Por la vueltaDomingo, 9 de febrero de 2020Después de siete años en Buenos Aires, donde se desempeñó como chef ejecutivo de ambos Osaka (Palermo y Puerto Madero), Eddie Castro se radica en Arabia Saudí por un año.
Fueron siete años fructíferos, tanto para él como profesional como para Osaka Buenos Aires. Creemos que juntos, ambos se potenciaron.
Este será un 2020 de grandes cambios y por lo tanto, pasada su experiencia árabe (un año en el que estará trabajando en Riad y Yidda), Eddie Castro promete volver a la ciudad en la que vivió siete años.
Mientras tanto, habrá nuevos proyectos en ambas sedes locales de Osaka y la continuidad está asegurada. Llega al país un chef peruano como soporte y aun no podemos informarlo, pero un argentino vuelve al redil, luego de una experiencia muy valiosa.
Volvamos a Eddie. Su trayectoria lo tuvo en el armado de carta y entrenamiento del personal de las sedes de Osaka Chile y Osaka Los Ángeles.
Eddie comenzó a trabajar como cocinero profesional desde muy joven. Él siempre destaca la influencia que tuvo su madre, María Chávez, en lo que sería el amor por la cocina.
Uno de sus primeras labores fue en el que fue el primer restaurante de comida thai en el Perú. Se desempeñó luego en Renaissance Jaragua Hotel de Santo Domingo, República Dominicana. Allí fue souschef de Pastelería, y se encargó de la producción de postres para la pastelería en vitrina en L‘ Hermitage Pastisserie.
Fue además asistente en el dictado de clases de Pastelería en la Escuela de Cocina Le Cordon Bleu Perú. Pasó entre 2000 y 2002 por Le Bistrot de Mes Fils, donde fue parrillero y ayudante de pastelería y área fría, nuevamente con el chef Jorge Ossio.
Los últimos siete años transcurrieron en años, siempre como chef ejecutivo de Osaka Palermo y Osaka Puerto Madero.
En lo personal hemos tenido la fortuna de tratarlo no solo como profesional, sino también como persona. La mutua buena onda hizo que compartiéramos tantas comidas, alrededor de una copa de pisco peruano o un vino argentino (generalmente las dos cosas).
Nuestro amigo se va y lo vamos a extrañar. Pero hacemos un brindis por la vuelta, ya que él mismo ha prometido regresar luego de la experiencia asiática. Y repetimos: el 2020 traerá grandes cambios y novedades en Osaka. Ojalá podamos celebrarlos todos juntos.
Después de siete años en Buenos Aires, donde se desempeñó como chef ejecutivo de ambos Osaka (Palermo y Puerto Madero), Eddie Castro se radica en Arabia Saudí por un año.
Fueron siete años fructíferos, tanto para él como profesional como para Osaka Buenos Aires. Creemos que juntos, ambos se potenciaron.
Este será un 2020 de grandes cambios y por lo tanto, pasada su experiencia árabe (un año en el que estará trabajando en Riad y Yidda), Eddie Castro promete volver a la ciudad en la que vivió siete años.
Mientras tanto, habrá nuevos proyectos en ambas sedes locales de Osaka y la continuidad está asegurada. Llega al país un chef peruano como soporte y aun no podemos informarlo, pero un argentino vuelve al redil, luego de una experiencia muy valiosa.
Volvamos a Eddie. Su trayectoria lo tuvo en el armado de carta y entrenamiento del personal de las sedes de Osaka Chile y Osaka Los Ángeles.
Eddie comenzó a trabajar como cocinero profesional desde muy joven. Él siempre destaca la influencia que tuvo su madre, María Chávez, en lo que sería el amor por la cocina.
Uno de sus primeras labores fue en el que fue el primer restaurante de comida thai en el Perú. Se desempeñó luego en Renaissance Jaragua Hotel de Santo Domingo, República Dominicana. Allí fue souschef de Pastelería, y se encargó de la producción de postres para la pastelería en vitrina en L‘ Hermitage Pastisserie.
Fue además asistente en el dictado de clases de Pastelería en la Escuela de Cocina Le Cordon Bleu Perú. Pasó entre 2000 y 2002 por Le Bistrot de Mes Fils, donde fue parrillero y ayudante de pastelería y área fría, nuevamente con el chef Jorge Ossio.
Los últimos siete años transcurrieron en años, siempre como chef ejecutivo de Osaka Palermo y Osaka Puerto Madero.
En lo personal hemos tenido la fortuna de tratarlo no solo como profesional, sino también como persona. La mutua buena onda hizo que compartiéramos tantas comidas, alrededor de una copa de pisco peruano o un vino argentino (generalmente las dos cosas).
Nuestro amigo se va y lo vamos a extrañar. Pero hacemos un brindis por la vuelta, ya que él mismo ha prometido regresar luego de la experiencia asiática. Y repetimos: el 2020 traerá grandes cambios y novedades en Osaka. Ojalá podamos celebrarlos todos juntos.