La gastronomía nos ha generado muchos amigos. Y varios son los andan por el mundo dando muestras de su talento y profesionalismo. Uno de ellos es Eddie Castro, quien desde Arabia Saudita nos cuenta su primeros días de experiencia en Yeda.
Yeda (a veces escriben Yida o Yeddah en inglés) es la segunda ciudad en importancia de Arabia Saudita. Posee el puerto más importante del país y desde allí parten las peregrinaciones a La Meca.
Desde hace pocas semanas, en dicha ciudad árabe se encuentra Eddie Castro, quien dejó Osaka por un año para capacitar gente y armar la propuesta del Restaurante Kuuru.
Nuevo look.
Nos cuenta se experiencia que, como es hoy común a todo el planeta, sufre alteraciones de lo que se había programado cuando viajó en febrero pasado. Si bien cerraron las fronteras, los restaurantes pueden trabajar solamente con un 40% de su personal.
Kuuru debió abrir sus puertas la semana pasada, pero decidieron no hacerlo y por el momento están haciendo capacitación. Nos cuenta Eddie -que está en el lugar junto a un compatriota y colega-, que la mayoría de los cocineros son de origen filipino.
La siguiente meta es Riad, la capital del país, donde estará cumpliendo igual función en octubre aproximadamente.
Es bueno recibir noticias favorables de los amigos, sobre todo cuando les toca enfrentar una situación tan compleja como la pandemia de Coronavirus. Aquí se lo extraña por su calidad profesional que tantas veces hemos comprobado en Osaka, pero sobre todo por su don de gentes.
Un brindis imaginario a la distancia con pisco, por supuesto, aunque allá en Jeda el alcohol está prohibido. Ya volveremos a compartir una copa a la vuelta. Salud, Eddie.
En una casa histórica de más de 100 años, que perteneció al sobrino del expresidente Carlos Pellegrini, se instaló Muyè, el nuevo proyecto gastronómico de Marcelo Böer, junto a Fernando Bertuol. Tuvimos la oportunidad de conocer el lugar en la marcha blanca. Todavía en etapa de experimentación, de prueba y error, encontramos una propuesta en la que sincronizaban armoniosamente cocina, ambiente y servicio.
El hombre es un maestro, solo que para hacer plata. Como cocinero, es del montón. Y no para de llamar la atención con excentricidades como ésta: una milanesa crudeli crudeli. Contradicción pura, el chef que quema todo, acá te encaja una milanga que da asco de solo verla. Y los periodistas obsecuentes aplauden, como siempre. En tanto que los comensales ingenuos creen que están disfrutando de la obra de un genio.
En La Brasserie Petanque, la Revolución Francesa se festeja con todo. Este año, el sábado 12, el domingo 13 y el lunes 14 de julio, habrá un menú especial con vinos de la Bodega Escorihuela Gascón y agua Perrier.