El hotel 5 estrellas de la calle Arroyo cerrará sus puertas el próximo 16 de diciembre. Ese día vence el contrato con el propietario del edificio. La cadena sigue en el país y anuncia que habrá nuevos emprendimientos.
La frialdad de los comunicados de prensa suele echar claridad sobre lo que está ocurriendo, pero al mismo tiempo -y no hay otra alternativa- nos exime de la parte emotiva y sentimental de la noticia.
El cierre, dice el texto, "obedece a la finalización de contrato". Y expresa: "Luego de 15 años de operación ininterrumpida, Sofitel Buenos Aires Arroyo finaliza sus operaciones debido a la conclusión del contrato con el propietario del inmueble sito en la calle Arroyo 841, donde hasta ahora operaba el hotel".
Y finalmente se aclara que "el Grupo AccorHotels reafirma su presencia en el país e informa que mantendrá y planea incrementar sus operaciones, no solo mediante los hoteles que hoy tiene operativos, sino también a través de nuevos proyectos en busca de expandir el alcance de las actividades del grupo en la Argentina".
Es decir que no se trata de que el Grupo Accor se vaya del país, ni mucho menos. Casi en la totalidad de los casos, los edificios en los cuales funcionan los hoteles no son propiedad de las cadenas y por ende, hay siempre hay riesgos cuando se vencen los contratos de alquiler o de gerenciamiento.
Una pena realmente porque el Sofitel Arroyo es uno de los hoteles más elegantes de la ciudad, un 5 estrellas distinto por su escala pequeña en comparación con los hoteles de esa categoría que tenemos en Buenos Aires.
El edificio se conoce como la torre "Nicolás Mihanovich" o "Bencich". El deseo de Mihanovich era construir el edificio más alto de Buenos Aires, más que el Palacio Barolo, pero las autoridades municipales no se lo permitieron. ?
Mihanovich tuvo siempre un gran acercamiento con el Uruguay, de manera que su intención era construir un edificio desde el cual pudiera ver la costa del vecino país. Se trata de dos construcciones de siete plantas que originalmente eran cinco. La torre cuenta con 20 pisos, aunque en realidad son 19 porque no existe el 13.
En cuanto a la gastronomía, el hotel cuenta con el Restaurante Le Sud, el Café Arroyo y La Biblioteque. El chef ejecutivo es Oliver Falchi, un francés afincado en nuestro país, donde formó su familia con esposa e hija argentinas.
Al momento de la apertura la cocina estaba a cargo de Thierry Pszonka, otro francés que hizo escuela, famoso por su mal humor pero también por una enorme capacidad profesional.
En lo personal, se recuerda sobre todo un Festival de Cocina Polinésica, el único que se realizó en nuestro país. Precisamente, ése fue uno de los destinos en donde trabajó Falchi hace algunos años.
Pena y tristeza. Pero también nos quedará el recuerdo de este lugar donde hemos vivido muy buenas experiencias gastronómicas. Ojalá pronto podamos decir "Por la vuelta". No será con el nombre "Arroyo", pero sí es necesario que haya un nuevo Sofitel en la ciudad.
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