Tiene nombre de emperador francés, pero es tucumano. Y comercializa empanadas congeladas y envasadas al vacío con la impronta de su provincia. Las de matambre, claro, son las más tradicionales, pero también hay de pollo, cordero, bondiola, hongos de pino y vino blanco, entre otras.
¿No les ha pasado acaso que quisiste comer unas buenas empanadas y, salvo que las prepares en tu casa, la cosa se pone muy complicada? Cientos de casas de delivery y la calidad de lo que te mandan, va de regular para abajo.
Por suerte, siempre hay excepciones que confirman la regla. Es evidente que en el NOA están las mejores empanadas del país. Y salteños y tucumanos tienen una "pelea" para ver cuáles son las mejores.
Eso sí, son diferentes y por ello, cada estilo nos tienta y nos lleva a desear tenerlas aquí en Buenos Aires como si estuviéramos en la tierra de Güemes o en el Jardín de la República.
Nos cuenta Napoleón que "este emprendimiento de las empanadas lo venía planeando desde hace bastante tiempo, hablando con amigos de Tucumán, que residen aquí y veíamos que realmente es muy difícil encontrar unas ricas empanadas, jugosas, sabrosas y recién horneadas".
Así es que decidió volver a sus raíces, tierra adentro de su Tucumán querido, donde vivió los mejores momentos de su infancia. Donde los aromas y sabores no se olvidan jamás. Sobre todo los que "eran generados por un humilde horno de barro y una rústica cocina a leña".
Toda esa magia, afirma Napoleón, la desplegaba una mujer muy querida por su familia: "La Vicenta, a quien quise como a una madre, que me malcriaba mucho y podía pasar horas viéndola amasar, cocinar y hornear".
"Vicenta nos dejó hace poco tiempo, pero quedó el recuerdo de sus famosas empanadas, que engalanaban todas las reuniones familiares y de amigos, esos larguísimos días del Trabajo, realmente inolvidables".
Napoleón se dio cuenta que la receta la tenía incorporada en sus genes: solo tenía que buscar dentro de él esos sabores que extrañaba y como cocinero, poner manos a la obra, buscar los mejores productos, ser prolijo y cuidadoso con la manipulación de los insumos y dejarse llevar por sus instintos. "Y sobre todo darle mucho cariño y dedicación como lo hacía la Vicenta".
Se trata de empanadas congeladas envasadas al vacío, fáciles y rápidas de cocinar, que se pueden hornear y freír, e ideales para tener en el freezer.
Los sabores son las tradicionales tucumanas de matambre cortado a cuchillo, con condimentos de los Valles Calchaquíes. En un pequeño mortero machaca y muele las semillas de comino y las de pimienta negra, de forma tal que los aromas y aceites sean más frescos.
También prepara empanadas de pollo (tucumanas por supuesto); de bondiola braseada con cerveza negra y puré de batata (usando condimentos de la gastronomía de la India más azúcar morena, frutas y verduras), de cordero braseado y condimentado como las de bondiola pero sin azúcar y cerveza); de hongos de pino y vino blanco.
Y por último, a pedido de muchos clientes, de jamón, mozzarella y queso cuartirolo.
¿El secreto, además de la mano?: usar solo productos de muy buena calidad.
La masa de las empanadas también es casera, preparada con grasa de pella, salmuera y harina 0000.
Para conseguirla, es muy fácil. Hay que comunicarse por las redes sociales: Instagram y Facebook @napocaste o Napo Cocinero. Se toman Tomo pedidos de lunes a miércoles, y pasan a buscarlas los días viernes y sábados por Chacarita. Horario a convenir. Pronto harán envíos a domicilio.
Al final de la charla, Napoleón nos cuenta que uno de los objetivos de este año es abrir un "bolichito" con empanadas fritas, y horneadas en horno de barro". Esperemos que sea pronto.
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El tradicional restaurante de Puerto Madero, propone celebrar el 25 de Mayo con un menú inspirado en los tradicionales sabores del país. Esta propuesta estará disponible durante la "Semana Patria" del 19 al 25 del actual, a un valor de $ 60.000 pesos por persona.