobo-emergencia-nid2356323?fbclid=IwAR3C1PXGFpMB4aoFAB4UeRXWs_gMU842J6TYTYC8KoTCvmbCKBnSVAY7mFI

Nota de la Redacción: Fondo de Olla © se solidariza con Gonzalo Robredo, una persona a quien conocemos, íntegro y honesto, injustamente comprometido en un asunto de familia.

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