No solo Palermo y Recoleta u otros barrios "gastronómicos" de la ciudad nos ofrecen buenas alternativas para beber un buen café y comer simple y rico. En el Centro también hay lugares que merecen la pena visitar.
De 8 a 20, el centro de la ciudad se pone movido: oficinistas apurados, deliverys atrasados, ruidos de obras en construcción, manifestaciones constantes. Pero también tiene su encanto: sus plazas con pastito que invitan al picnic de mediodía, las cúpulas de los palacios históricos, los bares antiguos, y la novedad: rincones donde sirven cafés elaborados con buenas máquinas y granos de calidad.
Sí, no sólo en Palermo y en Recoleta es posible disfrutar de un café solo o cortado con leche poco espumosa, con dibujito mientras leés el diario o simplemente mirás la gente pasar.
Hábito Café
Desde que lo conocimos nos surgió la idea ser habitués de este lugar. Hábito Café está en una calle muy tranquila, a pocas cuadras de la UADE. Al fondo funciona el pequeño Teatro La Ranchería, que le otorga un clima de espera sin apuro.
Tiene una barra que da a la calle, ideal para ver los adoquines mientras se toma un ristretto ($ 42) o un flat white ($ 65) y se hojea alguno de los libros de la minibiblioteca.
Los granos que usan son un blend cosechado en tierras altas brasileñas de beneficio o fermentación natural, que vendría a ser el "cosecha tardía" en lo que a café refiere. Según aclaran, es el único lugar en Buenos Aires donde exportan ese tipo de grano.
Detrás de la barra están Javier o Matías, sus dueños, y las camareras Majo y Daniela te atienden siempre con buena onda.
Para comer, pastelería (los alfajorcitos de coco y dulce de leche) y almuerzos sencillos (plato de la semana, tartas, sándwiches y ensaladas). Una curiosidad es el café con jugo de naranja o con agua tónica ($ 79). Queda en México 1152. De lunes a viernes de 8:30 a 19:30.
Santa Café
En la calle Moreno, frente al edificio del Intercontinental (que en el lobby alberga un industrial Starbucks), se encuentra este rinconcito. Juan David y Laura son de Colombia y Miguel Ángel, venezolano y por eso bien saben de café, además de portar sonrisa y buena onda.
El blend que utilizan es peruano. Al mediodía, ofrecen un plato del día bien caserito (que podrían ser un sándwich o arepa de pastrón, rúcula, queso y chutney de zanahoria, o una lasagna vegetariana), más vaso de jugo y café al final por $ 140. Recomiendan probar el café antes de endulzarlo. Ideal para comer rápido y sano, y seguir el día con alegría. Moreno 818. De lunes a viernes de 8 a 19.
Negro, Cueva de Café
Sus paredes de ladrillo sin revocar, las luces cálidas, el elegante color negro preponderante y la cuidada banda sonora, hacen de este lugar un refugio ideal para respirar después o en medio de un día de trabajo.
Suelen sonar bandas como Belle & Sebastian, Nina Simone y Cat Power. Tienen un usuario al que podés seguir en Spotify: "negrocuevadecafé". Muchos ejecutivos lo usan como lugar fijo de reunión por su tranquilidad y calidad.
Los jueves hay un menú con plato (por ejemplo ternera macerada en hierbas con arroz), limonada y café desde $ 170. Además hay una sucursal en Tucumán 1327 y otra en Marcelo T. de Alvear 790. La que visitamos queda en Suipacha 637. De lunes a viernes de 8:30 a 19.
Los precios ilustrativos corresponden al mes de septiembre de 2017.
Los herederos del ingeniero belga, Gustave André de Glymes, rinden homenaje a los valores y tradiciones familiares con el lanzamiento de su primer vino: André de Glymes 100 Años Después", un Gran Malbec de guarda de la cosecha 2019, que se presenta en una edición limitada de 3.000 botellas.
Se trata de un blanc de noire elaborado con uvas Malbec 100%, floral y fresco, que transmite toda la personalidad de la cepa que representa al país en el mundo. Andeluna Blanc de Malbec es resultado de la constante búsqueda por la innovación que realiza la bodega, y que refleja en su porfolio la versatilidad del Malbec en sus versiones: blanco, rosado y tinto.
Hoy es 17 de abril, y no podíamos dejar pasar el Día Internacional del Malbec sin levantar la copa. Con López, por supuesto. Cinco generaciones, una misma familia y un estilo propio, desde 1898.