Guardamos la Olla, la voz no se acallaMiércoles, 18 de marzo de 2020Esto va día a día. Y las restricciones crecen minuto a minuto. La realidad nos supera. Fondo de Olla © no se calla; solo apagamos el fuego y no publicaremos hasta nuevo aviso notas de restaurantes, viajes ni nada que hoy los lectores estén impedidos de hacer. Los temas tendrán que ver con producción, consejos e información de interés hasta que salgamos de esta pesadilla.
Quizás algunos no hayan tomado conciencia de la gravedad de la situación. Hasta el viernes pasado, las cosas parecían estar casi normales en cuanto al funcionamiento de restaurantes, transportes y otras actividades vinculadas con nuestra vida diaria.
FDO publicó el jueves 12 pasado una nota sobre los efectos del Coronavirus sobre la gastronomía. En ese momento, no se habían tomado medidas drásticas y la gente seguía concurriendo a los restaurantes y viajando.
Nosotros mismos teníamos un viaje programado a Córdoba junto al chef Lucio Marini. La idea era visitar a Alejandro Digilio en Traslasierra, donde tiene a su cargo el Restaurante Peperina. Y de paso recorrer bodegas, encontrarnos con productores y comer en los restaurantes de la zona. La situación, por entonces, no parecía tan grave como para suspender. Hacia allá fuimos.
Nos trajimos muchísimo material para publicar. Restaurantes, La Ruta del Vino en Traslasierra, alojamientos, productos. Va de suyo que todo eso se publicará oportunamente cuando estemos viviendo normalmente (una forma de decir en este país donde poco y nada lo es).
Incentivar hoy la concurrencia a restaurantes o viajar, sería absolutamente irresponsable de nuestra parte. De hecho, muchos han cerrado sus puertas hasta que el riesgo amaine, y otros se limitan a ofrecen la mitad de su aforo porque así lo disponen las autoridades (Córdoba, por ejemplo). Algo que es innecesario porque la gente evita en su mayoría concurrir a lugares públicos. Otros están tratando de limitar sus pérdidas a través de servicios de delivery.
Resulta curioso que en nuestra redacción, sigamos recibiendo de parte de algunas agencias de prensa información sobre eventos como si no pasara nada. No importa que tengan fecha próxima o para mayo o junio. Hoy es absurdo enviar esas cosas que solo crean confusión.
Otros, más coherentes, nos hacen llegar datos sobre cómo sobrellevan los restaurantes este problema globalizado.
Este virus nacido en China se expandió en todo el mundo y Europa padece el contagio masivo, lo que nos lleva a pensar que en un momento u otro la enfermedad se manifestaría en nuestro país y el resto de Sudamérica.
Pero claro, en un país que pasó de un eminente profesional como el doctor Adolfo Rubinstein, echado por el inepto de Macri por presentar un protocolo sobre el aborto, a un infradotado como González García, que minimizó los riesgos y dijo que le preocupaba más el dengue que el Coronavirus, todo se complica y se agrava.
Las ideologías matan la razón. Ginés está ahí por ser peronista y fiel a Cristina y no por sus condiciones profesionales. El mismo presidente afirmó que no veía razón algunas que suspender el fútbol (sin público) y otras actividades como la gastronomía. Se dio cuenta tarde.
Hoy el gobierno se expresa a través de otros ministros del gabinete. El de Salud no apareció más, y está bien que así sea. De pedirle la renuncia ni hablar.
La restauración pasa por un severo momento económico y, para muchos, esta pandemia será un golpe de gracia.
Fondo de Olla © no acalla su voz, pero se limitará a expresarse sobre temas que ayuden a los lectores a sobrellevar la cuarentena no incentivando la concurrencia a sitios públicos.
Esto va día a día. Y las restricciones crecen minuto a minuto. La realidad nos supera. Fondo de Olla © no se calla; solo apagamos el fuego y no publicaremos hasta nuevo aviso notas de restaurantes, viajes ni nada que hoy los lectores estén impedidos de hacer. Los temas tendrán que ver con producción, consejos e información de interés hasta que salgamos de esta pesadilla.
Quizás algunos no hayan tomado conciencia de la gravedad de la situación. Hasta el viernes pasado, las cosas parecían estar casi normales en cuanto al funcionamiento de restaurantes, transportes y otras actividades vinculadas con nuestra vida diaria.
FDO publicó el jueves 12 pasado una nota sobre los efectos del Coronavirus sobre la gastronomía. En ese momento, no se habían tomado medidas drásticas y la gente seguía concurriendo a los restaurantes y viajando.
Nosotros mismos teníamos un viaje programado a Córdoba junto al chef Lucio Marini. La idea era visitar a Alejandro Digilio en Traslasierra, donde tiene a su cargo el Restaurante Peperina. Y de paso recorrer bodegas, encontrarnos con productores y comer en los restaurantes de la zona. La situación, por entonces, no parecía tan grave como para suspender. Hacia allá fuimos.
Nos trajimos muchísimo material para publicar. Restaurantes, La Ruta del Vino en Traslasierra, alojamientos, productos. Va de suyo que todo eso se publicará oportunamente cuando estemos viviendo normalmente (una forma de decir en este país donde poco y nada lo es).
Incentivar hoy la concurrencia a restaurantes o viajar, sería absolutamente irresponsable de nuestra parte. De hecho, muchos han cerrado sus puertas hasta que el riesgo amaine, y otros se limitan a ofrecen la mitad de su aforo porque así lo disponen las autoridades (Córdoba, por ejemplo). Algo que es innecesario porque la gente evita en su mayoría concurrir a lugares públicos. Otros están tratando de limitar sus pérdidas a través de servicios de delivery.
Resulta curioso que en nuestra redacción, sigamos recibiendo de parte de algunas agencias de prensa información sobre eventos como si no pasara nada. No importa que tengan fecha próxima o para mayo o junio. Hoy es absurdo enviar esas cosas que solo crean confusión.
Otros, más coherentes, nos hacen llegar datos sobre cómo sobrellevan los restaurantes este problema globalizado.
Este virus nacido en China se expandió en todo el mundo y Europa padece el contagio masivo, lo que nos lleva a pensar que en un momento u otro la enfermedad se manifestaría en nuestro país y el resto de Sudamérica.
Pero claro, en un país que pasó de un eminente profesional como el doctor Adolfo Rubinstein, echado por el inepto de Macri por presentar un protocolo sobre el aborto, a un infradotado como González García, que minimizó los riesgos y dijo que le preocupaba más el dengue que el Coronavirus, todo se complica y se agrava.
Las ideologías matan la razón. Ginés está ahí por ser peronista y fiel a Cristina y no por sus condiciones profesionales. El mismo presidente afirmó que no veía razón algunas que suspender el fútbol (sin público) y otras actividades como la gastronomía. Se dio cuenta tarde.
Hoy el gobierno se expresa a través de otros ministros del gabinete. El de Salud no apareció más, y está bien que así sea. De pedirle la renuncia ni hablar.
La restauración pasa por un severo momento económico y, para muchos, esta pandemia será un golpe de gracia.
Fondo de Olla © no acalla su voz, pero se limitará a expresarse sobre temas que ayuden a los lectores a sobrellevar la cuarentena no incentivando la concurrencia a sitios públicos.