De barrio y mucho más

Cuando la música suena fuerte en CUT

Lunes, 13 de mayo de 2019

CUT, es decir Calles Urquiza y Tapiales, es un lugar de comida sencilla, rica y de muy buena relación costo beneficio. Calidad de materia prima y originalidad en las presentaciones, hacen la diferencia. Y cuando la música de fondo eleva su volumen, es porque superaron los 90 cubiertos.

CUT - Urquiza 802 esquina Tapiales, Vicente López. Teléfonos: 4796-1162 / 4795-5655. Abierto de martes a sábados mediodía y noche, domingos solo mediodía. Principales tarjetas.

Tipo de Cocina: Parrilla y Porteña

Lugar: Vicente López

Precio: $$$

Noche de martes, cuando muchos -la mayoría lamentablemente- de los restaurantes están semivacíos, en CUT escuchamos que la música aumenta de volumen. Llegamos a los 90 cubiertos (y afuera hay gente esperando), nos dice Gastón Boga Michaud, el chef propietario.

Uno, con años vinculados al periodismo gastronómico, está acostumbrado a visitar lugares que deberían tener más clientes de los que reciben. Y viceversa, claro, los que llenan porque se ponen de moda, o bien porque te estacionan el auto o van muchas chicas lindas. Pero todo malo.

Por eso, cuando advertimos que un restaurante se destaca por su comida rica, sencilla, los precios razonables y hasta algunos toques personales del chef que hacen distinta la propuesta, nos sentimos reconfortados.

CUT, no tiene nada que ver con la palabra inglesa que remite a "cortar". Es un juego de palabras que alude a las calles de Vicente López en las que se encuentra el restaurante: Calles Urquiza y Tapiales.

Hay equipo. En este restaurante de barrio, tanto el chef como el souschef tienen vasta experiencia en otros rubros de la gastronomía; por ejemplo la alta cocina.

Gastón Boga Michaud, por caso, a quien conocimos en Mercado Central hace un tiempo, se recibió en el Ott College y luego pasó por la cocina de Alejandro Digilio, hizo una pasantía en El Celler de Can Roca y fue souschef en Roc de las Bruxies en Andorra.

Desde hace cinco años abrió CUT junto a Jorge Noguera, especializado en Marketing y Turismo, y Javier García como souschef, quien se incorporó a fines de 2016.

Gastón te puede sorprender con algún plato fuera de carta, como el carpaccio de ciervo de delicado sabor. Y lógicamente, la empanada de carne cortada a cuchillo, casi una obligación probarla. Llegan a la mesa con un toque de azúcar impalpable, como le gustan al chef.

Una entrada recomendable es la provoleta de la casa servida con tomates asados. También puede pedirse morcilla crocante con puré de manzanas y huevo frito (a pedido), porque la versión que figura en el menú sale con chucrut casero. Es cuestión de gusto, una mezclando los sabores agridulces, la otra con lo salado y lo ácido del sauerkraut, a la sazón el verdadero nombre del chucrut pues así se lo conoce en Alemania.

Si decimos que la parrilla es "el alma" de CUT, no nos equivocamos. Acostumbran a ahumar diferentes cortes de carne y chacinados, como chorizos, mollejas, ojo de bife y T-Bone, entre otros.

Los cortes "estrella" de la casa son el ojo de bife (de 400 gramos) y la entraña. El asado banderita es la opción para los más clásicos.

Los camareros ponen especial énfasis en recomendar el punto de cocción. Precisamente, "el punto" es un término medio, más menos que más, para que el comensal no sienta el cimbronazo de `pasar de la "suela de zapato" a la "vaca que aún muge". Si te gusta "bleu" te lo sacan sin problemas, si insistís con el "cocido", es una lástima pero al cliente se le da el gusto.

Otra opción es el cerdo, como el matambrito o la bondiola "Ruta al Norte". Y la pesca del día, acompañada servida con manteca de hierbas y cítricos.

Lo que llega de la "cocina" es otra historia. Como para decir que son dos restaurantes en uno. Además de la apetitosa hamburguesa CUT, que por lo general piden los más jóvenes, hay un pastel de carne y zapallo cabutia que da que hablar.

Asimismo, alguna opción veggie, risotto y pastas caseras. Siempre hay prestar atención a los platos del día fuera de carta. Ahora que llegaron los primeros fríos, suele haber platos de olla. Y también preparaciones con carnes de caza, como liebre, jabalí, ñandú y ciervo.

A la hora del almuerzo, la propuesta cambia diariamente con cinco platos especiales.

Si bien los más golosos optan por el flan con dulce de leche, mousse de chocolate, panqueques rellenos de dulce de leche o volcán de chocolate semiamargo, nosotros optamos por un clásico de la casa: el Vigilante. Que en este caso sale con membrillo sanjuanino de "ladrillo".

Los vinos están disponibles a precios realmente accesibles. Y suelen variar los recomendados, que se ofrecen también para llevar.

CUT cuenta con servicio de take away, organiza eventos sociales y corporativos, y lleva CUT a tu casa.

Lo dicho: un restaurante de barrio con parrilla y cocina, que ofrece lo que la gente busca y a precios lógicos. De ahí que la música, en algún momento de la noche, suene más fuerte que lo habitual. 

Más de Restaurantes
Così mi Piace, así me gusta, así nos gusta
Restaurantes

Così mi Piace, así me gusta, así nos gusta

Hay pizzas y pizzas. Buenos Aires ofrece hoy diversas versiones que nos sorprenden a veces por la escasa o nula difusión que han tenido entre nosotros. Uno de esos casos es el de la variedad romana, finita, seca, crujiente y con ingredientes de calidad, algunos de ellos italianos. Es la que ofrece Così mi Piace, junto a varias opciones de pasta al dente.
Un speakeasy de carnes en Recoleta
Restaurantes

Un speakeasy de carnes en Recoleta

Casi como si se tratara de un speakeasy, Rufino se descubre en el subsuelo del hotel boutique Mío Buenos Aires, de Recoleta. El restaurante se inauguró a mediados del 2018 y, por suerte, han logrado superar la pandemia que les pegó doble (ya que no disponen de espacios al aire libre excepto un diminuto patio al fondo del salón. El leit motiv es la carne argentina, llevada aquí a niveles de calidad y sofisticación bien entendida, que potencian la propuesta.
L'Atelier vuela alto
Restaurantes

L'Atelier vuela alto

El caso de la cocina francesa en Buenos Aires es digno de estudio. No contamos con demasiados exponentes de calidad, siempre ha tenido una mala e injusta fama de ser muy costosa y, para colmo de males, sufrió un vacío importante con el cierre de La Bourgogne. Por suerte nos quedan los bistrós y, entre ellos, sin dudas que L'Atelier va a la vanguardia por su excelente relación precio calidad. Un lujo que podemos darnos, para comer como si estuviéramos en París o cualquier otra ciudad de Francia. Un gran trabajo de Verónica Morello y Charly Forbes.