El chef de Oviedo ofrecerá los días 3, 4 y 5 de agosto un menú de su tierra salteña, con vinos de la Bodega El Esteco. Corresponde al Ciclo Cocina de Altura.
Ramón Chiliguay trabaja en Oviedo desde hace más de 30 años. Si bien se ha especializado y adaptado al estilo de cocina del restaurante dirigido por Emilio Garip, cada tanto y sobre todo en las fechas patrias puede darse el gusto de regresar a los sabores de su tierra salteña.
Esta vez, los días jueves 3, viernes 4 y sábado 5 de agosto, el chef ofrecerá un menú dentro del Ciclo Cocina de Altura, de la Bodega El Esteco. Serán cuatro pasos más un aperitivo, con todo incluido (vinos, agua, café y servicio de mesa, a $ 890.
Gracias a la amabilidad de ese caballero gourmet que es Emilio Garip, tuvimos el privilegio de probar los platos del mundo, anticipadamente.
El aperitivo son unas especies de croquetas de papa rellenas con queso de cabra y fritas. un bocado muy común en el norte de nuestro país.
El primer paso consiste en clásicas empanadas salteñas, con un toque novedoso del chef, que le agrega pimentó a la masa, que de esa manera quedan más oscuras. El auténtico sabor de las mejores empanadas del país, se acompaña con Old Vines Torrontés 2015. Un vino de escasa producción que se expresa con una asombrosa delicadeza, poco común de encontrar en la cepa emblema de la Argentina entre los blancos.
Segundo paso: huaschalocro, con Old Vines Criolla cosecha 2015. Como bien contaba Ramón Chiliguay es como la versión pobre del locro, se hace con maíz fresco. Esta versión de Oviedo está para chuparse los dedos, y mojar el pan. Mejor aún con un poco de picante.
Tercer paso: cabrito a las brasas con papas, pimientos y mote. Como bien dice Emilio, una de las carnes más ricas, aunque menos valoradas agregamos nosotros. Copa de Chañar Punco 2013 (de Santa María, Catamarca).
Cuarto paso: dulce cayote con quesillo de vaca directamente traído por Ramón desde su provincia; más copa de Ciclos Tardío Torrontés.
Cabaña Las Lilas elaboró un menú exclusivo para la noche de Fin de Año, que incluye varios de sus platos emblemáticos. Además, la noche estará musicalizada con DJ y habrá suelta de globos a la medianoche, en la terraza del restaurante.
Si algo le faltaba a la inefable, irrelevante y obscena lista conocida como 50° Best Restaurants (que son 100 curiosamente), es que Astrid & Gastón esté ubicado en un lugar insólito: N° 81 de Latinoamérica, habiendo sido alguna vez el primero. Cuenta Gastón Acurio que le llegaron numerosos comentarios, sobre todo de gente espantada por esta falta de respeto. Sin embargo, las reflexiones del chef peruano no dejan de sorprender por su cuota de humildad, una virtud que no abunda precisamente en este gremio de egocéntricos.
Escaleras arriba, en el living, Winston Club invita a descubrir la cocina de Jonás Alba y Jeremías Cacino, chef y souschef, respectivamente. Una propuesta que, como ellos mismo la definen, se apoya en cuatro pilares: historia, tradición, memoria y producto.