El Manto es una expresión de la verdadera Cocina Armenia, donde se respetan las recetas típicas aunque realzadas para ponerlas a un nivel de mayor calidad.
El Manto- Costa Rica 5801- Teléfono 4774-2409. Abierto todos los días solo por la noche. Principales tarjetas.
Tipo de Cocina: Armenia
Barrio: Palermo Hollywood
Precios: $$$
Si algo hay que valorar de El Manto, que ya hace un tiempo está a cargo en soledad de David Khandjian (nacido en Armenia y llegado a estos pagos de muy chico), es que mantiene la esencia, la autenticidad con la cual se exponen las recetas clásicas ese pueblo tan sufrido y de tanta presencia en el país.
El Manto fue el primer restaurante en destacar aquello de "Cocina Armenia", en lugar de la más genérica "Cocina de Medio Oriente". Es que diferencias existen, por más que ambas tengan puntos en común.
Y no existe parangón en Buenos Aires, ya desde el ambiente como en el servicio y la calidad de sus comidas. Es sin dudas el más gourmet de los restaurantes "medio orientales" de la ciudad.
Para una primera visita, sugerimos optar por el mezze, es decir la degustación de entradas frías para dos personas. Incluye hummus, tabule (ensalada con trigo burgol) y babaganush (pulpa de berenjenas ahumadas) y también sarma (niños envueltos en hojas de parra rellenos de carne y arroz), kefte de arvejas (arvejas molidas, trigo y especias) e iman bayndi (keppy crudo).
De las entradas calientes, sobresalen los borek de queso (triángulos de masa phila con ricota y queso sardo), y los falafel, una concesión a la cocina árabe, típica preparación de habas molidas con crema de tahine.
Luego se debe optar por los platos de cocina o de la parrilla a leña. Entre los primeros, el manti es un clásico armenio. Se trata de rombitos de fina masa, rellenos de carne y con salsa de yogur y ajo (viene aparte). Resultó nuestra propia elección.
David Khandjian, uno de los socios originales, tiene a su cargo la conducción de El Manto, donde se mantiene la esencia y la autenticidad de la Cocina Armenia.
Hay mousaka, especie de lasaña de berenjenas con tomate y carne, con salsa de nuez moscada (plato muy presente entre los griegos); arroz a la Persa, y sini kefte (carne molida, bulgur extra fino y nueces, con un salteado de morrones, cebollas y tomates).
La carta propone cinco platos con cordero, entre ellos el que va macerado en coñac y se acompaña con pilaf de burgul. De la parrilla salen los shish kebab, o sea brochettes y pinchos, que pueden ser de cordero o ternera, de carne picada macerada en especias, y también de pollo.
Los postres evitan el exceso de almíbares, para atenuar el dulzor. La crema de yogur al azafrán es una exclusividad de la casa, pero también hay baklava, delicatessen orientales con helado, y kadaif de ricota.
Puede optarse por un menú de tres pasos, muy conveniente, con vinos Tabolango Alta Malbec, Premium Syrah y Chardonnay.
Para el final, café (surtch) y té armenios. Hay lectura de borra de café (lunes y martes, cada cuatro personas de la misma mesa que lo pidan, una no paga). Esta costumbre nación en Etiopía y se trasladó luego a Europa a través del Mar Caspio.
Se cobra servicio de mesa, pero incluye los excelentes panes típicos caseros. Impecable atención de camareras simpáticas, discretas y didácticas.
No obviar los tragos de la casa, entre ellos el Manto Perfecto (frutas de estación maceradas con almíbar de canela, Vodka Skyy y Campari). O el Ararat, en homenaje al monte que es símbolo del país, preparado con Martini Rosso, jugó de limón, tónica y bitter Angostura. La carta de vinos no es muy extensa.
El Manto es el lugar perfecto para redescubrir la verdadera Cocina Armenia, elevada a un nivel gourmet que debe valorarse.
El dicho "pum para arriba" tiene, en este caso, varias interpretaciones. Dicen que es un invento argentino, y que obedece al descorche de una botella de champán. A Winston Club le cabe también el hecho de que, para acceder al living del entrepiso, hay que subir una escalera empinada que nos transporta a vivir una experiencia gastronómica singular. Y, finalmente, a que cada vez que hemos ido a disfrutar del menú de pasos del chef Jonás Alba, la evolución ha ido in crescendo, bien para arriba.
La Costanera Norte está cambiando de cara gracias a la apertura de nuevos locales, restaurantes, boliches, salones de fiestas. Todas inversiones importantes, que transformaron la zona que va desde la Ciudad Universitaria hasta pasada la cabecera del Aeroparque Jorge Newbery. Y, entre esas novedades, impacta Sendero por su excepcional vista del río de la Plata desde el primer piso, una cocina que hace un culto de la simpleza y la calidad de la materia prima, y la coctelería que completa, junto al servicio impecable, una gran apertura de este 2025 que nos va dejando.