Cómo se las arreglan las parrillas en Semana Santa

Pongamos el caso de una familia en la cual una parte quiere comerse una tira de asado aunque sea Viernes Santo. Y la otra, practicante de la Iglesia Católica, opta por el ayuno cárnico. ¿Qué hacer? ¿Es lógico ir a una parrilla?

La Brigada, por ejemplo, tradicionalmente no abre sus puertas ni el jueves ni el viernes de Semana Santa. Es que Hugo nunca ha querido agregar pescados al menú, por lo cual solo quedaría algún plato de pasta, los bocadillos de verdura, ensaladas y poco más que eso. No tiene sentido.

En Cabaña Las Lilas, por caso, la propuesta pensada exclusivamente para estas fechas incluye arroz caldoso con pescado y mariscos; pastel frío de salmón rosado con langostinos, cremoso de palta y limón confitado; penne rigate salteados con mariscos, concassé de tomate y oliva negras; salmón blanco confitado con suave romesco (salsa de tomate, morrón, almendras y ajo tostado), y pesca del día con vegetales asados, aceite de hierbas y cebolla encurtida.

Habituales de la carta, son la merluza negra a la parrilla con ensalada de rúcula, radicchio, champiñones de París y palta; pulpo español con papas rústicas, tapenade y rúcula; salmón rosado a las brasas sobre ragú de hongos, o la pesca del día con puré emulsionado de limón y láminas de zucchini. Todos estos platos están cocinados al horno de barro.

Como es tradición en Cabaña Las Lilas, el domingo 16 se obsequiará en cada mesa una rosca de pascua que se elabora con una receta original de Galicia, que fue mantenida a lo largo de 70 años.

Por su parte, La Cabaña, la parrilla más antigua de la ciudad, propone tartare de tomates y palta con endivias crocantes y reducción de aceto balsámico; cocktail de langostinos con palta y salsa golf, y minestrone de verduras frescas.

Las ensaladas son La Cabaña, con tomate, rúcula, lechuga, palmitos, remolacha y huevos de codorniz; la clásica caprese; la Porteña con radicheta, cebolla, huevo y finas láminas de queso; o ensalada del campo con rúcula, tomate confitado y queso parmesano.

Y los principales serán lenguado sobre mousseline de calabaza, vegetales y pesto de perejil y almendras; risotto de hongos con espinaca fresca; o ravioles de calabaza al plomo y salvia con crema de echalotes, y de salmón y verdeo con crema de camarones y eneldo.

En tanto, La Cabrera no incorpora otras opciones al menú, pero hay provoletas en sus diferentes opciones; brochetas de vegetales, y fusilli con tomates frescos y secos. Además, en cada mesa se regalará un huevo de Pascua.

Don Julio propone langostinos de Chubut. Y también gírgolas, berenjenas ahumadas, parrillada de vegetales, morrones calahorra y remolachas al rescoldo, todo eso a la parrilla. Y las provoletas, entre ellas la de queso de cabra de Cafayate.

Le Grill también abre en Semana Santa, con sus habituales opciones de pulpo y salmón curado; tempura de mariscos; también tres opciones de pescados (salmón, del día y merluza negra); risotto de vegetales; pasta rellena de salmón, y pasta seca. 

Opciones hay. De manera que en una parrilla, en Semana Santa pueden convivir perfectamente los que comen carne y los que no.