Quechua es uno de nuestros restaurantes peruanos favoritos, sobre todo por su excelente relación precio calidad. Para no extrañar, el chef Julio Marín armó un delivery a precios muy accesibles.
Conocemos a Julio Marín desde hace rato, cuando era jefe de cocina de La Rosa Náutica, de Puerto Madero. Cuando cerró este restaurante, en el que también había trabajado en Lima, se quedó en Buenos Aires y hoy está al frente de su propio emprendimiento: Quechua.
En estos tiempos de encerrona, el delivery se instala como una opción necesaria e indispensable. Así que Julio adoptó esta modalidad y nos ofrece auténtica cocina peruana a precios realmente muy accesibles.
Como entradas, hay chicharrón de calamar ($ 530); sorpresas de langostinos ($ 480); wantanes de mariscos ($ 440); papa a la huancaína ($ 430); ocupa arequipeño ($ 455); anticuchos ($ 420); causa Quechua ($ 520); causa arequipeña ($ 485); causa de pollo ($ 455); trío de causas ($ 495); brocheta de langostinos ($ 535).
Además Julio propone las "rondas", a elección tres ($615) ó cinco ($ 840). Las opciones son las siguientes: chicharrón de calamar, sorpresas de langostinos, wantanes de mariscos, causa arequipeña, causa de pollo, cebiche clásico, ceviche frito, brocheta de pescado y sinfonía de mariscos.
Asimismo, cinco opciones de ceviches: clásico ($ 530); mixto ($ 550), carretillero ($ 550), de salmón ($ 560) y degustación de ceviches ($ 875). Tiraditos: de la cumbre ($ 495), de salmón ($ 520) y Quechua ($550).
De la barra de sushi, inka roll caliente ($ 390), misti roll caliente ($ 400), Quechua ($ 400), picaronero ($ 410), acevichado ($ 390), Philadelphia ($410), Gardel roll ($400), mara tropical ($ 390), maki Gardel ($ 400), nigiris de salmón 5 piezas ($ 385). Sashimi: de salmón x 5 piezas ($ 360) y quechua 5 piezas ($ 440). Hay también combinaciones de sushi desde 20 a 35 piezas ($ 780 a $ 1.090).
De "nuestro mar", la parrillada de mariscos ($ 670), La Flor Quechua ($ 570), lenguado bandera ($ 570), salmón chactado ($ 550), salmón a lo macho ($ 605), jalea de mariscos ($595), pesca a lo macho ($ 570), tacu tacu de mariscos ($ 560), lenguado Quechua ($560), sudado de pescado ($ 520), parihuela ($ 530), chupe de langostinos ($ 530), chupe de langostinos 530), risotto de langostinos ($ 550), arroz con mariscos ($ 585), arroz con langostinos ($ 575), chaufón de mariscos ($ 550), spaghetti con frutos de mar ($ 560) y timbal de mariscos ($ 560).
"De res y de aves": lomo saltado ($ 560), lomo bucanero ($ 560), pollo saltado ($ 530), arroz con pato ($ 575), saltado mixto ($ 535), timbal de pollo ($ 530), pepper steak ($ 560), tallarín saltado mixto ($ 535), tacu tacu con lomo saltado ($575), sopa a la criolla ($ 440), dieta de pollo ($ 400), chaufón mixto ($ 540) y chaufón de pollo ($ 510).
Postres: suspiro de limeña ($ 230) y tres leches ($ 195).
Quechua también armó menús diarios que incluyen entrada, principal, postre y una bebida, por solo $ 300 con una bebida (línea Pepsi de 500 cc) y $ 240 sin bebida.
Las entradas, a elección son sopa o causa. A ellos se agregan el postre del día y los siguientes principales:
Lunes: chaufa de pollo o seco de res con porotos.
Martes: chuleta con ensalada o estofado de pollo.
Miércoles: ají de gallina o seco de pollo con porotos.
Jueves: chaufa de pollo o chuleta con ensalada.
Viernes: ají de gallina o seco de res con porotos.
Para pedidos y consultar radio y forma de entrega, llamar al teléfono: 11 4424 6355.
Se trata de un menú aniversario de tres pasos, que incluye también agua y una copa de vino o bebida sin alcohol. A solo $ 33.000 por persona, y descuento del 10% por pago en efectivo.
En una casa histórica de más de 100 años, que perteneció al sobrino del expresidente Carlos Pellegrini, se instaló Muyè, el nuevo proyecto gastronómico de Marcelo Böer, junto a Fernando Bertuol. Tuvimos la oportunidad de conocer el lugar en la marcha blanca. Todavía en etapa de experimentación, de prueba y error, encontramos una propuesta en la que sincronizaban armoniosamente cocina, ambiente y servicio.
El hombre es un maestro, solo que para hacer plata. Como cocinero, es del montón. Y no para de llamar la atención con excentricidades como ésta: una milanesa crudeli crudeli. Contradicción pura, el chef que quema todo, acá te encaja una milanga que da asco de solo verla. Y los periodistas obsecuentes aplauden, como siempre. En tanto que los comensales ingenuos creen que están disfrutando de la obra de un genio.