GAL es el nombre elegido (sus iniciales) por el chef Gustavo Adolfo Lanús, de extensa trayectoria en la gastronomía local. En el barrio de Coghlan abre las puertas de lo que fuera su casa de la infancia. Allí ofrece una comida rica, sin excesos, con productos de calidad.
GAL (las iniciales del chef Gustavo Adolfo Lanús) es una especie de rara avis en la gastronomía porteña. No es restaurante tradicional, pero tampoco uno de los mal llamados "de puertas cerradas" (indoors en inglés, le vendría mejor a este tipo de lugares).
Un cartel sobre el tejado indica el nombre de la casa del barrio de Coghlan (donde el chef transcurrió su infancia), en el que funciona este bistró con habilitación municipal para quien tenga dudas, que no es otra cosa que una cocina de "puertas adentro" (y abiertas solo por reserva).
La cantidad de cubiertos es chica (alrededor de una veintena), la atención cordial de un camarero de Arica (Chile) y el ambiente cálido y romántico en las noches (donde conviene ir bien acompañado).
Lanús define a su cocina como "genuina" y si nos atenemos al significado cabal de la palabra en la RAE ("auténtico, legítimo, propio o característico"), se decanta que el chef está en lo cierto. Es lo que ha venido haciendo, en todo caso, en su larga trayectoria en lugares como Bleu, Blanc, Rouge) donde ingresó a los 18 años, y en una década y media en Bariloche, ciudad en la que creó Naan, y Santos. En Buenos Aires también abrió el Restaurante Gorriti.
La carta de GAL es breve y concisa. Además, suele haber platos del día (uno para cada paso), y ocasionalmente menús temáticos (el último fue francés), que cuentan con maridaje de Rutini Wines (y la presencia para dirigir la cata de nuestro colega Osvaldo Sánchez Salgado). Estas reuniones suelen anunciarse en las redes (Instagram: gal.restaurante.buenosaires).
Algunas de las opciones son la sopa de zapallo inglés sin crema y con pipas; paté relish con pepinillos (para compartir); mollejas al hierro con limón; malfatti con espinaca y tomate; lomo al vino tinto con papas dauphinoise. Pero por la particularidad del lugar hay cambios frecuentes.
Optamos por dos platos del día y un principal más de la carta. La entrada fue el Camembert con verdes y endivias braseadas, para dos personas. Y el principal, seco de lomo con arroz basmati y encurtidos picantes. Una licencia hacia la culinaria peruana.
Del menú, elegimos la sartén de mar, con chipirones, langostinos, mejillones, tomate fresco, pimientos asados y papas españolas. Contundente. Ambos platos ideales para la fría noche invernal.
Para el final, marquise y tarta de manzanas con helado de americana.
Hay una carta de vinos corta pero interesante, y precios más que interesantes. Para vivir una experiencia distinta, donde las tres patas de la gastronomía van de la mano (cocina, ambiente, servicio), GAL es un golazo.
GAL - Conde 3121 Coghlan - Teléfono: 15 2861 2250 - Abierto de miércoles a sábados noche; sábados y domingos al mediodía. Pago en efectivo y débito.
Rëd Resto & Lounge y su chef, Alejandro Bontempo, recibieron a Juani Kittlein, quien trajo desde el Restaurante Socarrat de Miramar algunos de sus platos icónicos, entre ellos la increíble paella con socarrado.
Tallarica es el resultado de un proyecto ideado por la chef pâtissier Daniela Tallarico. Luego de trabajar durante más de diez años en la pastelería del hotel Palacio Duhau, Park Hyatt Buenos Aires junto a Damián Betular, decidió explorar nuevos horizontes. Así lanzó su propio emprendimiento a fines del año 2023 en Belgrano.
El único omakase de la ciudad en el que el pescado se reemplaza por carne vacuna y porcina. Una audacia de los chefs Ignacio Bravo y Uriel Hendler, quienes idearon esta propuesta sui generis de excelente relación precio calidad.
